http://www.diariosur.es/deportes/futbol/201412/16/denuncian-agresion-padre-menor-20141215232845.html
Menos mal que quité a mi hijo del fútbol, se llevó un gran dijusto, pero lo que no podía permitir es que padres y madres "ejemplares" de otros niños le insultaran y amenazaran cuando el entrenador le alineaba (jugaba de portero), en vez de a sus hijos. La gota que colmó el baso fue en un partido cuando era cadete, en la primera parte terminaron ganando 0-5, mi hijo paró dos penaltis y varios disparos, dos de ellos a boca jarro, pero la madre del portero suplente detrás de la portería no paraba de insultarle, según me dijo él, porque yo por prudencia nunca me ponía cerca para no oír cuando le decían cosas.
En la segunda parte salió el suplente y el partido terminó 11-6 para el rival.
Mi hijo estaba muy contento por sus paradas y los dos penaltis detenidos y todos los presentes lo elogiaban y criticaban el cambio y lo que la señora acosaba desde siempre al entrenador para que pusiera a su hijo. Por esas fechas ganó un concurso de lanzamientos de penaltis que Marca organizó en Ciudad Jardín.
Lo que mi hijo jamás esperaba es lo que se le avecinaba aquella tarde.
Cuando el partido termina y ya salíamos del campo de fútbol cada padre con su hijo, la tipa esta se cruza con nosotros y se dirige a mi hijo con muy malos modos diciendo.
-Abraham que malo eres, eres una mierda de portero, el titular es mi hijo, que por tu culpa habemos perdido, dile al gordo de tu padre que te lleve a otro equipo que aquí no te queremos.
El niño se pasó varios días llorando y durante un montón de tiempo no se le olvidó y jamás quiso ir jugar más, ya que le cogió miedo, hasta tal punto que tampoco quiso apuntarse al baloncesto para lo que también juega muy bien. Mide 1,85 y los triples le van muy bien.
El entrenador, amigos y yo mismo le insistimos para que siguiera y no hiciera caso, pero fue imposible, yo le podía aconsejar, pero no obligar a hacer algo a lo que le cogió terror. Y ahora sigo sin arrepentirme de que lo dejara, porque veo que la cosa no ha cambiado 15 años después.