Aíto reaparece para 'rajar' de Unicaja
Igualar por abajo
¡Que los más listos no saquen ventaja!
Por Aíto García Reneses
Febrero de 2011
Hace algunos años decían que sería muy beneficiosa una Liga ACB más igualada y decidieron acometer el trabajo recortando las posibilidades de los que estaban a la cabeza de la competición, permitiendo fichar solamente a siete jugadores españoles y dos extranjeros; el resto de jugadores debían de ser juniors. De esta forma varios jugadores pertenecientes a los mejores equipos quedarían libres y podrían fichar por los demás. Por aquel entonces sólo jugaba la Copa de Europa un equipo por país, precisamente aquel equipo debía jugar Liga ACB y Copa de Europa con una plantilla de nueve jugadores. De esa forma se igualaba la Liga ACB restando potencial al mejor, en vez de ayudar a mejorar sus recursos a los menos potentes: igualaban por abajo. En aquellos momentos el perjudicado fue el F. C. Barcelona.
Ahora, con el nuevo reglamento de juego, no perjudican a ningún equipo en concreto sino a cualquiera, equipo o jugador, que sea listo. No quieren que alguno que no es listo resulte perjudicado. Igualan por abajo, no queremos que los menos inteligentes pierdan.
En general me han gustado las reglas que se han introducido este año. Alguna que puede ocurrir muy de tarde en tarde no me parece perfecta pero las fundamentales creo que están muy bien. Tanto el poner la línea de tres puntos a 6,75 como los cambios relativos al tiempo de posesión, o dónde sacar de banda, son positivos porque abren espacios y agilizan el juego.
Lo que más me sorprende es que haya quien diga -alguien cercano a los que deciden cambiar la regla- que era injusto (“unfair”) lo que hacía el DKV Joventut con Ricky Rubio, o Marcelinho Huertas.
Con un ejemplo quedará claro: quedan 27” para terminar y el Joventut saca de fondo tras canasta; el jugador que va a recibir no controla el balón sino que lo para con el pecho –en ese momento empieza a contar el reloj del partido- lo deja botar y tres segundos más tarde lo controla –es cuando empieza la cuenta del reloj de 24”- y de esa forma puede agotar la posesión pues coinciden el reloj del partido y el de 24”.
Todo eso ha sido posible porque los defensores no han estado muy listos y han bajado a defender a su canasta en lugar de presionar impidiendo la acción mencionada.
Por si acaso siguen habiendo equipos que cometan el mismo error, después de estar “avisados”, vamos a cambiar la regla para que los más listos no tengan ventaja.
Ahora cuando después de un saque alguien toca el balón, aún sin controlarlo, se pondrán en marcha tanto el reloj del partido como el de 24” simultáneamente.
Acepto la regla, discrepando de la conveniencia de que sea así, y me quedo a la espera de una próxima ocasión en la que cualquiera que saque ventaja, cumpliendo el reglamento, sobre otros menos espabilados, vuelva a perder esa ventaja en beneficio de los menos listos. Ojalá me equivoque y no suceda esto en el futuro pero lo dudo porque tengo la experiencia de lo que ha sucedido hasta ahora en diversas ocasiones.
Cabría preguntarse por qué ha sucedido.
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Rudy Fernández
Por Aíto García Reneses
Marzo de 2011
Había jugado sólo en las categorías de formación de la Penya y decidimos, junto con la directiva del club, abrirle hueco en el primer equipo no renovando a un veterano buen jugador. En aquel momento no pensábamos que fuese a tener una adaptación tan rápida, especialmente porque estada acostumbrado a defender sólo en posiciones cercanas al aro. Sin embargo tuvo una capacidad de aprendizaje impresionante y ya en los partidos de pretemporada se hizo con un puesto en el cinco titular.
El equipo venía de clasificarse con dificultades entre los ocho primeros en las temporadas anteriores y mediada su primera temporada, en la copa del rey de Sevilla, el DKV Joventut quedó subcampeón y Rudy fue elegido mejor jugador.
En las temporadas siguientes continuó su progresión, debido más a un talento natural y a una gran intuición que a un trabajo exhaustivo. Mejoró en todos los ámbitos del juego: defensa, rebote, tiro, pase, penetraciones, lectura del juego, etcétera.
Se puede decir que es un jugador completo porque destaca en todas las facetas aunque la más espectacular sean los mates. Pero a pesar de su poco peso se puede confiar en él en defensa donde, además, su velocidad e intuición le lleva a recuperar muchos balones. Otra de sus mejores cualidades en el pase, uno de los fundamentos más difíciles del baloncesto.
Ya demostró en su primera temporada como senior que tenía descaro para jugar sin complejos y así continuó haciéndolo en los años posteriores alcanzando cada vez mayores cotas, tanto en su equipo en competiciones nacionales e internacionales como en la selección española.
Sobre su trayectoria en la NBA me resulta difícil opinar porque le he visto mucho menos, aunque lógicamente he seguido sus números. Además no conozco en profundidad ni las interioridades de su equipo, ni las prioridades de muchos equipos de la competición americana. Se que ha sufrido altibajos de juego, físicos y morales pero estoy convencido de que una de sus cualidades –la ambición- le conducirá a seguir triunfando cada vez más.
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Mi fracaso en el Unicaja
Por Aíto García Reneses
Mayo 2011
¿Qué prefieres meter, sólo una canasta muy espectacular o más de veinte puntos?, le preguntaron a Xavi Fernández en una tertulia.
“Meter una canasta sensacional porque la repiten muchas veces por televisión y da mucho más prestigio”, contestó.
