El contrabando de tabaco renace en España. Después de darlo por superado, la caída de ventas en los dos primeros meses -sobre todo en Andalucía- pone de relieve el despuntar de las cajetillas falsificadas. En el conjunto del país, el contrabando ya equivale al 6% de las ventas de cigarrillos rubios, mientras en provincias como Cádiz o Sevilla se estima en el 20%.
En solo dos meses, el contrabando de cigarrillos ha pasado de ser algo residual y prácticamente erradicEl contrabando de tabaco renace en España. Después de darlo por superado, la caída de ventas en los dos primeros meses -sobre todo en Andalucía- pone de relieve el despuntar de las cajetillas falsificadas. En el conjunto del país, el contrabando ya equivale al 6% de las ventas de cigarrillos rubios, mientras en provincias como Cádiz o Sevilla se estima en el 20%. La nueva ley anticontrabando hace temer nuevos repuntes.ado a convertirse en un serio problema tanto para las tabacaleras como para la Hacienda pública.
Las cajetillas falsificadas ya equivalen al 5,8% de las ventas legales de cigarrillos rubios, según cálculos de Altadis, la filial española de la multinacional británica Imperial Tobacco. En 2010, este porcentaje equivalía solo al 1% del total y suponía alrededor de 24 millones de cajetillas falsificadas.
Una creciente preocupación que tiene como protagonistas a tres provincias andaluzas que, según el sector, están viviendo un espectacular repunte del contrabando: Cádiz, Sevilla y Málaga. Prueba de ello es que en el conjunto de Andalucía, las ventas de cigarrillos se han reducido un 30% entre enero y febrero, superando ligeramente los 68 millones de cajetillas, según los últimos datos publicados por el Comisionado del Mercado de Tabacos (CMT). Esta comunidad autónoma es la segunda más importante de España en comercialización de cigarrillos -solo por detrás de Cataluña- y su caída de ventas es más relevante que la registrada en todo el mercado nacional, donde el descenso se ha situado en el 26,5% (alrededor de 387,3 millones de paquetes de cigarrillos rubios), según el regulador dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda.
Si en Andalucía el desplome supera la media nacional, las tres provincias en cuestión dejan atrás a sus vecinas. En Sevilla, la caída de ventas legales alcanza el 32,8%, mientras Málaga y Cádiz replican a la capital hispalense con desplomes del 33,6% y del 35,4%, respectivamente.
Y las falsificaciones van en paralelo. En el conjunto de España, las cajetillas de contrabando equivalen casi al 6% de las ventas legales de cigarrillos, pero en Andalucía este porcentaje se eleva al 10% y en las tres provincias que más preocupan al sector llega a suponer el 20%.
Los motivos
Detrás de este inesperado renacer del contrabando está la subida fiscal que el Ejecutivo llevó a cabo a finales de 2010 con el objetivo de engordar las arcas públicas con 780 millones de euros adicionales. Un cambio que habría vuelto a hacer atractivo el mercado español para los falsificadores. Pero ante la caída de ventas de tabaco -tanto por el contrabando como por el menor consumo tras la prohibición de fumar en bares y restaurantes- el objetivo recaudador del Gobierno puede quedar en saco roto. Y las beneficiadas son las mafias procedentes del Este de Europa y China.
Y preocupaciones para los próximos meses no faltan. Por un lado, el Congreso de los Diputados aprobó el pasado jueves la nueva ley de represión del contrabando que eleva desde 6.000 hasta 20.000 euros el valor de las labores de tabaco intervenidas para que estas sean consideradas delito.
El Gobierno pretendía inicialmente que la valoración de las labores incautadas fuera aún mayor, de 30.000 euros, pero la presión de tabacaleras y estanqueros -que llegaron a hablar de despenalización encubierta- parece que ha surtido efecto.
Por otro lado, el sector teme que Galicia se convierta en breve en la puerta de entrada del tabaco ilegal en España. Los sindicatos han denunciado en las últimas semanas "el desmantelamiento" del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) por los recortes de personal. A finales de marzo, el SVA llegó a un acuerdo para utilizar los medios aéreos y navales de Salvamento Marítimo en sus operaciones. Aunque el repunte en la costa gallega aún no es tan significativo como en Andalucía.
Ante esta situación, tabacaleras y estancos miran con temor lo ocurrido a mediados de la década de 1990. En 1997 el contrabando suponía a Hacienda perder el 16% de sus ingresos fiscales por labores de tabaco, es decir 80.500 millones de pesetas (hoy casi 484 millones de euros. Para la antigua Tabacalera, la actual Altadis, el perjuicio representaba unos 23.600 millones de pesetas (141,8 millones de euros). Entonces España era el paraíso europeo para los falsificadores de tabaco.
