Schuster quiere al mejor Eliseu. En alguna que otra ocasión el entrenador del Málaga ha sido bastante explícito al aludir al portugués como una pieza importante del equipo. Y no lo dice con la boca pequeña. Tampoco hace falta ser un visionario del fútbol para afirmar que es el único jugador con la punta de velocidad necesaria para desbordar de mitad del campo hacia adelante. En los últimos partidos se le ha visto más lento que de costumbre, con dificultades para marcharse del contrario en el uno contra uno, y por esa razón tanto el alemán como el flamante director deportivo, Mario Armando Husillos, han conversado con él para que esté plenamente centrado en el capítulo deportivo.
Eliseu es un tipo muy querido en el vestuario y también entre los aficionados. También, por qué no decirlo, entre la prensa. El portugués es un tipo llano, transparente y cercano. Incluso en los momentos de más crítica nunca rehúye el saludo cariñoso y la broma. Es más, en no pocas ocasiones, cuando él ha intuido que no había estado fino, no ha tenido reparos en preguntar cómo se le había visto desde fuera.
Dispuesto a tirar del carro
No han sido meses fáciles para 'Eli' por motivos extradeportivos. Y estos, sin duda, han influido en su rendimiento. Schuster y el resto del cuerpo técnico han hecho la vista gorda porque el portugués nunca se ha bajado del barco. Aun en momentos nada gratos, siempre ha dado la cara por el equipo y se le ha visto dispuesto a tirar del carro, a asumir. A pesar de que más de una vez ha quedado en evidencia porque no se le veía con el óptimo tono físico, con la chispa que siempre lo ha caracterizado. Mediaba un abismo entre ese futbolista que deslumbró en la Champions y logró goles fabulosos en Bruselas o Milán, y el que se ha visto en algunos encuentros. Su tendencia a coger peso también le ha pasado factura en algunas fases, aunque en este caso sí conviene incidir en que las apariencias a veces engañan.
El capítulo de su ampliación de contrato es una de esas razones que parecen haber influido en el no muy satisfactorio rendimiento de Eliseu. El jugador acaba contrato al final de la próxima temporada (el 30 de junio de 2015) y está ansioso por cerrar un acuerdo para esa revisión de contrato que le garantizaría algo que él busca: continuar en el Málaga y, a ser posible, retirarse aquí. A comienzos de la temporada pasada recibió propuestas, pero habló con Manuel Pellegrini y todo quedó en nada. «El míster me ha dicho que soy importante y yo tampoco me quiero ir», confesó en privado. A sus 31 años cumplidos no hace mucho (el 1 de octubre) y después de las frustrantes experiencias en el Lazio y el Zaragoza, el luso desea quedarse por encima de todo.
Tanto Schuster, desde dentro, como Husillos, desde fuera, son conscientes de que no se ha visto al mejor Eliseu. Por ese motivo, ambos le han trasladado al futbolista su importancia en el equipo, máxime con las limitaciones ya conocidas, y le han expuesto que debe estar tranquilo, centrado únicamente en el fútbol. Y el portugués, como siempre, ha reiterado que está implicado al máximo para que el Málaga y él den lo que se espera desde el entorno.