IGNACIO A. CASTILLO En cada proceso de escolarización se repite la misma historia que retumba como un martillo pilón en las cabezas de los responsables de la Delegación de Educación de Málaga. Los padres se quejan porque sus hijos no han entrado en el colegio deseado. Y muchas veces se debe a que ni siquiera hay plazas suficientes para tantos niños que presentan su solicitud en cada zona. Los colegios publicaron ayer de nuevo las listas de admitidos, después del primer plazo de alegaciones. No son aún las definitivas. Y los problemas se mantienen en zonas de expansión de la capital, como Teatinos, y en municipios costeros, como Torremolinos y Rincón de la Victoria.
130 familias de Teatinos no han logrado plaza en el centro elegido como primera opción. La plataforma Prometo, compuesta por padres y madres de alumnos de la zona, que lleva meses movilizándose, critica que la oferta en este amplio barrio no es suficiente ni es igualitaria, y acusa a Educación de llevar a cabo una mala planificación. Su portavoz, Mar Villanueva, niega que las nuevas infraestructuras anunciadas por la Junta, y que entrarán en servicio el curso que viene, sean una solución. «En Teatinos continuarán existiendo problemas de escolarización y movilidad por falta de equipamientos», asegura. Además, señala que estos nuevos centros anunciados ya estaban previstos desde 2008, «por lo que llegan con retraso».
La Junta inaugurará en septiembre las segundas fases de los colegios Almudena Grandes y Soliva, así como la ampliación del IES Torre Atalaya, «que se va a quedar pequeña antes de nacer», asegura Villanueva, que recuerda la necesidad de construir otro instituto en la zona oriental del Teatinos, en concreto en la calle Joaquín Turina, donde existe una parcela ya reservada por el Ayuntamiento.
En Torremolinos también hay graves problemas de falta de plazas en las zonas de expansión. Así ocurre, por ejemplo, en Playamar, Los Álamos y El Pinillo, en los colegios Benyamina, Atenea y Mar Argentea, donde hay que reubicar a 19, 25 y 56 niños sin pupitre, respectivamente.
Los padres se niegan a que sus hijos sean matriculados en los colegios que hay en el centro del municipio, como La Paz o San Miguel, ya que dicen que están masificados, además de que se encuentran a varios kilómetros de su domicilio, algo que les generaría dificultades con los desplazamientos y un mayor desembolso económico, así que quieren que la Junta acometa la construcción de dos colegios, que según dicen, son imprescindibles para atender la demanda.
Vanessa Díaz, una de las madres afectadas, va más allá e insinúa que existen distintos casos de fraude de padres que optan a los nuevos colegios de los barrios colindantes, «porque son más nuevos y prestan mejor servicio, mientras que los niños que viven en la zona se quedan sin plaza». Las familias creen que se está a tiempo de encontrar una solución que, si no es definitiva, podría ser provisional, a través de la instalación de aulas prefabricadas para evitar estos trayectos diarios, «y que la Junta nos garantice una plaza el curso que viene sin tener que entrar en concurso».
De momento, parece seguro, según informó ayer la Delegación, que se va a autorizar una línea más en el colegio Mar de Argentea, que serviría para escolarizar a 25 de los 56 niños que aún no tienen plaza. Para los demás casos, según Educación, todavía se está estudiando qué hacer. En cualquier caso, anuncia que para el curso 2012/13 entrará en servicio un nuevo centro en la zona de Cañada de los Cardos, cerca de la Colina, que contará con dos clases por cada curso.
Zona oriental
En Rincón de la Victoria se reproduce el mismo rompecabezas, con el agravante de que, además, ni siquiera hay plazas para los hermanos de los alumnos que ya estudian en esos colegios, cuando el agrupamiento familiar es una premisa fundamental a la hora de la escolarización de los pequeños. El problema se encuentra en el colegio Josefina Aldecoa, donde ya asisten 470 alumnos, cuando su capacidad es para 450.
