Posteado Jue 23 Abr 2009 - 8:58
Carlos Jiménez disfruta de su segunda paternidad. Elsa, malagueña, le roba horas de sueño y le hace añorar cada minuto que no puede estar en casa por mor de los viajes. Se siente integrado en la ciudad y en el club, pero en unos meses debe decidir si aplica la cláusula que le permitiría incumplir el año que aún le resta de contrato. Asegura no pensar en ello y dice estar centrado única y exclusivamente en el presente, que pasa inexorablemente por las opciones de optar al título de Liga. Él no lo duda. "Somos uno de los candidatos", sentencia.
-Después de dos temporadas y media, ¿cómo se encuentra en el club?
-Bien. El trato ha sido siempre muy cercano y cordial, por lo que mi adaptación, en todo momento, ha sido muy sencilla. Es de agradecer un trato tan directo cuando llegas de nuevo a un sitio.
-¿Lo más duro fue el primer año?
-No. No sé si es que venía preparado para que fuera más duro, pero en cierta forma estoy sorprendido por lo rápido que me adapté.
-En este tiempo, ¿qué es lo que más le ha congratulado?
-Sobre todo el día a día, que es lo que busco, estar a gusto. En mayor o menor medida hemos intentado competir, que es lo que me motiva.
-¿Y algo que le haya decepcionado?, ¿quizá no lograr algún título?
-Siempre he valorado las cosas de otra forma. Es cierto que en este mundo vivimos de resultados y de títulos pero siempre he intentado valorar las cosas independientemente de este aspecto. Y en ese sentido, la valoración general es muy buena. Hombre, si se hubiese ganado algún título, hubiese sido mejor. Pero estoy contento, hasta el momento, de lo que han sido estos tres años aquí.
-Su consideración como jugador está por encima de su palmarés en la Liga. Supongo que no arroja la toalla en ese sentido.
-Solo he ganado una Copa del Rey, pero no tiro la toalla. Me encuentro con ganas e ilusión. Sé que las codas no dependen de uno mismo, esto es un deporte de equipo y hay muchas circunstancias que escapan a nuestro alcance. Pero el hecho de estar siempre ahí, luchando por los títulos, quiere decir que estás haciendo las cosas bien.
-La Copa se ha escapado por un pelo. ¿Cómo recuerda la experiencia?
-Hicimos una competición muy buena, tres partidos muy serios y un claro ejemplo de cómo, en una sola jugada, se puede determinar que ganes o pierdas un título. No quiero guardar un mal recuerdo ni catalogar toda la competición por una jugada. Estoy satisfecho del comportamiento del equipo .
-¿Y cómo valora el papel en la Euroliga?
-La peor forma de perder una competición es lo que nos sucedió a nosotros en la Copa, perdiendo el título en el último segundo de una prórroga. Si además tenemos en cuenta que a los tres días nos lo jugábamos todo contra el Partizan... Éramos conscientes de lo complicado que era recuperarse y lo notamos. Por cosas del destino, nos tocó el partido más importante en el peor momento anímico.
-Aún queda la Liga, ¿es muy temerario decir que el Unicaja puede ganarla?
-No, ahí estamos. Las sensaciones son buenas. Ahora tenemos mucho más tiempo para preparar las cosas. Estamos trabajando cosas individuales y de equipo para tener más recursos a la hora de afrontar los partidos y llegar lo mejor posible al final de la Liga. Creo que somos uno de los candidatos.
-¿Es el Tau un equipo batible?
-Sí. Lo ha demostrado en alguna ocasión esta temporada. Muchos de sus jugadores están manteniendo un nivel altísimo durante toda la temporada y eso es muy complicado. En algún momento les puede pasar factura y esperemos que sea cuando jueguen contra nosotros.
-¿Cómo les está afectando el nuevo método de trabajo, con menos partidos y más entrenamientos?
-No hay ese dinamismo de viajes y partidos pero sí que tenemos bastantes sesiones de entrenamiento. Somos conscientes de que todo lo que trabajemos ahora será lo que recojamos al final. Tenemos que darle valor a todo este trabajo y saber que cuando llegue el play off será cuando se note todo este trabajo.
