Posteado Mar 13 Nov 2012 - 11:40
El sindicato CSIF no se suma a la huelga general de mañana por entender que no es buena para la imagen exterior de España y por estar auspiciada, a su juicio, por los mismos que originaron la actual crisis económica. Joaquín Pérez respeta a los sindicatos convocantes, CCOO y UGT, pero exige el mismo respeto para las personas que quieran ir a trabajar
José Vicente Rodríguez La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) no secunda la convocatoria de huelga general de mañana 14 de noviembre alegando responsabilidad ante la situación económica y social del país y su supuesto componente partidista. Su secretario en Málaga, Joaquín Pérez, reconoce que el Gobierno del PP se está equivocando en la gestión de la crisis y que, mirándolo con objetividad, hay muchas razones para convocar la huelga. Sin embargo, está convencido de queen estos momentos «es lo que menos le conviene a España».
¿Por qué no secundan la huelga convocada por CCOO y UGT?
Hay mil motivos para hacerle una huelga al Gobierno pero hay otros mil motivos para no hacérsela. La crisis no es consecuencia de un año de Gobierno del PP sino que también es consecuencia del anterior, eso hay que tenerlo claro. También es verdad que este Gobierno no está sabiendo gestionar la situación de crisis. Ha tenido el apoyo de los ciudadanos para hacer las reformas que se necesitaban y no las ha empezando a hacer hasta ahora, tarde y mal. Por otro lado, es inevitable que tengamos que hacer políticas de ajuste pero quizá se están haciendo en materias donde no se deberían de hacer. El Gobierno se equivoca en la gestión de la crisis y se le puede reprochar el no ponerse las pilas, pero no es el culpable de la situación.
Entonces, ¿por qué no van?
Primero, por responsabilidad; consideramos que hacer una huelga general es lo más desaconsejable en estos momentos para España. Causaría pérdida de confianza en el exterior y en los mercados, y una nueva subida en la prima de riesgo. Son cosas que no nos podemos permitir. En segundo lugar, estamos en una campaña electoral, la de Cataluña, y el CSIF nunca ha apoyado una huelga en ese tiempo. Y tercero, es una huelga partidista: está auspiciada por partidos políticos que son los culpables de la crisis económica actual. Eso se llama hipocresía y cinismo. Y el CSIF, desde su independencia, no puede compartir pancarta con un partido político. También es partidista porque la Junta de Andalucía, la misma del escándalo de los ERE y de la corrupción, dice ahora que la apoyan. Nosotros no podemos hacerlo. No es darle un plácet al Gobierno, en absoluto, pero tampoco pensamos que sea el culpable de la crisis. Zapatero tuvo una sola huelga en ocho años y Rajoy va a tener dos en su primer año. Eso es algo difícil de explicar.
¿Qué esperan mañana?
Nosotros respetamos a los que convocan la huelga pero exigimos el mismo respeto para los que no la secundamos y queremos trabajar. Lo digo porque viene siendo costumbre en las últimas convocatorias usar la violencia para impedir el acceso al trabajo. La izquierda no puede tener patente de corso. Una huelga general no es para que intervenga la Policía. Debe ser una jornada pacífica. Nuestras sedes del CSIF, esta misma de Málaga, ya han recibido agresiones en los últimos días en forma de pintadas. Pedimos no sufrir coacciones ni violencias.
¿Y si es el empresario el que impide a sus trabajadores ir a la huelga amenazándoles con cortarles el contrato?
Que se denuncie porque es igual de inadmisible que si quieres ir a trabajar y no te dejan. La huelga es un derecho del trabajador, pero el derecho es a hacerla o a no hacerla. Y en España todavía no hemos madurado esa idea. Nos hemos quedado anclados en la idea de que todos deben ir a la huelga.
Una de las motivaciones de la huelga es la falta de resultados de la reforma laboral, ¿qué opinan ustedes de ese texto?
En España era necesaria una reforma laboral para ponernos a la altura de los países de nuestro entorno europeo. Pero no la que se ha hecho, donde al empresario se le da todo el poder para hacer despidos baratos simplemente por tener expectativas de pérdidas. Han dejado al trabajador en una indefensión absoluta. Se tenía que haber hecho de otra forma. Es difícil flexibilizar el mercado laboral sin entrar en estas cuestiones pero también es verdad que esta reforma no contempla medidas claras de fomento del empleo. Aún así, ma parece una hipocresía que los mismos sindicatos que critican la reforma la hayan utilizado para hacer ERE. Con eso quedan deslegitimados para manifestarse conta ella aunque, repito, me parece una reforma que se debería mejorar, porque no se puede dejar en las manos del empresario un despido tan fácil.
¿Qué opina de los ERE en empresas públicas?
Hay que dejar claro primero lo que es administración en sí y lo que es sector público empresarial ( empresas y fundaciones creadas durante estos años de forma paralela). Muchas de estas empresas eran innecesarias y para trabajar en ellas no se convocó ninguna prueba de capacidad. Han sido usadas por los partidos para meter a sus personas afines. Ha pasado en Andalucía (PSOE) y en Valencia (PP). Y se ha creado un monstruo. Si esas empresas no son necesarias, habrá que cerrarlas aunque eso suponga, desde luego, que el paro seguirá subiendo. Pero la irresponsabilidad es de los que nos han gobernado, de los gestores, no de los trabajadores públicos. Una administración no puede ser una oficina de empleo. Empleados públicos tiene que haber los necesarios, ni más ni menos. Y no puede ser es que el gerente de una empresa pública gane mas que el presidente de la Junta de Andalucía, eso es una barbaridad. O que el director de Recursos Humanos de la Diputación de Málaga gane 94.000 euros al año, más que el presidente Rajoy. Mientras no arreglemos esto....
¿Qué juicio tiene sobre los recortes en educación y sanidad?
Pues que prefiero que recorten en subvenciones a terceros países, en publicidad institucional, en coches oficiales o en cargos de confianza antes que en educación sanidad. Probablemente si recortáramos lo superfluo no habría que hacer recortes en lo importante, y si hubiera que hacerlos, serían mucho más fáciles de explicar a la ciudadanía. El principal problema que tienen los españoles es ahora mismo su clase política. No tenemos unos políticos que den ejemplo sino que se han instalado en la mediocridad. Todo es por interés partidista y por el «y tú más».