Algunos debuts de canteranos, con más o menos continuidad (Pepe Pozas, Carlos Cobos, Rafa Freire o Alberto Díaz), temporeros de la más diversas calaña y resultados (Roderick Blakney, Shammond Williams, Pooh Jeter, Zabian Dowdell, Mark Payne) fiascos estruendosos (Terrell McIntyre), apuestas temerarias (Panchi Barrera o Gomis, cada uno a su manera), remiendos (Berni), bases en su día denostados y que hoy parecerían John Stockton (Cook), las dos fallidas apuestas de este año (Rowland y Valters)... Han influido lesiones y bajo rendimiento. Pero todo esto ha cabido en la dirección de juego. Incluso ayudas esporádicas de Fitch o Tripkovic.
La falta de estabilidad en una posición tan trascendental como la director de juego quizá ayuda a explicar la caída en los resultados de las tres últimas temporadas. Un dato revelador, por establecer una paralelismo similar en el tiempo. En el trienio dorado (2005-2007), la pareja Pepe Sánchez-Carlos Cabezas se mantuvo inalterable. En los dos primeros ejercicios estuvo ahí Jesús Lázaro para echar una mano. Y se produjeron los debuts simbólicos de Pavel Ermolinski y Michal Chylinski. 5 contra 16.
El desequilibrio comenzó en la temporada 2009/10. No es casual que se produjera justo ese verano la marcha de Carlos Cabezas, inquilino de la posición durante una década y un referente para la afición. Desde él y Cook, no ha habido un base que haya jugado en dos temporadas distintas, con las excepciones de los canteranos Freire y Pozas, el primero con más protagonismo, el segundo anecdótico. Ese año se corrigió una entonces entendida como deficiente temporada regular, con ausencia incluida en la Copa del Rey, con la presencia en las semifinales de la Liga Endesa tras derrotar al Valencia en cuartos con factor cancha en contra. Continuó Cook, al que se le asignó Joe Gomis como compañeros de salida. Pero una lesión veraniega del francés apenas le permitió jugar ocho partidos en todo el años. Además, era una reconversión un tanto forzada. Pooh Jeter, Shammond Williams y Zabian Dowdell fueron distintos temporeros. Este último acabó siendo determinante para eliminar al Valencia. También debutaría Rafa Freire. Seis bases.
Con el cambio de dirección deportiva, la transición de Berdi Pérez y Juanma Rodríguez a Manolo Rubia, no ha variado esta tendencia a acumular directores de juego. La apuesta McIntyre-Panchi Barrera resultó un fiasco. El primero llegó acabado tras una estelar carrera en Italia y el segundo no daba el nivel. Por ahí se abría una vía de agua en el proyecto de Aíto. Blakney relevó a McIntyre cuando empezaron sus lesiones, pero acabó quedándose hasta final de temporada. Freire, Carlos Cobos y Pozas también jugaron el año pasado, los dos últimos sin protagonismo continuo. Otros seis bases.
Se decidió cambiar esta temporada y apostar por Rowland y Valters, ya experimentados y baqueteados en Europa, cercanos a la treintena. Pero no han dado tampoco el nivel. Pozas debutó con Chus Mateo, Mark Payne subió del Clínicas y tuvo protagonismo con lesiones de Rowland y Valters. Y ahora, Berni y Díaz. Otros seis. Y dos más (Freire o Díaz mediante) el año que viene. Demasiados.