El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma ha condenado a 6 años de cárcel al expresidente del Govern y exministro de Medio Ambiente Jaume Matas por un delito de fraude a la administración; un delito de falsedad en documento oficial; un delito de falsedad en documento mercantil; un delito de prevaricación en concurso con un delito de malversación y un delito de tráfico de influencias agravado. Esto supone dos años y medio menos de lo que solicitaba la Fiscalía Anticorrupción.
De esta manera, Matas se convierte así en el primer exmandatario autonómico que se enfrenta a una pena de prisión y el segundo exministro que prevé ingresar en ella, después de que ya lo hiciera durante tres meses José Barrionuevo por el secuestro de Segundo Marey.
Por su parte, ha condenado a 3 años y 9 meses de prisión al periodista Antonio Alemany por un delito de prevaricación; un delito de falsedad en documento oficial; un delito de falsedad en documento mercantil en concurso con uno de malversación y un delito de tráfico de influencias. Mientras, la Fiscalía solicitaba para él 7 años y tres meses de prisión. Un fallo que se conoce casi dos meses después de que el primer juicio del caso Palma Arena quedase visto para sentencia y que también ha sido notificado al articulista que redactaba los discursos de Matas, Antonio Alemany.
Juzgado en enero
Más de dos años después de que estallase el caso Palma Arena y con una fianza penal de dos millones y medio de euros a sus espaldas, el exlíder del PP balear fue juzgado el pasado mes de enero por presuntos delitos de malversación, fraude, falsedad en documento oficial, prevaricación y tráfico de influencias, por los que la Fiscalía Anticorrupción solicitaba un total de ocho años y medio de cárcel contra él, la misma pena que reclamaba la Abogacía de la Comunidad Autónoma.
Se trata de la pieza número 2 de las 26 que integran el caso Palma Arena, en el marco de la cual el tribunal, presidido por la magistrada Margarita Beltrán, considera probado que los acusados pactaron beneficiar de forma arbitraria e irregular a Alemany y a sus sociedades con fondos públicos que ascendieron a un total de 483.186 euros. Todo ello después de que el articulista acudiese a Matas en busca de una forma de retribuirle la elaboración de sus discursos e intervenciones públicas. Sin embargo, a lo largo de diez jornadas de juicio, el exmandatario autonómico y el articulista defendieron su actuación en torno a la contratación presuntamente irregular de éste último como redactor de las intervenciones de Matas.
"Sin escrúpulos"
Por su parte, durante la lectura de su informe final, el fiscal anticorrupción Pedro Horrach ha aseverado que "Matas era un gran gestor, sí, pero no del dinero público, sino de su propia imagen". Y es que así de tajante se mostró a lo largo de su relato en torno a los indicios delictivos que pesan sobre el expresidente del Govern en el marco del primer juicio del caso Palma Arena, y en el que no dudó en expresar su "indignación" al ver cómo "sin escrúpulos no se asumen las consecuencias penales derivadas de sus actos".
El representante del Ministerio Público reservó palabras también para la figura de Alemany, a quien se refirió como un periodista "rabiosamente independiente excepto del dinero y del poder", al haber resultado beneficiado en el año 2003 de un concurso "totalmente ficticio" que, lejos de dar cumplimiento al objeto para el que fue convocado -contratar una asesoría externa en materia de comunicación- fue utilizado para enmascarar los pagos por la redacción de los discursos del exmandatario del PP.
De esta manera, Matas se convierte así en el primer exmandatario autonómico que se enfrenta a una pena de prisión y el segundo exministro que prevé ingresar en ella, después de que ya lo hiciera durante tres meses José Barrionuevo por el secuestro de Segundo Marey.
Por su parte, ha condenado a 3 años y 9 meses de prisión al periodista Antonio Alemany por un delito de prevaricación; un delito de falsedad en documento oficial; un delito de falsedad en documento mercantil en concurso con uno de malversación y un delito de tráfico de influencias. Mientras, la Fiscalía solicitaba para él 7 años y tres meses de prisión. Un fallo que se conoce casi dos meses después de que el primer juicio del caso Palma Arena quedase visto para sentencia y que también ha sido notificado al articulista que redactaba los discursos de Matas, Antonio Alemany.
Juzgado en enero
Más de dos años después de que estallase el caso Palma Arena y con una fianza penal de dos millones y medio de euros a sus espaldas, el exlíder del PP balear fue juzgado el pasado mes de enero por presuntos delitos de malversación, fraude, falsedad en documento oficial, prevaricación y tráfico de influencias, por los que la Fiscalía Anticorrupción solicitaba un total de ocho años y medio de cárcel contra él, la misma pena que reclamaba la Abogacía de la Comunidad Autónoma.
Se trata de la pieza número 2 de las 26 que integran el caso Palma Arena, en el marco de la cual el tribunal, presidido por la magistrada Margarita Beltrán, considera probado que los acusados pactaron beneficiar de forma arbitraria e irregular a Alemany y a sus sociedades con fondos públicos que ascendieron a un total de 483.186 euros. Todo ello después de que el articulista acudiese a Matas en busca de una forma de retribuirle la elaboración de sus discursos e intervenciones públicas. Sin embargo, a lo largo de diez jornadas de juicio, el exmandatario autonómico y el articulista defendieron su actuación en torno a la contratación presuntamente irregular de éste último como redactor de las intervenciones de Matas.
"Sin escrúpulos"
Por su parte, durante la lectura de su informe final, el fiscal anticorrupción Pedro Horrach ha aseverado que "Matas era un gran gestor, sí, pero no del dinero público, sino de su propia imagen". Y es que así de tajante se mostró a lo largo de su relato en torno a los indicios delictivos que pesan sobre el expresidente del Govern en el marco del primer juicio del caso Palma Arena, y en el que no dudó en expresar su "indignación" al ver cómo "sin escrúpulos no se asumen las consecuencias penales derivadas de sus actos".
El representante del Ministerio Público reservó palabras también para la figura de Alemany, a quien se refirió como un periodista "rabiosamente independiente excepto del dinero y del poder", al haber resultado beneficiado en el año 2003 de un concurso "totalmente ficticio" que, lejos de dar cumplimiento al objeto para el que fue convocado -contratar una asesoría externa en materia de comunicación- fue utilizado para enmascarar los pagos por la redacción de los discursos del exmandatario del PP.