-¿Qué aspectos cree que se pueden mejorar?
-En defensa tenemos un buen nivel, pero quizá en ataque, cuando no estamos brillantes, nos atascamos un poco y dependemos de algunos jugadores.
-El equipo ha perdido las cinco prórrogas que ha disputado. ¿Significa eso algo?
-Para mi no deja de ser una anécdota. Quiere decir que hemos competido todos los partidos hasta el final Incluso saco una lectura positiva.
-Se puede sacar la conclusión de que el equipo no sabe jugar los finales igualados.
-No sería justo pensar eso. No es que no sepamos jugarlos sino que no hemos tomado la decisión adecuada. No tiene más importancia.
-Se dice que Aíto da mucha libertad al jugador. ¿Hasta que punto ha influido ese aspecto en esos finales apretados?
-Hay total libertad en todo momento del partido, no sólo en los finales. Lo que puede ocurrir es que, como se da tanta libertad, nos haga falta más tiempo para entendernos. No todo el mundo le da la misma lectura a una situación concreta. Creo que es cuestión de tiempo.
-Hay quien dice que a este equipo le falta un líder.
-La gente dice muchas cosas y es libre de poder hacerlo. Siempre he pensado las cosas en este deporte como equipo y como grupo. Puede haber un líder en determinadas parcelas pero nunca he considerado a alguien como un líder absolutamente en todo, por lo menos en los quince años que llevo jugando. No considero que haya nadie imprescindible.
-Quedan cinco partidos, el primero contra el Estudiantes. ¿Sigue siendo para usted un partido especial?
-Más que especial es una buena ocasión para volver a ver gente con la que he compartido muchas cosas, aunque cada vez quedan menos. Deportivamente, es un partido más.
-¿Cómo está viviendo el sufrimiento del Estudiantes en estas dos últimas temporadas?
-Hubo un cambio de dinámica. Estudiantes estaba acostumbrado a estar en los puestos de arriba. Por circunstancias, no ha conseguido mantener ese nivel y no se ha acostumbrado a estar luchando por abajo, que es una tensión distinta. Quizá les haya costado algo adaptarse y les ha podido la presión. Pero van saliendo adelante.
-Hablemos de futuro. Tiene un año más de contrato pero tanto el club como usted tienen la opción de romper ese acuerdo. ¿Cuál es su idea?
-Ahora mismo no pienso en ello porque toda la energía que dediques a pensar en ese tipo de cosas se le resta a lo que verdaderamente debes hacer, que es en aprovechar cada entrenamiento y cada partido. Cuando empiezas a dedicarle tiempo a cuestiones personales, puedes perder la perspectiva. Prefiero dejarlo apartado y, llegado el momento, tomaré la decisión.
-Pero ¿sopesa la opción de pararse a pensar en cumplir ese año?
-Hombre, tendré que pensar muchas cosas. El año que viene no tengo contrato seguro y tendré que plantearme cuál va a ser mi futuro.
-¿Cuántos años más se ve jugando en la élite?
-Creo que puedo seguir jugando, lo que pasa es que no puedo plantearme las cosas a largo plazo, tengo que ir poco a poco. Es como el tema de la selección. Cuando tomé la decisión de dejarlo no fue algo predeterminado. Cuando comencé los Juegos Olímpicos no había pensado en mi retirada. Cuando acabé el torneo es cuando lo decidí. Supongo que esto será igual. Seguiré jugando mientras pueda, me sienta bien y mientras la gente quiera que siga jugando. Ya veré hasta dónde llego, pero de momento tengo ilusión por seguir.
-Su decisión de dejar la selección ¿es inamovible?
-Sí, y muy meditada. Me siento muy satisfecho de lo que han sido estos años y de la decisión que he tomado.
-¿Scariolo le ha llamado para intentar convencerle?
-He hablado con él, pero tampoco especialmente sobre eso. Hemos hablado de otras cosas.