La Moncloa atribuye a Tomás Burgos la licenciatura sin poseerla.
El diputado alimentó el error al incluir en su currículum: “Medicina y Cirugía”
Tomás Burgos Gallego, secretario de Estado de la Seguridad Social, “es médico y experto en gestión sanitaria” según el currículum que figura en la referencia oficial del Consejo de Ministros que lo nombró el pasado 30 de diciembre, que puede consultarse en la página web de La Moncloa.
Sin embargo, la biografía de Tomás Burgos que figura en la página web del Ministerio de Empleo y Seguridad Social es menos contundente. Asegura que el máximo responsable de la Seguridad Social tiene “formación universitaria en Medicina por la Universidad de Valladolid”. Entonces, ¿es médico?
No lo es. Es decir, nunca se ha licenciado en Medicina. Un portavoz del departamento que dirige Fátima Báñez reconoció a EL PAÍS que Burgos cursó estudios de Medicina en la Universidad de Valladolid —no especificó cuántos cursos— pero nunca los concluyó. Aunque Rajoy presumió de que elegiría a “los mejores” para formar parte de su Gobierno, no es preciso ser médico para ocupar la Secretaría de Estado de la Seguridad Social. Se trata de un cargo de confianza política que no requiere de ninguna titulación previa. Ahora bien, la obtención del título de médico está sujeta al cumplimiento de requisitos muy estrictos y el ejercicio de la medicina sin estar facultado legalmente para ello puede llegar a constituir delito.
Fuentes gubernamentales explican que el currículum que se incluye en la referencia oficial del Consejo de Ministros —un documento que da fe de los acuerdos adoptados por el Gobierno— lo confeccionan funcionarios de la Secretaría de Estado de Comunicación a partir de los datos facilitados por el ministerio que propone el nombramiento.
¿Quién indujo al redactor de la nota oficial a creer que Tomás Burgos era médico sin serlo? Es imposible saberlo, pero no es arriesgado deducir que él mismo ha alimentado el equívoco.
En la biografía de Burgos que figura en la página web del Congreso de los Diputados correspondiente a la actual legislatura se lee: “Medicina y Cirugía. Universidad de Valladolid”. Cualquiera interpretaría que estas lacónicas palabras significan que está licenciado en medicina y cirugía por la Universidad de Valladolid, aunque él no lo dijera expresamente, consciente de que no era cierto. Entre los que hicieron esta ingenua interpretación se encuentra nada menos que el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España, que en su diario digital Médicos y Pacientes, correspondiente al pasado 11 de diciembre, publicó un artículo titulado: “18 médicos en la nueva Cámara Baja del Parlamento”. El primero de la lista era Tomás Burgos, al que definía como “licenciado en Medicina y Cirugía. Universidad de Valladolid”. En realidad, Burgos no está colegiado en ningún colegio médico de España. No puede estarlo.
El error nunca se habría producido si el actual secretario de Estado de la Seguridad Social hubiera mantenido en la página web del Congreso el currículum que figuraba en la anterior legislatura (2008-2011), en la que se le definía como “diplomado en Dirección de Instituciones Sanitarias. Máster Ejecutivo en Gestión Sanitaria”. Ni una palabra de medicina o cirugía.
La tentación de engordar los currículos con títulos que aparentan ser lo que no son, o que directamente son falsos, no es nueva. Ya lo hizo Luis Roldán, quien se atribuyó la condición de economista cuando fue nombrado director general de la Guardia Civil, en 1986. Esa mentira fue la primera, y también la menor, de sus irregularidades.
http://politica.elpais.com/politica/2012/02/12/actualidad/1329072084_198272.html
El diputado alimentó el error al incluir en su currículum: “Medicina y Cirugía”
Tomás Burgos Gallego, secretario de Estado de la Seguridad Social, “es médico y experto en gestión sanitaria” según el currículum que figura en la referencia oficial del Consejo de Ministros que lo nombró el pasado 30 de diciembre, que puede consultarse en la página web de La Moncloa.
Sin embargo, la biografía de Tomás Burgos que figura en la página web del Ministerio de Empleo y Seguridad Social es menos contundente. Asegura que el máximo responsable de la Seguridad Social tiene “formación universitaria en Medicina por la Universidad de Valladolid”. Entonces, ¿es médico?
No lo es. Es decir, nunca se ha licenciado en Medicina. Un portavoz del departamento que dirige Fátima Báñez reconoció a EL PAÍS que Burgos cursó estudios de Medicina en la Universidad de Valladolid —no especificó cuántos cursos— pero nunca los concluyó. Aunque Rajoy presumió de que elegiría a “los mejores” para formar parte de su Gobierno, no es preciso ser médico para ocupar la Secretaría de Estado de la Seguridad Social. Se trata de un cargo de confianza política que no requiere de ninguna titulación previa. Ahora bien, la obtención del título de médico está sujeta al cumplimiento de requisitos muy estrictos y el ejercicio de la medicina sin estar facultado legalmente para ello puede llegar a constituir delito.
Fuentes gubernamentales explican que el currículum que se incluye en la referencia oficial del Consejo de Ministros —un documento que da fe de los acuerdos adoptados por el Gobierno— lo confeccionan funcionarios de la Secretaría de Estado de Comunicación a partir de los datos facilitados por el ministerio que propone el nombramiento.
¿Quién indujo al redactor de la nota oficial a creer que Tomás Burgos era médico sin serlo? Es imposible saberlo, pero no es arriesgado deducir que él mismo ha alimentado el equívoco.
En la biografía de Burgos que figura en la página web del Congreso de los Diputados correspondiente a la actual legislatura se lee: “Medicina y Cirugía. Universidad de Valladolid”. Cualquiera interpretaría que estas lacónicas palabras significan que está licenciado en medicina y cirugía por la Universidad de Valladolid, aunque él no lo dijera expresamente, consciente de que no era cierto. Entre los que hicieron esta ingenua interpretación se encuentra nada menos que el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España, que en su diario digital Médicos y Pacientes, correspondiente al pasado 11 de diciembre, publicó un artículo titulado: “18 médicos en la nueva Cámara Baja del Parlamento”. El primero de la lista era Tomás Burgos, al que definía como “licenciado en Medicina y Cirugía. Universidad de Valladolid”. En realidad, Burgos no está colegiado en ningún colegio médico de España. No puede estarlo.
El error nunca se habría producido si el actual secretario de Estado de la Seguridad Social hubiera mantenido en la página web del Congreso el currículum que figuraba en la anterior legislatura (2008-2011), en la que se le definía como “diplomado en Dirección de Instituciones Sanitarias. Máster Ejecutivo en Gestión Sanitaria”. Ni una palabra de medicina o cirugía.
La tentación de engordar los currículos con títulos que aparentan ser lo que no son, o que directamente son falsos, no es nueva. Ya lo hizo Luis Roldán, quien se atribuyó la condición de economista cuando fue nombrado director general de la Guardia Civil, en 1986. Esa mentira fue la primera, y también la menor, de sus irregularidades.
http://politica.elpais.com/politica/2012/02/12/actualidad/1329072084_198272.html