Son 16 hermanos de los 38 que se habían presentado los que se han quedado inicialmente sin plaza, aun teniendo la puntuación máxima. Sin embargo, la Delegación ha asegurado que finalmente serán incorporados al centro. ¿Cómo? Es una pregunta que aún no tiene respuesta. Los padres preferirían que se construyera un aula prefabricada en una parcela situada a unos cien metros del centro antes de que se amplíe la ratio o que se ocupen espacios didácticos comunes.
130 familias de Teatinos no han logrado plaza en el centro elegido como primera opción. La plataforma Prometo, compuesta por padres y madres de alumnos de la zona, que lleva meses movilizándose, critica que la oferta en este amplio barrio no es suficiente ni es igualitaria, y acusa a Educación de llevar a cabo una mala planificación. Su portavoz, Mar Villanueva, niega que las nuevas infraestructuras anunciadas por la Junta, y que entrarán en servicio el curso que viene, sean una solución. «En Teatinos continuarán existiendo problemas de escolarización y movilidad por falta de equipamientos», asegura. Además, señala que estos nuevos centros anunciados ya estaban previstos desde 2008, «por lo que llegan con retraso».
La Junta inaugurará en septiembre las segundas fases de los colegios Almudena Grandes y Soliva, así como la ampliación del IES Torre Atalaya, «que se va a quedar pequeña antes de nacer», asegura Villanueva, que recuerda la necesidad de construir otro instituto en la zona oriental del Teatinos, en concreto en la calle Joaquín Turina, donde existe una parcela ya reservada por el Ayuntamiento.
En Torremolinos también hay graves problemas de falta de plazas en las zonas de expansión. Así ocurre, por ejemplo, en Playamar, Los Álamos y El Pinillo, en los colegios Benyamina, Atenea y Mar Argentea, donde hay que reubicar a 19, 25 y 56 niños sin pupitre, respectivamente.
Los padres se niegan a que sus hijos sean matriculados en los colegios que hay en el centro del municipio, como La Paz o San Miguel, ya que dicen que están masificados, además de que se encuentran a varios kilómetros de su domicilio, algo que les generaría dificultades con los desplazamientos y un mayor desembolso económico, así que quieren que la Junta acometa la construcción de dos colegios, que según dicen, son imprescindibles para atender la demanda.
Vanessa Díaz, una de las madres afectadas, va más allá e insinúa que existen distintos casos de fraude de padres que optan a los nuevos colegios de los barrios colindantes, «porque son más nuevos y prestan mejor servicio, mientras que los niños que viven en la zona se quedan sin plaza». Las familias creen que se está a tiempo de encontrar una solución que, si no es definitiva, podría ser provisional, a través de la instalación de aulas prefabricadas para evitar estos trayectos diarios, «y que la Junta nos garantice una plaza el curso que viene sin tener que entrar en concurso».
De momento, parece seguro, según informó ayer la Delegación, que se va a autorizar una línea más en el colegio Mar de Argentea, que serviría para escolarizar a 25 de los 56 niños que aún no tienen plaza. Para los demás casos, según Educación, todavía se está estudiando qué hacer. En cualquier caso, anuncia que para el curso 2012/13 entrará en servicio un nuevo centro en la zona de Cañada de los Cardos, cerca de la Colina, que contará con dos clases por cada curso.
Zona oriental
En Rincón de la Victoria se reproduce el mismo rompecabezas, con el agravante de que, además, ni siquiera hay plazas para los hermanos de los alumnos que ya estudian en esos colegios, cuando el agrupamiento familiar es una premisa fundamental a la hora de la escolarización de los pequeños. El problema se encuentra en el colegio Josefina Aldecoa, donde ya asisten 470 alumnos, cuando su capacidad es para 450.
Son 16 hermanos de los 38 que se habían presentado los que se han quedado inicialmente sin plaza, aun teniendo la puntuación máxima. Sin embargo, la Delegación ha asegurado que finalmente serán incorporados al centro. ¿Cómo? Es una pregunta que aún no tiene respuesta. Los padres preferirían que se construyera un aula prefabricada en una parcela situada a unos cien metros del centro antes de que se amplíe la ratio o que se ocupen espacios didácticos comunes.