A las 9.45 de esta mañana el ex presidente del Govern Jaume Matas ha llegado a la Audiencia Provincial de Palma donde se enfrenta al primer juicio por la pieza número 2 del llamado caso Palma Arena por la que la Fiscalía reclama para el ex ministro 8 años de prisión mientras que su defensa pide la libre absolución. Matas ha sido el último de los acusados de esta causa en presentarse en el Palacio de Justicia, apenas 15 minutos antes del comienzo de la vista oral. En la Plaza del Mercat se han concentrado numerosos periodistas y una veintena de curiosos que han recibido al ex president al grito de "ladrón" y "chorizo, devuelve el dinero". Matas ha entrado en la Audiencia cabizbajo bajo una lluvia de pitos y abucheos. Unos gritos que se han producido también a la llegada de Martorell y Alemany.
Nada más comenzar el juicio el defensor del ex presidente ha aaportado una nueva prueba y el ribunal ha suspendido la vista durante cinco minutos para valorarla y la sesión ha vuelto a reanudarse.
El primero en llegar a la Audiencia, sin embargo, ha sido Miguel Romero administrador de la empresa Nimbus, a través de la cual tramitaron algunos de los pagos presuntamente irregulares al periodista Antonio Alemany. Posteriormente han llegado María Umbert, jefa de gabinete de Matas entre 2003 y 2004; Dulce Linares, ex secretaria general técnica de la conselleria de Relaciones Institucionales, Joan Martorell, ex director de Comunicación del Govern y el propio Alemay. A las dos primeras el Ministerio Público pide menos de dos años de prisión, y dado que no tienen antecedentes, está previsto que no lleguen a ingresar en la penitenciaria. Martorell, por su parte, ha conseguido una rebaja de pena tras haber ingresado en la cuenta del juzgado el dinero que podría haberse malversado con su colaboración. Ahora la Fiscalía pide para él 2 años de cárcel.
Matas deberá responder desde el banquillo de los acusados por la supuesta contratación irregular de Antonio Alemany, redactor de sus discursos desde que fuera nombrado ministro de Medio Ambiente. La Fiscalía sostiene que se concertó junto a los otros cinco acusados para pagar 483.184 euros a las sociedades del periodista mediante trabajos de asesoramiento inexistentes y contratos supuestamente amañados.
El fiscal le considera inductor de los delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos y fraude a la administración. Matas, por su parte, defiende que las contrataciones fueron correctas.
El juicio comenzará con las cuestiones previas que los abogados de la defensa tengan previtos plantear y después comenzará el interrogatorio de los acusados, está previsto que Jaume Matas sea el primero en declarar.
Nada más comenzar el juicio el defensor del ex presidente ha aaportado una nueva prueba y el ribunal ha suspendido la vista durante cinco minutos para valorarla y la sesión ha vuelto a reanudarse.
El primero en llegar a la Audiencia, sin embargo, ha sido Miguel Romero administrador de la empresa Nimbus, a través de la cual tramitaron algunos de los pagos presuntamente irregulares al periodista Antonio Alemany. Posteriormente han llegado María Umbert, jefa de gabinete de Matas entre 2003 y 2004; Dulce Linares, ex secretaria general técnica de la conselleria de Relaciones Institucionales, Joan Martorell, ex director de Comunicación del Govern y el propio Alemay. A las dos primeras el Ministerio Público pide menos de dos años de prisión, y dado que no tienen antecedentes, está previsto que no lleguen a ingresar en la penitenciaria. Martorell, por su parte, ha conseguido una rebaja de pena tras haber ingresado en la cuenta del juzgado el dinero que podría haberse malversado con su colaboración. Ahora la Fiscalía pide para él 2 años de cárcel.
Matas deberá responder desde el banquillo de los acusados por la supuesta contratación irregular de Antonio Alemany, redactor de sus discursos desde que fuera nombrado ministro de Medio Ambiente. La Fiscalía sostiene que se concertó junto a los otros cinco acusados para pagar 483.184 euros a las sociedades del periodista mediante trabajos de asesoramiento inexistentes y contratos supuestamente amañados.
El fiscal le considera inductor de los delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos y fraude a la administración. Matas, por su parte, defiende que las contrataciones fueron correctas.
El juicio comenzará con las cuestiones previas que los abogados de la defensa tengan previtos plantear y después comenzará el interrogatorio de los acusados, está previsto que Jaume Matas sea el primero en declarar.