«Firmé el acta de repatriación sin saberlo porque estaba todo en turco», aseguró el general Vicente Navarro
El encargado de recuperar y repatriar los cuerpos de los 62 soldados que murieron en el accidente del Yak-42, el general médico Vicente Navarro, culpó ayer a las autoridades turcas de los fallos en la identificación de los militares fallecidos en Trabzon (Turquía) en mayo de 2003. Atribuyó a los forenses turcos la modificación de los datos de 30 cuerpos que resultaron mal filiados y confesó que dio su consentimiento «sin saberlo» por la urgencia de la situación.
El esperado juicio comenzó ayer con el ex ministro de Defensa Federico Trillo como el gran ausente, para desánimo de los familiares. El tribunal consideró irrelevante su testimonio; el presidente del tribunal, el magistrado Javier Gómez Bermúdez, alegó que su presencia sólo hubiera sido relevante si la hubiera solicitado la defensa de los tres oficiales acusados. Por el mismo motivo, también denegó la comparecencia del ex presidente del Gobierno José María Aznar, y del ex ministro de Defensa José Bono.
Resueltas las cuestiones previas, comenzó a interrogar el fiscal Fernando Burgos, que dirigió sus primeras preguntas al acusado de mayor rango y para el que reclama mayor pena, cinco años de cárcel. Obligó al general a un pormenorizado relato de los hechos, seguido con atención y murmullos por los familiares que llenaban la sala.
El general médico defendió su labor durante las 28 horas que duraron las identificaciones y aseguró que «en ningún momento» recibió consignas del ministerio para acelerar el proceso.
Rememoró que fue él quien comunicó a sus superiores que «todo iba bien» pese a las trabas que atribuyó a las autoridades turcas y a la falta de traductores. El general Navarro admitió no ser infalible y que le pudieron «bailar algunos números», pero cargó las tintas contra los médicos turcos y centro su defensa en atribuirles «errores» en la entrega de los cuerpos porque «hubo muchísimas manipulaciones, como cambios de saco, de número o de embalaje, y ahí debe de estar la concatenación (de fallos)».
Una vez concluido el reconocimiento, Navarro explicó que las autoridades turcas le urgieron a firmar el acta de entrega de los cuerpos. «Firmé sin saberlo porque estaba todo en turco. Si llego a saberlo, ¿cómo voy a firmar?», respondió el militar entre quejas de los asistentes.
En el momento más duro de su interrogatorio, el fiscal cuestionó la ausencia de certificados de defunción de los fallecidos y preguntó cómo entregó los féretros a los familiares sin ese trámite. «Creía que era un papel innecesario», respondió el general.
Los otros dos acusados, el comandante médico José Ramón Ramírez y el capitán Miguel Ángel Sáez, se limitaron a declarar que son patólogos, no forenses, y que su labor consistió en tomar nota de los cadáveres para elaborar la lista que supervisaría su superior, el general Navarro. Un acta de la que «nunca dudamos», coincidieron en afirmar.
La Fiscalía pide para ellos cuatro años y medio de cárcel por falsedad documental. El juicio sigue hoy con los primeros testigos.
http://www.diariosur.es/20090325/espana/militar-superviso-identificaciones-culpa-20090325.html
El encargado de recuperar y repatriar los cuerpos de los 62 soldados que murieron en el accidente del Yak-42, el general médico Vicente Navarro, culpó ayer a las autoridades turcas de los fallos en la identificación de los militares fallecidos en Trabzon (Turquía) en mayo de 2003. Atribuyó a los forenses turcos la modificación de los datos de 30 cuerpos que resultaron mal filiados y confesó que dio su consentimiento «sin saberlo» por la urgencia de la situación.
El esperado juicio comenzó ayer con el ex ministro de Defensa Federico Trillo como el gran ausente, para desánimo de los familiares. El tribunal consideró irrelevante su testimonio; el presidente del tribunal, el magistrado Javier Gómez Bermúdez, alegó que su presencia sólo hubiera sido relevante si la hubiera solicitado la defensa de los tres oficiales acusados. Por el mismo motivo, también denegó la comparecencia del ex presidente del Gobierno José María Aznar, y del ex ministro de Defensa José Bono.
Resueltas las cuestiones previas, comenzó a interrogar el fiscal Fernando Burgos, que dirigió sus primeras preguntas al acusado de mayor rango y para el que reclama mayor pena, cinco años de cárcel. Obligó al general a un pormenorizado relato de los hechos, seguido con atención y murmullos por los familiares que llenaban la sala.
El general médico defendió su labor durante las 28 horas que duraron las identificaciones y aseguró que «en ningún momento» recibió consignas del ministerio para acelerar el proceso.
Rememoró que fue él quien comunicó a sus superiores que «todo iba bien» pese a las trabas que atribuyó a las autoridades turcas y a la falta de traductores. El general Navarro admitió no ser infalible y que le pudieron «bailar algunos números», pero cargó las tintas contra los médicos turcos y centro su defensa en atribuirles «errores» en la entrega de los cuerpos porque «hubo muchísimas manipulaciones, como cambios de saco, de número o de embalaje, y ahí debe de estar la concatenación (de fallos)».
Una vez concluido el reconocimiento, Navarro explicó que las autoridades turcas le urgieron a firmar el acta de entrega de los cuerpos. «Firmé sin saberlo porque estaba todo en turco. Si llego a saberlo, ¿cómo voy a firmar?», respondió el militar entre quejas de los asistentes.
En el momento más duro de su interrogatorio, el fiscal cuestionó la ausencia de certificados de defunción de los fallecidos y preguntó cómo entregó los féretros a los familiares sin ese trámite. «Creía que era un papel innecesario», respondió el general.
Los otros dos acusados, el comandante médico José Ramón Ramírez y el capitán Miguel Ángel Sáez, se limitaron a declarar que son patólogos, no forenses, y que su labor consistió en tomar nota de los cadáveres para elaborar la lista que supervisaría su superior, el general Navarro. Un acta de la que «nunca dudamos», coincidieron en afirmar.
La Fiscalía pide para ellos cuatro años y medio de cárcel por falsedad documental. El juicio sigue hoy con los primeros testigos.
http://www.diariosur.es/20090325/espana/militar-superviso-identificaciones-culpa-20090325.html