El Málaga vive muy pendiente de la Copa de la Paz, y no sólo por el hecho de que La Rosaleda vaya a ser una de las sedes. El afán del club por participar es máximo, aunque depende de carambolas para poder estar en ella. Al menos, sus opciones ya son más claras: en el caso de que Ajax u Oporto tengan que disputar la fase previa de la Liga de Campeones en verano, los problemas de calendario les impedirían estar en la cita. Ese efecto rebote rescataría al Málaga de su actual escaño de suplencia y le otorgaría la participación directa.
Echando un ojo a las actuales situaciones ligueras de holandeses y lusos, no es una combinación muy descabellada, ya que en ambas ligas sólo el campeón tiene acceso directo a la máxima competición continental. Para el Ajax, el título empieza a ser una quimera. Es tercero a once puntos del AZ Alkmaar de Van Gaal, que además cuenta con un partido menos en su casillero. Además, tiene delante al Twente, que le aventaja en un triunfo. En la Eridivise el sistema para establecer quién va a la fase previa de la Champions es distinto. El segundo se hace con el derecho a jugar, mientras que tercero, cuarto, quinto y sexto establecen un play off del que saldrá el último representante. En el caso de no quedar subcampeón, habría una reválida para apurar sus opciones de estar en Champions.
Además, a nueve jornadas para el final de la Liga Bwin, el Oporto aventaja en sólo dos puntos al Benfica y en cuatro al Sporting de Lisboa, tercer clasificado. Se aventura un final reñido en el que puede pasar cualquier cosa.
El Málaga es consciente de la inyección económica que supondría disputar el torneo, que también tiene una plusvalía de imagen por el caché de sus participantes. Juventus, Olympique de Lyon, Real Madrid, Sevilla, Liga Deportiva Universitaria de Quito y, entre otros, un representante de Alemania y otro de Inglaterra aún por decidir, aguardarían como posibles rivales a partir de julio.
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