El descenso más trágico
Derrotado por un Celta que ascendió a Primera, el equipo blanquiazul bajó a Segunda B, preludio de su desaparición. Hoy se cumplen 20 años del último partido del Club Deportivo Málaga
En plena resaca del mayor éxito del Málaga, cuyo histórico cuarto puesto en la Liga le ha permitido ocupar puesto de Champions por primera vez en su existencia, es preciso recordar un hecho antagónico de los anales blanquiazules: hoy se cumplen veinte años del último partido del Club Deportivo Málaga. Fue en Segunda División. Tras el descenso a Segunda B aquel 24 de mayo de 1992, llegó la desaparición del equipo. Precisamente la triste efeméride le da aún más valor si cabe a la última hazaña. El conjunto de La Rosaleda ha sabido reinventarse, levantar cabeza y remontar de forma espectacular hasta situarse entre los grandes.
Ese postrero enfrentamiento que marcó un antes y un después en la historia de la entidad de Martiricos fue contra el Celta, que venció por 3-0. Balaídos vio en aquel encuentro a dos equipos separados nada menos que por dos categorías en cuanto el árbitro dio el pitido final. El conjunto local ascendía a Primera junto al Rayo Vallecano, mientras que el Málaga, con solo 30 puntos en 38 jornadas, formaba parte de un cuarteto de suspensos que completaban el Sestao (32 puntos), el Avilés (27) y Las Palmas (25).
En esa última jornada se consumó la pérdida oficial de la categoría. Pero matemáticamente el equipo blanquiazul ya estaba descendido antes de disputar el duelo de Vigo. La catástrofe se produjo nada menos que en La Rosaleda, donde venció el Compostela (0-1). El Málaga, que no bajaba a la tercera categoría del fútbol español desde la temporada 1958-59, presentó en ese partido la siguiente alineación: Ignacio; Domínguez, Álvarez, Padilla (Villa, minuto 66); Albis (Molina, minuto 78), Zapatera, Castillo, Merino; Quero, Quino y Husillos.
En SUR, Manuel Castillo tituló así su crónica: «El Málaga culminó su desafortunada temporada con otra derrota en La Rosaleda que viene a confirmar su descenso». La portada del suplemento deportivo ofrecía un titular más breve, pero muy contundente: «El Málaga se hundió ayer en Segunda B». Fue un partido de contrastes. El llenazo de La Rosaleda propiciado por una iniciativa de SUR se tornó en tragedia al final del choque, que había comenzado con una sentada de los jugadores en protesta por los impagos. La plantilla culminó así una semana de encierro en el vestuario. La anterior alineación difiere en algunos jugadores de la que disputó el último partido antes de la desaparición, y que estuvo formada por: Ignacio; Onofre, Domínguez, Jaime, Padilla; Zapatera, Diego, Castillo (Makanaky, minuto 30), Merino; Molina y Quino (Basti, minuto 65).
Deudas
El descenso a Segunda B le impidió al Málaga entrar en el plan de saneamiento del fútbol español. La suerte estaba echada con esas malas perspectivas. Las deudas del club, que superaban los 2.000 millones de pesetas y que eran difíciles de afrontar, propiciaron la desaparición del equipo, la mayor tragedia deportiva que ha vivido la capital de la Costa del Sol. Veinte años después de ese último partido del entrañable Club Deportivo Málaga, la entidad vive una etapa antagónica, para regocijo de sus abonados, muchos de los cuales no habían nacido aquel 24 de mayo de 1992, año olímpico e histórico para España por celebrarse los Juegos de Barcelona.
Antes de llegar a la actual situación de bonanza deportiva, el nuevo Málaga Club de Fútbol no solo pasó por vicisitudes de todo signo, sino que se libró in extremis de caer de nuevo en el pozo. Afortunadamente, eso es historia cuyo recuerdo debería servir para no tropezar una segunda vez con la misma piedra.
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2012-05-24/descenso-tragico-20120524.html