Cientos de aficionados acuden diariamente al entrenamiento del Málaga para ver de cerca a sus ídolos y para empaparse del buen ambiente malaguista que se vive
Ya es totalmente oficial, el virus se expande como la pólvora por las calles de la ciudad y sus ciudadanos son muy propensos a ser contagiados. Es la ´malagamanía´, el elixir que contagia a todos los malagueños y que ya tiene sus consecuencias aparentes incluso en los entrenamientos.
Los síntomas más frecuentes no son nocivos, pero para paliarlo es necesario acudir a La Rosaleda cada jornada. Algunos, en estado avanzado, incluso necesitan empaparse de malaguismo entre semana. Así está sucediendo los últimos días en Martiticos, que se está inundando de aficionados blanquiazules como no se recuerda en el club.
Si el miércoles fueron muchos los malaguistas que acudieron a ver de cerca a sus ídolos blanquiazules en el anexo, ayer jueves, sobre el césped de La Rosaleda y con partidillo de entrenamiento, la afición se volcó con los jugadores.
Más de medio millar de aficionados pobló las gradas del estadio para ver de cerca al equipo de Tapia en el día a día. La mayoría era ´chavalería´ que aprovechó las jornadas de descanso para acudir a La Rosaleda en masa.
Factores. Y es que son muchos los factores que han influido en la propagación tan rápida de la ´malagamanía´. El primero y principal es el transcurso del equipo en Liga. La sexta posición es una invitación sin billete a subirse al barco de la alegría a todos los aficionados malagueños. Algunos continúan de fiesta blanquiazul desde el arranque de la pasada campaña en Segunda, donde el equipo entró en ascenso y no salió en todo el año. Otros se han quitado la venda de los ojos y ya adoran a la nueva religión.
Atrás han quedado los tiempos en los que la ciudad estaba ´infestada´ de camisetas de otros equipos. Ahora Málaga respira malaguismo y parte de culpa la tiene el equipo que ha encandilado a la ciudad.
Por lo tanto, vivir en puestos UEFA es un reclamo para los más incrédulos, pero sin duda el juego mostrado durante el curso es la base del proyecto. Ver jugar al Málaga hoy en día es casi tan atractivo como ver al Barcelona.
Días festivos. La Semana Blanca también ha ayudado y mucho a propagar la ´malagamanía´ en la ciudad. Son muchos los jóvenes aficionados al Málaga que han podido ver y disfrutar de cerca a los jugadores del Málaga. Lejos de la concentración y de los flashes de los días de partido, muchos malagueños se han podido acercar un poco más a sus ídolos para pedirles autógrafos y saludos.
Así, no es de extrañar que el partido del domingo ante el Recreativo de Huelva registre la mejor entrada del curso. La ´malagamanía´ puede tener su efecto en la taquilla y el club espera que el apoyo le ayude a mantenerse en Europa o para asaltar la ´Champions´.
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