Las quejas vecinales por las molestias que acarrean estas aves se han multiplicado en Málaga en los últimos dos meses · El centro histórico es una de las zonas más afectadas por la cercanía del puerto
Son ruidosas, muy sucias y tantas que ya se han adueñado de parte de los tejados del centro de la ciudad sin que parezca que su expansión tenga freno por el momento. Las gaviotas van ganando terreno sin que parezca que los intentos del Ayuntamiento de Málaga por controlar su población estén surtiendo el efecto deseado a la vista de los resultados y de las quejas vecinales que se han multiplicado este año por las molestias que acarrean. La especie conocida como patiamarilla es las más abundante en la ciudad y, si antes se limitaba a revolotear por los alrededores del vertedero y de la zona del puerto en busca de alimento, en los últimos años se han ido expandiendo de tal manera que ni siquiera se ha podido cuantificar el número real de ejemplares que ya habitan en ella.
Pero si su población pudiera determinarse por la intensidad y la constancia de los graznidos que se oyen desde varias zonas de la capital casi a cualquier hora, las gaviotas se contarían por miles. Lo saben bien los vecinos del centro histórico de la ciudad, una de las zonas más afectadas, por esta especie que se encuentra ahora en la época de cría. Eso explicaría por qué el número de quejas se ha disparado desde mayo. La concejal de Medio Ambiente, Ana Navarro, aseguró que si en marzo y abril las llamadas recibidas por las molestias provocadas por las gaviotas no fueron más que 10 y 17, respectivamente, el mes pasado llegaron hasta las 78. O, lo que es lo mismo, un 94% que hace justo un año.
Sólo hay una explicación a tan alarmante proliferación de sus ejemplares, según el profesor de Biología Animal de la Universidad de Málaga, Raimundo Real, y es "la disponibilidad y la abundancia de alimento que les ofrecen las ciudades". Las patiamarillas son además las que crían en Málaga, sobre todo en azoteas y tejados, y las que más molestias ocasionan debido a su número y a su tamaño. Por eso, desde hace años el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento dispone de un servicio especializado para retirar los nidos de estas aves y así controlar su población.
Y este año ya se han recogido más que nunca. Unos 83 pollos, 64 nidos y 53 huevos en sólo dos meses, según la edil de Medio Ambiente, lo que "ha provocado un aluvión de quejas". Es la única forma que existe de intentar atajar su expansión porque con los ejemplares adultos poco se puede hacer. Lo mismo ocurre con las otras dos especies que abundan en la ciudad, la reidora y la sombría, aunque en menor número. Las gaviotas van camino de convertirse así en las sustitutas de las también molestas palomas que tantos quebraderos de cabeza provocan a los vecinos que las sufren cerca.
No paran ni de noche.
http://www.malagahoy.es/article/malaga/1023497/la/implacable/invasion/las/gaviotas.html