MÁLAGA C.F.
La metamorfosis de Eliseu
Pellegrini ha logrado modelar al luso para convertirlo en un jugador de equipo Su etapa como lateral le ha permitido ganar en temple, en posesión y en participación en el juego.
Eliseu ya no solo explota su velocidad y sus condiciones físicas.
«El míster no me deja irme». Hace poco más de un mes, en la última semana de agosto, el Benfica tentó a Eliseu, pero Manuel Pellegrini no pudo ser más tajante en la conversación con él y le expuso que era un futbolista importante en este proyecto. Los dos goles en el campo del Anderlecht han venido a recompensar ahora al portugués, cuya escasa notoriedad en el juego había sido en las últimas semanas inversamente proporcional a su eficacia en pro del equipo, último paso en una metamorfosis en la que el entrenador chileno ha sido decisivo.
Hace menos de dos años, cuando Pellegrini tomó las riendas del equipo, no se sintió satisfecho del rendimiento de los laterales izquierdos. Ni Manu ni Mtiliga lo convencían. Al mismo tiempo, vio ejercitarse a Eliseu y, curiosamente, tampoco le terminaba de llenar como centrocampista. Excesivamente revolucionado en sus acciones y actitudes (ya había sido expulsado dos veces en la etapa de Jesualdo Ferreira), entendió que sus virtudes estaban desaprovechadas. El luso solo ofrecía entonces velocidad y además requería de un pase al hueco para explotarla. Además, su participación en el juego era mínima. Pero el chileno entendía que su margen de mejora era amplio.
Trabajo de laboratorio
Pellegrini analizó a fondo la situación y decidió retrasar a Eliseu. Fue un trabajo de laboratorio para atemperar sus ánimos en busca de un crecimiento que le permitiera mejorar como futbolista y convertirlo en una pieza más en el juego. Suponía un riesgo enorme, porque además el Málaga no estaba para exponer mucho en defensa. El equipo necesitaba una gran cantidad de puntos para revertir la situación y evitar el descenso a Segunda.
Los titubeos iniciales de Eliseu quedaron en el olvido. Tanto, que a Pellegrini no le disgustó que el refuerzo para el lateral izquierdo fuera inicialmente el sportinguista José Ángel, un meritorio. Después, cuando se torció la negociación, entró en escena Monreal. Pero su lateral izquierdo titular era todavía Eliseu, como se demostró en los primeros encuentros.
«No entiendo tantas críticas, porque si se analiza su rendimiento como defensa el balance es más positivo que el año pasado», reflexionó el año pasado Pellegrini cuando ya había apostado por Monreal como titular y tenía aparcada la opción de Eliseu. Eso sí, la actuación frente al Rayo Vallecano, especialmente su expulsión, jugó en contra del luso.
Sin embargo, para entonces el técnico ya había conseguido modelar a su antojo a Eliseu. Actuar como defensa le permitió a este ganar en temple, en paciencia, en posesión del balón y en capacidad para participar más en el juego con mínimo riesgo. Fue entonces, solo entonces, cuando Pellegrini entendió que el portugués ya podía actuar más adelantado. Ya no era solo el futbolista que podía aprovechar la adelantada línea defensiva del rival y que ofrecía el empuje necesario por aquellas fechas. Encima había asumido que con los apoyos y las triangulaciones podía ser más letal en beneficio del colectivo.
Del Eliseu de hace dos años no queda ni rastro. Ahora es un jugador de toque, no de 'sprint', y de mucho recorrido, no solo con intervenciones en la banda. Defensivamente media un abismo entre sus comienzos y la actualidad (como quedó patente en su segunda parte frente al Zenit, cuando contribuyó a blindar la medular junto a Camacho y el debutante Iturra) y gracias a la necesidad de no exponer en su etapa como lateral aquellas caídas al sentir el más leve contacto han quedado casi en el olvido.
El Eliseu actual es más completo. La metamorfosis experimentada por el portugués es el resultado de la apuesta personal de Pellegrini desde que aterrizó en el Málaga. El cambio de mentalidad del luso es evidente: raras veces busca la acción individual.
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2012-10-05/metamorfosis-eliseu-20121005.html