Para los que no sabéis quién es Xavi os diré que fue elegido mejor jugador de la final de la ACB que ganó el Barça en 1996.
A menudo comento que hay una “realidad virtual” que pocas veces coincide con la pura realidad, es decir que la gente tenemos idea de algo porque se repite en muchas ocasiones mientras que otras cosas no se repiten casi nunca y parece que no existen. Ambas “realidades” pueden coexistir sin que se haya explicado ninguna falsedad. Los hechos tienen distinta repercusión, hay muchos ejemplos parecidos al que comentaba Xavi que ya sea por su espectacularidad, o porque esté bien visto por la mayoría, quedan en la memoria de la gente y otros hechos, que son igualmente reales, parece que nunca hayan existido. Por poner un ejemplo: muchos jugadores europeos que son mejores que algunos que han ido a la NBA y, sin embargo, tienen mucho menos cartel.
Tengo la impresión de que una de esas realidades virtuales que no coinciden con la auténtica es como es considerada la actuación de Unicaja durante mi estancia en el club, al menos en Málaga.
También es cierto que, volviendo a la teoría de repetir unas cosas y silenciar otras, cuando uno tiene una línea de opinión se queda más con lo que refuerza esa opinión que con lo que la debilita.
Como muestra, un botón: Tras el último partido que dirigí, el entrenador del equipo rival declaró: “Esperamos el momento en que supuestamente el público de Málaga nos iba ayudar y así fue…” El diario Sur publicó en internet la rueda de prensa grabada a la que podéis acceder “aquí” , pero ni el Sur ni ningún otro medio impreso de Málaga se hicieron eco de lo que dijo Pedro Martínez. ¿Sería porque contradecía su línea de opinión?
Copa del Rey
Es verdad que no nos hemos clasificado para la Copa del Rey en estas dos últimas temporadas, en ambos casos a una sola victoria de la clasificación. Este año con el hándicap de haber disputado un partido menos como local por un cambio en el calendario oficial al haberse invertido el orden de los partidos con Bizkaia Bilbao mientras que el año pasado fue la última vez que se clasificaba un equipo menos ya que una plaza estaba reservada por la ACB para el equipo de la ciudad organizadora.
El primer año perdimos la final después de prórroga.
Copa de Andalucía
Ganamos la primera y la tercera.
Euroliga
Los tres años nos clasificamos y disputamos el Top 16.
Liga ACB
Terminamos terceros y cuartos, respectivamente, en las dos últimas temporadas.
Quizás no sea para calificarlo como matrícula de honor pero ¿se corresponden los resultados con la imagen virtual?
Para revisar con más detalle lo que sucedió en la primera temporada o en la segunda podéis leer mis artículos publicados al finalizar cada uno de los años.
“Ante mi segundo año en Málaga”
“Peor clasificación, más mérito”
El porqué de esa mala imagen
Sería injusto culpabilizar a los medios de comunicación de ella ya que sólo han reflejado lo que muchos otros decían desde diversos ámbitos. Sólo recrimino a algún medio, lo que ya dije en un par de ruedas de prensa, que publicasen lo que “supuestamente” yo pensaba, o que al menos dijesen “según fulanito de tal, Aíto piensa tal cosa”. Así hubiésemos tenido claro quién pretendía crear un estado de opinión determinado basándose, incluso, en mis supuestos pensamientos.
Donde ya se llegó a lo máximo en cuanto a filtraciones es cuando comunicaron a todos los medios de Málaga que me iban a echar y después de ello seguí dirigiendo al equipo dos partidos más.
Fracaso
Si todo lo explicado no representa, desde mi punto de vista, un fracaso ¿qué justifica el título del artículo? El fracaso es no haber conseguido ninguna compenetración con quienes gobiernan el club. Puedo ponerme todas las excusas que quiera como, por ejemplo, que me fichó un directivo (que posteriormente ha estado desaparecido) junto con el director general, Berdi Pérez, y el director deportivo, Juanma Rodríguez, con los que mantuve una buena comunicación pero por lo visto no tenían fuerza en el club, situación que quedó demostrada cuando no se les renovó el verano pasado. Por cierto, no preguntaron cuál era mi opinión ni sobre su continuidad ni sobre los nuevos incorporados. El caso es que no he sido capaz de tener comunicación en Unicaja, en contraposición a lo que me sucedió en todos los clubes anteriores.
En mi primer equipo como entrenador, Cotonificio de Badalona, mantuve una magnífica colaboración con la directiva capitaneada por Domènec Tallada, posteriormente fue clave la compenetración con Francesc Cairó en el Joventut. Igualmente, la confianza que me otorgó Josep Lluís Núñez en el Barcelona fue decisiva para conseguir una etapa de grandes logros. Contaré un ejemplo que nunca transcendió: tras perder la Copa del Rey en el Palau Blaugrana a los pocos meses de haber fichado, Núñez me ofreció verbalmente, y por escrito, prolongar mi contrato hasta que finalizase su mandato. A partir del segundo año contamos con la colaboración de Salvador Alemany con quien, durante el mandato de Núñez, conseguimos el mismo tipo de complicidad que había tenido anteriormente con Tallada y Cairó, fundamental para los logros que obtuvimos. Nuevamente en el Joventut trabajamos unidos con Jordi Villacampa y su equipo superando los inicios difíciles con un máximo apoyo y colaboración para terminar plenamente satisfechos.
Y por último, sin haber tenido tanto tiempo juntos como para poder tener una compenetración como en los anteriores casos, el apoyo recibido por José Luis Sáez mientras estuve en la selección española fue magnífico.
Estoy contrariado por no haberlo conseguido en Unicaja.