Cinco pacientes adultos están infectados y otros 14 han contraído el germen, aunque no han desarrollado la infección · Los primeros casos se detectaron a finales de abril
Diecinueve pacientes ingresados en el Hospital Carlos Haya están afectados por una bacteria cuyo origen se desconoce, pero cuyo foco ha sido localizado en la UCI. Cinco enfermos adultos están infectados y otros 14 han contraído el germen, aunque no han desarrollado la infección, según informó ayer el centro sanitario. Los primeros casos de klebsiella pneumoniae se registraron en la última semana de abril. Esta bacteria se ceba con los pacientes más débiles y suele hacerse resistente a los antibióticos. De ahí que sea un germen oportunista característico de las infecciones nosocomiales. En personas sanas, la bacteria puede estar en el intestino sin que afecte a su salud, pero en pacientes inmunodeprimidos puede ser fatal. Según indicó ayer el hospital, no se ha producido ningún fallecimiento.
Los pacientes afectados por la klebsiella están agrupados en la UCI, la tercera y la quinta planta, del hospital con aislamiento de contacto. Esta medida supone que se extreman la limpieza y la higiene para que el germen no se propague. El hospital aclaró que el hecho de que los afectados se agrupen en determinadas zonas es para facilitar el trabajo del personal y el control de todo el material, ya que hay que extremar la higiene de sábanas, bandejas de comida, fregonas, así como también del material clínico. Según el hospital, tras detectarse el brote se puso en marcha el protocolo que incluye realizar análisis para comprobar el alcance la infección y extremar las medidas de prevención que pasan por aislamiento de contacto, limpieza e higiene. Los cinco pacientes infectados además están recibiendo tratamiento con antibióticos, porque aunque la bacteria se vuelve resistente, hay fármacos potentes que pueden combatirla.
El hospital aclaró que la klebsiella no se transmite por vía aérea sino por contacto a través de las manos u objetos contaminados. Por eso, precisó que las visitas de los familiares se mantienen, aunque con la correspondiente información para que sigan unas pautas de aislamiento de contacto e higiene. Tras detectarse los casos, el hospital formó una comisión de seguimiento integrada por médicos, enfermeros, así como por especialistas en medicina preventiva y en enfermedades infecciosas. Sin embargo, entre los trabajadores había ayer cierto malestar porque no se había informado ni a la junta de personal ni al comité de seguridad laboral. En torno al 10% de la población es portadora de esta bacteria, que vive en el recto. El problema es que en los hospitales, debido a la utilización de antibióticos, se vuelve resistente y ataca a los enfermos más vulnerables.
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