Schuster busca su ataque
En siete jornadas ligueras, el entrenador malaguista sólo ha repetido línea de ataque en 2 ocasiones: en el Pizjuán jugó con la misma vanguardia que en la primera jornada contra el Valencia - Santa Cruz y El Hamdaoui se reparten el puesto de delantero
Visto lo visto, en las siete jornadas que el Málaga ha disputado hasta la fecha en Primera División, Bernd Schuster aún no ha dado con la tecla en cuanto al ataque se refiere, ya que sólo ha repetido ataque en dos ocasiones en lo que va de Liga, contra el Valencia y ante el Sevilla.
Puede ser normal a estas alturas de temporada. Entrenador nuevo, plantilla renovada... Pero lo cierto es que Schuster no acaba de determinar quiénes son sus hombres de total confianza a la hora de acechar la portería rival en este Málaga y tras siete partidos continúa haciendo probaturas.
De momento, los resultados obtenidos no son ni mucho menos malos. Dos derrotas en siete encuentros contra rivales que entraban en el guión –Valencia y Barcelona– con buenas sensaciones en ambos partidos, cayendo por la mínima y con opciones serias de haber sacado tajada.
En los otros cinco partidos que ha jugado, el Málaga ha sido fiel a los deseos de su entrenador, que públicamente ha declarado que la media inglesa –ganar en casa y empatar fuera– le sirve. Dicho y hecho, dos triunfos en casa –Rayo Vallecano y Almería– y tres empates lejos de La Rosaleda –Sevilla, Real Sociedad y Valladolid–. Un buen bagaje de puntos que permiten al Málaga estar situado en la zona media de la tabla clasificatoria.
Pero la realidad es que pese a que a primera vista parezca un arranque soñado, a estas alturas el Málaga podría estar perfectamente con 13 puntos si hubiera sido más ambicioso en Anoeta y el viernes en el Nuevo Zorrilla. En ambos campos el Málaga se fue con la sensación de haber perdido dos puntos y de dejar vivos a dos equipos a los que se mostró muy superior, pero a los que no dio la puntilla final. Algo parecido pasó en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla, aunque aquel encuentro de la segunda jornada estuvo más disputado y fue muy abierto.
Schuster, de momento, está contento con lo que su equipo ha dado de sí hasta ahora. Así lo dijo tras la victoria contra el Almería del pasado martes: «Estamos donde queríamos a estas alturas de temporada».
No obstante, el entrenador alemán sigue trabajando en busca de la excelencia en este nuevo Málaga, algo que aún está lejos, pero se entreven mimbres solidos para poder conseguirlo. De momento, el equipo es muy sólido tácticamente pero Schuster no acaba de encajar sus mejores piezas en el tablero a la hora de atacar.
En la primera jornada de Liga, el Málaga no pudo contar con Pawlowski debido al retraso del tránsfer del polaco y en la plantilla sólo había un delantero que le «sirviera» al germano, Santa Cruz, por lo que situó al paraguayo junto al canterano Fabrice y al portugués Duda. El camerunés dejó buenas sensaciones pegado a la banda izquierda (su posición natural) y el luso jugó a pierna cambiada por la derecha, en una demarcación muy utilizada por Schuster en toda la pretemporada. Por detrás, a la hora de crear fútbol los elegidos fueron Darder y Morales, escudados por el incombustible Tissone. El Málaga, pese a estar muy verde, plantó cara al conjunto che, que se llevó los tres puntos merced a un fallo de Caballero.
Contra el Barça, Schuster introdujo una variante táctica en el 11 para proteger más la medular y tratar de ahogar la salida del balón culé. Colocó un trivote sacrificando a Morales por Camacho y para contrarrestar le dio la alternativa a Pawlowski, con la intención de romper al espacio con su velocidad. El Málaga perdió por otro despiste del guardameta argentino, pero planteó una bonita batalla con el vigente campeón liguero, al que pudo empatar.
Ya en Sevilla, en la tercera jornada Schuster repitió la vanguardia que perdió en Mestalla en el estreno liguero. En esta ocasión el conjunto blanquiazul fue más incisivo y Morales y Santa Cruz consiguieron hacer los primeros goles oficiales del Málaga en la era Schuster.
Tras el derbi, hubo un parón por selecciones en las que Schuster aprovechó para cohesionar el equipo. Llegó el Rayo a La Rosaleda y dio buena cuenta de ello. Exhibición de El Hamdaoui en su estreno como titular con un hat trick tremendo. Eliseu y Portillo también estrenaron titularidad ese día y además ambos «mojaron» en la goleada 5-0.
Lo que funciona nunca debe cambiarse y con el mismo esquema atacante que sacó ante el Rayo salió en Anoeta contra la Real Sociedad, salvo que Duda entró por Morales. El Málaga pecó de poco ambicioso y se conformó con un empate sin goles ante un equipo muerto tras disputar Champions entre semana.
Contra el Almería, en el segundo encuentro de los tres en una semana, Schuster sorprendió con la entrada de Bobley en la medular, lo que devolvió a Duda a la banda izquierda, su demarcación natural. El Hamdaoui volvió a ser titular y Portillo repitió desde el inicio por tercera vez consecutiva.
Por último, el viernes ante el Valladolid Schuster volvió a poblar el centro del campo con más «músculo» dando entrada a Camacho, que dio descanso a Darder. Santa Cruz hizo lo propio con El Hamdaoui pero en los minutos finales el alemán optó por jugar con dos delanteros a la vez, una opción que gusta al malaguismo y que seguro que no tardaremos en volver a ver.
