Hoy se cumplen 35 años de la primera gran convocatoria de la democracia para reclamar la soberanía andaluza
Han pasado 35 años pero muchos lo recuerdan como si fuera ayer. El 4 de diciembre de 1977 se produjo un acontecimiento en Málaga que supuso un antes y un después en el sentimiento colectivo de pueblo y de ciudad. La manifestación convocada por más de una decena de partidos políticos y sindicatos para reclamar la autonomía andaluza se convirtió en el primer grito de libertad de una sociedad coartada hasta entonces por el anterior régimen político del país. Fue el primer gran altavoz de Málaga durante la Transición, trágicamente marcado por la muerte del joven Manuel José García Caparrós. Una cita con la historia que protagonizaron más de doscientos mil malagueños y que incluso se ha tomado como referencia para medir la participación en otras convocatorias masivas de las décadas posteriores.
En primera persona la vivió Miguel Ángel Arredonda que, con 33 años, ocupaba junto a Alejandro Rojas Marcos y Luis Uruñuela, la secretaría colegiada del Partido Socialista de Andalucía (PSA), germen del futuro Partido Andalucista. Esa mañana se encontraba en la sede del partido, en la calle Martínez, en comunicación con el Gobierno Civil. «Fue la primera gran manifestación en Málaga, recuerdo que iban incluso padres con sus niños pequeños. No había cultura de libertad y todo el mundo quería probar qué era aquello», recuerda Arredonda que, con el paso de los años, reconoce que, aunque el motivo de la marcha era la soberanía andaluza, en el fondo fue sobre todo «un apoyo a la democracia».
No obstante, lo cierto es que supuso un claro beneficio para los andalucistas que, tras el fracaso de las elecciones de ese año, en las del 79 llegaron a obtener cinco diputados, entre ellos el propio Arredonda.
García Caparrós
Pero lo que estaba llamado a ser un acontecimiento pacífico quedó manchado de sangre por los últimos coletazos de las prácticas franquistas. La muerte de García Caparrós prolongó la movilización social en los días posteriores y creó de su figura un mito para los movimientos andalucistas y de izquierda.
Rosa Burgos, que hace cinco años publicó un libro sobre el suceso, reconoce que hay interrogantes que no se van a resolver nunca. «Posiblemente fue un disparo accidental», apunta, si bien recuerda que su investigación dejó claro que la bala que le hirió corresponde al calibre de la policía. Su familia aún no ha recibido indemnización alguna pese a que se facilitó legalmente.
Tres años después, el 28 e febrero de 1980, se constituyó la comunidad autónoma de Andalucía, un paso en el que el 4 de diciembre tuvo un peso decisivo.
http://www.diariosur.es/v/20121204/malaga/madre-manifestaciones-mlaga-20121204.html
Han pasado 35 años pero muchos lo recuerdan como si fuera ayer. El 4 de diciembre de 1977 se produjo un acontecimiento en Málaga que supuso un antes y un después en el sentimiento colectivo de pueblo y de ciudad. La manifestación convocada por más de una decena de partidos políticos y sindicatos para reclamar la autonomía andaluza se convirtió en el primer grito de libertad de una sociedad coartada hasta entonces por el anterior régimen político del país. Fue el primer gran altavoz de Málaga durante la Transición, trágicamente marcado por la muerte del joven Manuel José García Caparrós. Una cita con la historia que protagonizaron más de doscientos mil malagueños y que incluso se ha tomado como referencia para medir la participación en otras convocatorias masivas de las décadas posteriores.
En primera persona la vivió Miguel Ángel Arredonda que, con 33 años, ocupaba junto a Alejandro Rojas Marcos y Luis Uruñuela, la secretaría colegiada del Partido Socialista de Andalucía (PSA), germen del futuro Partido Andalucista. Esa mañana se encontraba en la sede del partido, en la calle Martínez, en comunicación con el Gobierno Civil. «Fue la primera gran manifestación en Málaga, recuerdo que iban incluso padres con sus niños pequeños. No había cultura de libertad y todo el mundo quería probar qué era aquello», recuerda Arredonda que, con el paso de los años, reconoce que, aunque el motivo de la marcha era la soberanía andaluza, en el fondo fue sobre todo «un apoyo a la democracia».
No obstante, lo cierto es que supuso un claro beneficio para los andalucistas que, tras el fracaso de las elecciones de ese año, en las del 79 llegaron a obtener cinco diputados, entre ellos el propio Arredonda.
García Caparrós
Pero lo que estaba llamado a ser un acontecimiento pacífico quedó manchado de sangre por los últimos coletazos de las prácticas franquistas. La muerte de García Caparrós prolongó la movilización social en los días posteriores y creó de su figura un mito para los movimientos andalucistas y de izquierda.
Rosa Burgos, que hace cinco años publicó un libro sobre el suceso, reconoce que hay interrogantes que no se van a resolver nunca. «Posiblemente fue un disparo accidental», apunta, si bien recuerda que su investigación dejó claro que la bala que le hirió corresponde al calibre de la policía. Su familia aún no ha recibido indemnización alguna pese a que se facilitó legalmente.
Tres años después, el 28 e febrero de 1980, se constituyó la comunidad autónoma de Andalucía, un paso en el que el 4 de diciembre tuvo un peso decisivo.
http://www.diariosur.es/v/20121204/malaga/madre-manifestaciones-mlaga-20121204.html