Gracias al gobierno renace el contrabando, ahora los perjudicados es el gremio del tabaco y el propio estado ya que con el contrabando no ve un centimo.
http://www.cincodias.com/articulo/empresas/venta-tabaco-hunde-andalucia-evidencia-contrabando-renace/20110404cdscdiemp_1/
En solo dos meses, el contrabando de cigarrillos ha pasado de ser algo residual y prácticamente erradicEl contrabando de tabaco renace en España. Después de darlo por superado, la caída de ventas en los dos primeros meses -sobre todo en Andalucía- pone de relieve el despuntar de las cajetillas falsificadas. En el conjunto del país, el contrabando ya equivale al 6% de las ventas de cigarrillos rubios, mientras en provincias como Cádiz o Sevilla se estima en el 20%. La nueva ley anticontrabando hace temer nuevos repuntes.ado a convertirse en un serio problema tanto para las tabacaleras como para la Hacienda pública.
Las cajetillas falsificadas ya equivalen al 5,8% de las ventas legales de cigarrillos rubios, según cálculos de Altadis, la filial española de la multinacional británica Imperial Tobacco. En 2010, este porcentaje equivalía solo al 1% del total y suponía alrededor de 24 millones de cajetillas falsificadas.
Una creciente preocupación que tiene como protagonistas a tres provincias andaluzas que, según el sector, están viviendo un espectacular repunte del contrabando: Cádiz, Sevilla y Málaga. Prueba de ello es que en el conjunto de Andalucía, las ventas de cigarrillos se han reducido un 30% entre enero y febrero, superando ligeramente los 68 millones de cajetillas, según los últimos datos publicados por el Comisionado del Mercado de Tabacos (CMT). Esta comunidad autónoma es la segunda más importante de España en comercialización de cigarrillos -solo por detrás de Cataluña- y su caída de ventas es más relevante que la registrada en todo el mercado nacional, donde el descenso se ha situado en el 26,5% (alrededor de 387,3 millones de paquetes de cigarrillos rubios), según el regulador dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda.
Si en Andalucía el desplome supera la media nacional, las tres provincias en cuestión dejan atrás a sus vecinas. En Sevilla, la caída de ventas legales alcanza el 32,8%, mientras Málaga y Cádiz replican a la capital hispalense con desplomes del 33,6% y del 35,4%, respectivamente.
Y las falsificaciones van en paralelo. En el conjunto de España, las cajetillas de contrabando equivalen casi al 6% de las ventas legales de cigarrillos, pero en Andalucía este porcentaje se eleva al 10% y en las tres provincias que más preocupan al sector llega a suponer el 20%.
Los motivos
Detrás de este inesperado renacer del contrabando está la subida fiscal que el Ejecutivo llevó a cabo a finales de 2010 con el objetivo de engordar las arcas públicas con 780 millones de euros adicionales. Un cambio que habría vuelto a hacer atractivo el mercado español para los falsificadores. Pero ante la caída de ventas de tabaco -tanto por el contrabando como por el menor consumo tras la prohibición de fumar en bares y restaurantes- el objetivo recaudador del Gobierno puede quedar en saco roto. Y las beneficiadas son las mafias procedentes del Este de Europa y China.
Y preocupaciones para los próximos meses no faltan. Por un lado, el Congreso de los Diputados aprobó el pasado jueves la nueva ley de represión del contrabando que eleva desde 6.000 hasta 20.000 euros el valor de las labores de tabaco intervenidas para que estas sean consideradas delito.
El Gobierno pretendía inicialmente que la valoración de las labores incautadas fuera aún mayor, de 30.000 euros, pero la presión de tabacaleras y estanqueros -que llegaron a hablar de despenalización encubierta- parece que ha surtido efecto.
Por otro lado, el sector teme que Galicia se convierta en breve en la puerta de entrada del tabaco ilegal en España. Los sindicatos han denunciado en las últimas semanas "el desmantelamiento" del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) por los recortes de personal. A finales de marzo, el SVA llegó a un acuerdo para utilizar los medios aéreos y navales de Salvamento Marítimo en sus operaciones. Aunque el repunte en la costa gallega aún no es tan significativo como en Andalucía.
Ante esta situación, tabacaleras y estancos miran con temor lo ocurrido a mediados de la década de 1990. En 1997 el contrabando suponía a Hacienda perder el 16% de sus ingresos fiscales por labores de tabaco, es decir 80.500 millones de pesetas (hoy casi 484 millones de euros. Para la antigua Tabacalera, la actual Altadis, el perjuicio representaba unos 23.600 millones de pesetas (141,8 millones de euros). Entonces España era el paraíso europeo para los falsificadores de tabaco.
Gracias al gobierno renace el contrabando, ahora los perjudicados es el gremio del tabaco y el propio estado ya que con el contrabando no ve un centimo.
http://www.cincodias.com/articulo/empresas/venta-tabaco-hunde-andalucia-evidencia-contrabando-renace/20110404cdscdiemp_1/