El Málaga trabaja sobre una base mínima, que podrá crecer si llegan recursos externos y venta de jugadores - Las cantidades que reciba en cuestión de fichajes y televisión irán para pagar las fichas de la plantilla actual
La nueva realidad económica que se le presenta al Málaga CF de cara a la próxima temporada ya tiene una cifra estimada: el presupuesto para el próximo curso estará en torno a los 40 millones de euros, una bajada presupuestaria considerable respecto a las dos campañas anteriores, en las que la entidad de Martiricos contó con una partida económica de 150 «kilos».
Estamos hablando de una reducción de algo más de 100 millones (en el peor de los casos), lo que vienen traducidos en muchos cambios a la hora de planificar la temporada. La decisión del jeque de no invertir más –la última aportación económica la hizo el pasado mes de diciembre (siete millones de euros)– ha propiciado el cambio de escenario para las arcas blanquiazules. La intención de los gestores, tras los varapalos sufridos por Hacienda y posteriormente por la UEFA, es el de contar con un balance de gastos e ingresos equilibrados, lo que se planteaba imposible con el antiguo modelo y sin la inyección económica del jeque.
Por ello, para alcanzar este modesto presupuesto, que se situaría en la zona media entre todos los equipos de Primera División, el Málaga debe liberar una gran cantidad de masa salarial y es inevitable que el club se vea obligado a vender a varias de sus estrellas en este próximo verano.
De primeras, todo el dinero que el club vaya ingresando en las próximas fechas (derechos televisivos de la Liga de Campeones y posibles traspasos) irán destinados a pagar las fichas de los jugadores de la actual plantilla, con el fin de evitar cualquier denuncia ante la crucial cita del próximo 4 de junio ante el TAS.
Además, a día de hoy el Málaga todavía tiene que hacer frente a diversos pagos como las primas por la Champions o el último plazo de la Ley Concursal, estipulado para el mes de agosto con un montante aproximado de 4 millones de euros. Sin olvidar también los sueldos de los trabajadores del club y las deudas adquiridas con los acreedores (seguridad, catering, viajes, etc.), cuya suma no es menos importante.
Por otro lado, el Málaga aún tiene que finiquitar el contrato que en su día adquirió con la UNESCO, por la que la entidad de Martiricos pagaba al organismo 1,5 millones por temporada para lucir su logotipo en la camiseta blanquiazul.
Aunque el presupuesto no está cerrado, el club prefiere curarse en salud y ponerse en lo peor para evitar en el futuro situaciones como las del pasado mes de diciembre, cuando fue sancionado por la UEFA en referencia al Fair Playa Financiero al no tener un calendario de pagos con Hacienda.
Y es que el montante económico malaguista podría verse aumentado si finalmente se aporta una inversión exterior, como podría ser el caso de la hotelera BlueBay, con la que el Málaga continúa las negociaciones para convertirse en uno de los principales patrocinadores de cara al próximo año. Además, aunque es una posibilidad remota, matemáticamente el conjunto blanquiazul no ha dicho adiós a la cuarta plaza que da derecho a jugar la Liga de Campeones, lo que supondría una inyección de capital bastante jugosa. No hay que olvidar que el Málaga va a ingresar cerca de 36 millones de euros por haber llegado hasta los cuartos de final de la Liga de Campeones, además de derechos televisivos y entradas.
Pero lo cierto es que meterse en la Liga de Campeones parece una quimera y tendrá que conformarse con la Europa League, un torneo que sí es atractivo en lo deportivo pero no tanto en lo económico, ya que para que sea rentable la segunda competición continental el Málaga debería acceder a las rondas finales, como mínimo.
http://www.laopiniondemalaga.es/malagacf/2013/05/18/40-millones-presupuesto/588891.html