Televisión y derrumbe de patrocinio y subvenciones abren la brecha
Luis Nieto | 31/08/2011
El Madrid le hizo seis goles al Zaragoza, equipo que guarda en su sala de trofeos seis Copas y una Recopa y cuyo portero, Roberto, se dio un baño de gloria en aquel valle de lágrimas. Y el Barça, con un defensa puro y sin Xavi ni Villa de salida, le metió cinco al Villarreal, único equipo que se había interpuesto entre los dos grandes en los últimos siete años. Aquel Submarino fue subcampeón en 2008 y le sacó diez puntos al Barça. El lunes pareció un pelele pintado de amarillo. Una jornada bastó para que se disparasen todas las alarmas sobre una Liga a la escocesa, enferma de trastorno bipolar.
Madrid y Barça se han repartido las últimas siete ligas. Ya encadenaron una racha de nueve (de 1957 a 1965, en el apogeo de Di Stéfano) y otra de once (de 1985 a 1995, años de la Quinta del Buitre, primero, y del Dream Team, después). Pero en las dos últimas campañas, la diferencia con el tercero, el Valencia, se estableció en 25 y 21 puntos, respectivamente. Un abismo inédito que coincide sospechosamente con los años más duros de la crisis.
El dominio de esta inmensa minoría obedece al desigual reparto de los derechos televisivos, pero no sólo a eso. Es cierto que Madrid y Barça cobran 140 millones al año por este concepto (el 45% del pastel); que Atlético y Valencia, la clase media-alta, no pasa de 42, y que el larguísimo furgón de cola se queda en 13. Tampoco admite discusión que en Inglaterra el 66% del dinero de la televisión se distribuye a partes iguales. El Manchester United, el mejor pagado, recibió el curso pasado 68,2 millones. El Blackpool, el menos favorecido, 44. Y consta que el Bayern sólo supera en 14 al 'colista' Colonia.
Pero esta desigualdad no explica totalmente el brutal despegue de las superpotencias. La crisis ha evaporado patrocinios. Los grandes los encuentran y el resto, no. Casi un tercio de los equipos de Primera no tiene espónsor en su camiseta. También han cerrado el grifo de las subvenciones ayuntamientos y comunidades autónomas, clavo ardiendo de clubes pequeños. Y el sector de la construcción se vino abajo y se divorció tan repentinamente del fútbol como se casó con él.
Por ahí habría que buscar también cómo Madrid o Barça, que hace cuatro años presentaban un presupuesto cercano a los 300 millones, se moverán en 2012 en 520 y 485, respectivamente. El Atlético, en el mismo periodo, lo ha reducido de 138 a 115. El Valencia, de 140 a 115 en cinco años, y el Villarreal, de 99 a 78 en tres.
Sólo en fichajes el Barça ha gastado 83 millones este verano (por Cesc y Alexis, sumando fijos y variables) para reforzar un equipo que viene de ganarlo todo menos la Copa. El Madrid pagó 55 por cuatro jugadores, pero venía de inversiones fabulosas los dos ejercicios anteriores (casi 350 millones). Mientras, el Atlético vendía a Agüero y Forlán; el Valencia, a Villa, Silva, Marchena y Mata, cuatro campeones del mundo, en sólo dos años; y el Villarreal, a Cazorla a un Málaga revitalizado por el dinero de un jeque. La primera jornada ha inundado las alineaciones de jugadores de equipos filiales. Así se completan plantillas exiguas a bajo coste. Las superpotencias se estiran, los perseguidores retroceden.
José María del Nido, presidente del Sevilla, habla de una Liga "prostituida, adulterada y corrompida, la mayor porquería del mundo". Fernando Roig, del Villarreal, avisa de que "o esto cambia o matamos el fútbol". No están solos. El hashtag en Twitter #ligademierda, que pretende agrupar a los descontentos, se convirtió ayer en trending topic.
Madrid y Barça, mientras, lo devoran todo. Tres de sus enfrentamientos lideran el ránking de partidos más vistos del año y son los únicos que superan los 10 millones de espectadores. Se 'dirige' el sorteo del calendario para que sus duelos caigan cuando conviene (11 de diciembre y 22 de abril este curso) y ni una huelga les afecta. Sus enfrentamientos resultan tan decisivos que el Madrid hubiera sido campeón hace dos años de no haber jugado contra su archirrival. El coste de sus plantillas, incluyendo amortizaciones, supera los 160 millones por 60 de sus perseguidores.
También hay quienes presentan argumentos deportivos para defender que es un fenómeno coyuntural y pasajero. Jamás hubo en la Liga dos jugadores tan decisivos como Messi o Cristiano, que salieron a 53 goles por cabeza el curso pasado. Jamás tres jugadores de una misma cantera acapararon el podio del Balón de Oro (Messi, Iniesta y Xavi). Cuando se vayan regresará la igualdad. O no.
Los aficionados y sobretodo los clubes deben movilizarse y parar esto ya
Última edición por Yuninho el Mar 6 Sep 2011 - 9:38, editado 1 vez