Llegado de la Fundación del exdelantero del Barcelona, el extremo tiene maravillados a propios y extraños Recién cumplidos los 16, el camerunés Fabrice se entrena con profesionales
Tiene la misma sonrisa picara de Samuel Eto'o, con el que comparte no pocos elementos en común. Para empezar que Fabrice -nótese que prefiere que se le llame así, no por su apellido, Olinga- es camerunés, como el exdelantero del Barcelona y el Real Madrid, ahora en el Anzhi daguestaní. Pero, sobre todo, porque el prometedor extremo malaguista proviene de la Fundación que creara el sensacional delantero africano para impulsar el futuro de los jóvenes talentos de su país.
Precisamente aquel Eto'o que llegó siendo un adolescente como cedido al Leganés es un claro precursor de Fabrice, que como él se salta peldaños en su progresión de una forma sorprendente. Llegó hace un año a la entidad de Martiricos para formar en el Juvenil de Liga Nacional, pero problemas burocráticas le hicieron comenzar en el San Félix como cadete. Apenas un año después está con los profesionales del primer equipo en Campoamor. Como quiera que cumplió 16 años el pasado 12 de mayo, se puede concluir que, sin duda, no hay muchos casos como el suyo en los últimos tiempos en el Málaga.
Fabrice se crió en Douala (Camerún) en una familia de nueve hermanos, de la que es el menor. Le profesa un gran cariño y admiración a sus dos madres, a las que ahora solo puede ver muy de vez en cuando. El fútbol le tiene asentado en Málaga. Fue un torneo en León con el equipo de la Fundación Samuel Eto'o el que propició el interés del Mallorca, club en el que también jugó el atacante. Allí permaneció tres años. «Siempre una categoría por encima de aquella en la que debía estar», aclara el ahora pupilo de Pellegrini, que se defiende muy bien con el castellano a pesar de que solo lleva cuatro años viviendo en nuestro país.
Cuando llegó el momento de renovar con el Mallorca, llegaron las dudas. No le convencieron las garantías de la entidad balear y, en consenso con su padre -un empresario camerunés que se dedica al tráfico de mercancias a otros países- decidió aceptar la oferta del Málaga. El responsable de La Academia, Manel Casanova, tuvo mucho que ver, como admite él. «Me atrajo mucho su forma de ser conmigo», aclara ahora. «Siempre me ha gustado el carácter de la gente aquí. La verdad es que en apenas tres meses en Málaga ya tenía muchos amigos y me sentí muy cómodo», añade.
Ahora vive con otros canteranos en la residencia para jugadores de la Universidad Laboral. Comparte vivienda con Álex Mula e Iván García, llegados a su vez de equipos catalanes, pero ahora se entretiene jugando con la 'playstation' con los jóvenes con los que comparte concentración en tierras alicantinas, sobre todo con Cala y Adrián.
llusionado
Fabrice aún no sabe si tendrá que preparar su pasaporte para acudir al 'stage' en Venezuela de final de mes. Aunque no lo reconoce abiertamente, le ilusionaría la posibilidad, pero intuye que en cuanto lleguen fichajes cederá el testigo. «Mi padre me dice que tenga paciencia, que intente hacer las cosas bien y disfrutar del día a día. Siempre digo que quiero jugar y me da igual dónde. Hay que intentar seguir creciendo, pero si tengo que jugar con el filial, lo daré todo», sentencia con la lección aprendida.
En efecto, todo apunta a que esta campaña la desarrollará en el Atlético Malagueño, en el grupo IX de Tercera. Esta la empezó con tres goles con el San Félix, quince en el juvenil de Liga Nacional (con Carlos Antón) y diecisiete a las órdenes de Alberto González en el División de Honor. Ahí fue casi a gol por partido, pese a partir de la posición de extremo zurdo, con tendencia a aparecer por dentro, al ser diestro.
Con Pellegrini estos días juega más de segunda punta en los partidillos. «Me insiste en que no esté a la altura del otro punta», reconoce sobre sus conversaciones con el preparador malaguista. Lo cierto es que Fabrice tiene un futuro espléndido si mantiene su progresión. Sus condiciones atléticas son excepcionales, así como su desborde. Es un jugador capaz de generar ocasiones por sí solo.
Admirador de Ronaldo Nazario, aunque no tenga mucho que ver con él en sus características, Fabrice puede darse con un canto en los dientes. Son pocos los chicos cameruneses que se abren paso a través de la Fundación Eto'o. Lo hace Dongou en el Barcelona B y el lateral juvenil del Valencia Leuko.
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2012-07-15/pupilo-salta-peldanos-20120715.html