En siete jornadas ligueras, el entrenador malaguista sólo ha repetido línea de ataque en 2 ocasiones: en el Pizjuán jugó con la misma vanguardia que en la primera jornada contra el Valencia - Santa Cruz y El Hamdaoui se reparten el puesto de delantero
Visto lo visto, en las siete jornadas que el Málaga ha disputado hasta la fecha en Primera División, Bernd Schuster aún no ha dado con la tecla en cuanto al ataque se refiere, ya que sólo ha repetido ataque en dos ocasiones en lo que va de Liga, contra el Valencia y ante el Sevilla.
Puede ser normal a estas alturas de temporada. Entrenador nuevo, plantilla renovada... Pero lo cierto es que Schuster no acaba de determinar quiénes son sus hombres de total confianza a la hora de acechar la portería rival en este Málaga y tras siete partidos continúa haciendo probaturas.
De momento, los resultados obtenidos no son ni mucho menos malos. Dos derrotas en siete encuentros contra rivales que entraban en el guión –Valencia y Barcelona– con buenas sensaciones en ambos partidos, cayendo por la mínima y con opciones serias de haber sacado tajada.
En los otros cinco partidos que ha jugado, el Málaga ha sido fiel a los deseos de su entrenador, que públicamente ha declarado que la media inglesa –ganar en casa y empatar fuera– le sirve. Dicho y hecho, dos triunfos en casa –Rayo Vallecano y Almería– y tres empates lejos de La Rosaleda –Sevilla, Real Sociedad y Valladolid–. Un buen bagaje de puntos que permiten al Málaga estar situado en la zona media de la tabla clasificatoria.
Pero la realidad es que pese a que a primera vista parezca un arranque soñado, a estas alturas el Málaga podría estar perfectamente con 13 puntos si hubiera sido más ambicioso en Anoeta y el viernes en el Nuevo Zorrilla. En ambos campos el Málaga se fue con la sensación de haber perdido dos puntos y de dejar vivos a dos equipos a los que se mostró muy superior, pero a los que no dio la puntilla final. Algo parecido pasó en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla, aunque aquel encuentro de la segunda jornada estuvo más disputado y fue muy abierto.
Schuster, de momento, está contento con lo que su equipo ha dado de sí hasta ahora. Así lo dijo tras la victoria contra el Almería del pasado martes: «Estamos donde queríamos a estas alturas de temporada».
No obstante, el entrenador alemán sigue trabajando en busca de la excelencia en este nuevo Málaga, algo que aún está lejos, pero se entreven mimbres solidos para poder conseguirlo. De momento, el equipo es muy sólido tácticamente pero Schuster no acaba de encajar sus mejores piezas en el tablero a la hora de atacar.
En la primera jornada de Liga, el Málaga no pudo contar con Pawlowski debido al retraso del tránsfer del polaco y en la plantilla sólo había un delantero que le «sirviera» al germano, Santa Cruz, por lo que situó al paraguayo junto al canterano Fabrice y al portugués Duda. El camerunés dejó buenas sensaciones pegado a la banda izquierda (su posición natural) y el luso jugó a pierna cambiada por la derecha, en una demarcación muy utilizada por Schuster en toda la pretemporada. Por detrás, a la hora de crear fútbol los elegidos fueron Darder y Morales, escudados por el incombustible Tissone. El Málaga, pese a estar muy verde, plantó cara al conjunto che, que se llevó los tres puntos merced a un fallo de Caballero.
Contra el Barça, Schuster introdujo una variante táctica en el 11 para proteger más la medular y tratar de ahogar la salida del balón culé. Colocó un trivote sacrificando a Morales por Camacho y para contrarrestar le dio la alternativa a Pawlowski, con la intención de romper al espacio con su velocidad. El Málaga perdió por otro despiste del guardameta argentino, pero planteó una bonita batalla con el vigente campeón liguero, al que pudo empatar.
Ya en Sevilla, en la tercera jornada Schuster repitió la vanguardia que perdió en Mestalla en el estreno liguero. En esta ocasión el conjunto blanquiazul fue más incisivo y Morales y Santa Cruz consiguieron hacer los primeros goles oficiales del Málaga en la era Schuster.
Tras el derbi, hubo un parón por selecciones en las que Schuster aprovechó para cohesionar el equipo. Llegó el Rayo a La Rosaleda y dio buena cuenta de ello. Exhibición de El Hamdaoui en su estreno como titular con un hat trick tremendo. Eliseu y Portillo también estrenaron titularidad ese día y además ambos «mojaron» en la goleada 5-0.
Lo que funciona nunca debe cambiarse y con el mismo esquema atacante que sacó ante el Rayo salió en Anoeta contra la Real Sociedad, salvo que Duda entró por Morales. El Málaga pecó de poco ambicioso y se conformó con un empate sin goles ante un equipo muerto tras disputar Champions entre semana.
Contra el Almería, en el segundo encuentro de los tres en una semana, Schuster sorprendió con la entrada de Bobley en la medular, lo que devolvió a Duda a la banda izquierda, su demarcación natural. El Hamdaoui volvió a ser titular y Portillo repitió desde el inicio por tercera vez consecutiva.
Por último, el viernes ante el Valladolid Schuster volvió a poblar el centro del campo con más «músculo» dando entrada a Camacho, que dio descanso a Darder. Santa Cruz hizo lo propio con El Hamdaoui pero en los minutos finales el alemán optó por jugar con dos delanteros a la vez, una opción que gusta al malaguismo y que seguro que no tardaremos en volver a ver.