La noticia de que el Ayuntamiento pagó el viaje de su mujer en cuatro viajes a Roma y Valencia cuestiona la imagen de rectitud de la que siempre ha hecho gala · Ello se suma a otras contradicciones del regidor
Si se comparase al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, con un barco, habría que hacerlo con un buque portacontenedores; de envergadura, firme en su estructura y capaz de asumir en su contenido todo tipo de mercancías. Lejos de la comodidad que transmiten los cruceros o la delicada línea de los navíos de paseo, la solidez es la seña que caracteriza al regidor del PP. Una fortaleza puesta de manifiesto tras más de 12 años como máximo responsable municipal, con tres mayorías absolutas en las urnas, sin que, en apariencia, ninguno de los muchos nubarrones que se han cernido sobre su labor, casi siempre de la mano de concejales de gestión cuanto menos distraída, haya alterado la imagen sin tacha del mandatario.
Ahora, a seis meses del segundo aniversario de su cuarto mandato, el cascarón contundente parece mostrar alguna grieta, cierto sesgo de óxido que toca la hasta ahora inmaculada hoja de presentación de De la Torre. Los tres viajes que el dirigente admitió haber realizado con su esposa, Rosa Francia, a Roma, a los que añadir al menos otro a Valencia, con dinero del Ayuntamiento le han situado ante la misma lupa de rectitud con la que siempre ha analizado la labor de los demás.
El fondo de la cuestión desvelada estos días por el PSOE no está tanto en la cuantía de los gastos, de poco más de 4.300 euros en el caso de uno de los periplos al Vaticano y otro a la ciudad del Turia, sino en el valor simbólico que tiene que el regidor asuma como normal que sean las arcas municipales las que costeen los gastos de avión, desplazamiento y estancia de su mujer. La realidad, según fuentes consultadas y que conocen bien al regidor, es que esta denuncia "le enfada mucho, está jodidísimo", al tiempo que "sorprendido porque se toque ahora este tema". "Es el tipo de cosas que le fastidian más", añadieron.
El comportamiento puesto en cuestión por el PSOE quiso ser extendido por De la Torre a otros regidores que, como él, fueron invitados y acudieron al Vaticano con motivo de la beatificación de 498 mártires, pero que, al menos en el caso del alcalde Álora, José Sánchez, tuvo una respuesta bien distinta: su viaje sí lo pagó el Ayuntamiento, el de su esposa, no.
Contrasta lo ocurrido con el valor que siempre ha dado De la Torre a mantener un comportamiento intachable por parte de los integrantes de su equipo de gobierno. Destituyó de sus responsabilidades a Rosa Agüera por, entre otros motivos, ir a misa y la peluquería en horario de trabajo; censuró a los ediles que, en su momento, llegaron a poner sobre la mesa la necesidad de elevar la cuantía de los salarios en la Casona del Parque, y acabó por desterrar a los que, como Joaquín Ramírez, asumió más cargos de los que, a juicio del regidor, eran pertinentes.
Un caso este último repetido recientemente con Carlos Conde, elegido edil en los comicios de 2011 pero llamado por Elías Bendodo a la Diputación provincial, y a la ex concejala de Economía Carolina España, a la que, más allá de que fuese su deseo, no dejó otra opción que dejar el cargo tras ser elegida diputada nacional por el PP. Era su manera de hacer ver que en el Ayuntamiento se está 24 horas o no se está. Pero en esta manera de entender la tarea pública existe una contradicción evidente cuando el propio regidor, tras demandarlo a la dirección de su partido a nivel regional, acabó siendo incluido en la lista al Senado.
Las urnas le otorgaron el derecho a ser miembro de la Cámara Alta, circunstancia que derivó en que del anuncio de alcalde 25 horas, marca de identidad en su campaña electoral a las municipales, se pasó a regidor a tiempo parcial. Aunque con un salario más elevado que el que presentaba cuando sólo era alcalde. La subida es sensible, si se tiene en cuenta que el De la Torre sólo alcalde recibía unas remuneraciones de 67.900 euros brutos anuales, mientras que el De la Torre también senador ingresará este ejercicio, según los datos del Senado y publicitados por él mismo, 77.673,30 euros, a los que sumar unos 11.900 euros por asistencia a los plenos en el Consistorio.
"Somos el ayuntamiento más transparente". Esta es una frase que se le escucha habitualmente al regidor cada vez que alguien duda, precisamente, de la transparencia del Consistorio. Y para dar muestra de ello el propio regidor se encarga de publicar con detalle todos los actos en los que ha participado durante la semana, eso sí, una vez finalizada la misma. El objetivo es bien claro, exponer ante el ciudadano interesado en entrar en la web municipal y en pinchar el icono bautizado como Transparencia qué es lo que hace en su jornada.
Que si se reúne con la ministra de Fomento aprovechando su estancia en el Senado, que si acude a la embajada de Catar a ver si puede solucionar los problemas del jeque... Llega al punto de precisar incluso que es su asesor para la Captación de Inversión Internacional, Marc Sanderson, el que conduce el coche alquilado que les llevó a Boston el pasado 14 de noviembre, en el marco del viaje que hizo a Nueva York para vender las bondades tecnológicas de Málaga. Por cierto, Sanderson tiene una nómina bruta anual de 61.500 euros.
No es la primera vez que el alcalde trata de ensalzar la austeridad de su desplazamientos. Comentan que De la Torre alardeaba de haber utilizado años atrás el Metro para acudir al Ayuntamiento de París, en lugar de tomar un taxi o disponer de un vehículo contratado.
Pero esta claridad explicativa en lo que hace el alcalde contrasta con que el Ayuntamiento tardase 19 meses en facilitar al PSOE, principal grupo de la oposición, los datos del viaje que el regidor hizo en octubre de 2007 con su esposa, pagado por el Ayuntamiento, a Roma con motivo de un acto de beatificación. Los documentos revelan que en 2011, Alcaldía, con la firma del regidor, decía desconocer la existencia de esos gastos.
El contexto en el que se mueve De la Torre en los últimos meses no es especialmente bueno para rebajar el malestar y enfado que le transmite lo sucedido con los viajes a Roma. Muy al contrario, la situación económica que lastra al Consistorio, con la previsión de que en 2013 se tendrán los más bajos presupuestos municipales que se recuerden, ha generado una tensión con las fuerzas sindicales del Ayuntamiento nunca antes vista en la Casona del Parque. Agentes de la Policía Local aguardan al regidor en cada acto público al que acude para hacer constar su malestar con los recortes anunciados e incluso, en su marcha diaria por el centro de la ciudad, recorrren la calle Larios al grito de "Yo también quiero ir a Roma".
http://www.malagahoy.es/article/malaga/1405910/la/torre/ante/su/espejo.html