Porque el Málaga es lo primero, ni Fernando Sanz ni Antonio Tapia ven conveniente alargar estos días el debate de la renovación. Intentarán que sea un asunto íntimo y que no despiste demasiado a la plantilla. Los dos se conocen bien y quieren respetarlo. A Sanz le gustaría que el técnico se decidiese cuanto antes pero no entorpecerá el rendimiento de la plantilla. Y Tapia se centrará en su trabajo.
Primero, el Málaga y su lucha por Europa. Esa es la conclusión a la que han llegado Fernando Sanz y Antonio Tapia para poder aparcar la renovación del técnico y que no entorpezca la marcha del equipo. Sanz ya ha dicho que el entrenador tiene la oferta en la mesa y que el Málaga no se va a mover de su posición. Y ha dejado una frase enigmática: "Tengo una intuición, que no voy a desvelar, y un deseo, que Antonio siga". Esa debe ser su estrategia, y preferiría que el baenés se decidiese ya, pero siempre hará algún movimiento más. Tapia también esperará una oferta mejor pero también está elegante, no quiere exponer el debate a la prensa. Públicamente despeja balones. "Tengo que estar centrado en mi trabajo". En privado, admite que la oferta del Málaga, que mira el euro hasta el extremo, no llega a los umbrales que esperaba, pero tampoco tiene prisa. Tapia no quiere desviarse del objetivo ni fallarle a la plantilla y sabe que está a diez puntos de ser el mejor Málaga de la historia: "Cuanto más partidos gane, más posibilidades tendré de trabajar la próxima temporada", dice con tono mitad serio y mitad irónico.
Pero Tapia también mira el horizonte: le gustaría marcharse por la puerta grande y no sabe qué puede pasar en el futuro. No le apetece para nada una salida como la de 2006, por la puerta de atrás cuando no lo merecía. Pero Europa sería un caramelo que, además, obligaría al club a dar un pasito adelante. Y con la UEFA, además, la voz de la calle sería unánime. Pero a dos meses del final de la competición, y aunque a Tapia le lleguen propuestas, es obligatorio cerrar filas para terminar de cerrar una temporada histórica. Porque a ver quién se atrevía a mover el grupo si el Málaga terminaba en puesto Champions
as.com
Primero, el Málaga y su lucha por Europa. Esa es la conclusión a la que han llegado Fernando Sanz y Antonio Tapia para poder aparcar la renovación del técnico y que no entorpezca la marcha del equipo. Sanz ya ha dicho que el entrenador tiene la oferta en la mesa y que el Málaga no se va a mover de su posición. Y ha dejado una frase enigmática: "Tengo una intuición, que no voy a desvelar, y un deseo, que Antonio siga". Esa debe ser su estrategia, y preferiría que el baenés se decidiese ya, pero siempre hará algún movimiento más. Tapia también esperará una oferta mejor pero también está elegante, no quiere exponer el debate a la prensa. Públicamente despeja balones. "Tengo que estar centrado en mi trabajo". En privado, admite que la oferta del Málaga, que mira el euro hasta el extremo, no llega a los umbrales que esperaba, pero tampoco tiene prisa. Tapia no quiere desviarse del objetivo ni fallarle a la plantilla y sabe que está a diez puntos de ser el mejor Málaga de la historia: "Cuanto más partidos gane, más posibilidades tendré de trabajar la próxima temporada", dice con tono mitad serio y mitad irónico.
Pero Tapia también mira el horizonte: le gustaría marcharse por la puerta grande y no sabe qué puede pasar en el futuro. No le apetece para nada una salida como la de 2006, por la puerta de atrás cuando no lo merecía. Pero Europa sería un caramelo que, además, obligaría al club a dar un pasito adelante. Y con la UEFA, además, la voz de la calle sería unánime. Pero a dos meses del final de la competición, y aunque a Tapia le lleguen propuestas, es obligatorio cerrar filas para terminar de cerrar una temporada histórica. Porque a ver quién se atrevía a mover el grupo si el Málaga terminaba en puesto Champions
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