El Málaga dio una mala imagen en Sevilla. Todos esperábamos más de este nuevo e inmenso equipo. Eso no lo puede discutir nadie. Fue una mala noche, en el primer partido de Liga, y que supongo que servirá para aclarar conceptos y resolver diversas situaciones que se dieron durante el partido y que conllevaron a la derrota. Hay que estar tranquilos, porque el Málaga tiene un gran equipo, un excelente entrenador y un fenómeno (Abdullah bin Nasser Al-Thani) como dueño. Muchos clubes desearían contar con el potencial económico y deportivo que tiene el Málaga y eso hay que aprovecharlo.

No han saltado las alarmas ni nada por el estilo. Muchos seguidores, ilusionados con la plantilla, soñaron con un comienzo de ensueño, victoria y encima ante el eterno rival. No pudo ser. A pasar página y a otra cosa. Doy mi ánimo a los jóvenes Recio, Juanmi, Portillo e Isco, a Apoño y a Duda, que no jugó y a lo mejor hubiera merecido algún minuto. Por cierto, a los reventadores, que estén tranquilos. Esto no es como empieza, sino como termina. Las sensaciones son óptimas aunque de esta derrota se debe aprender. Nada de relax. Y, sobre todo, trabajo y mucha concentración y humildad. El Málaga es un sentimiento. Volveré.