Los chinos amplían su oferta comercial
La Federación de Comercio respeta al colectivo, pero pide igualdad en cuanto a horarios y salarios.
Los empresarios asiáticos suben otro peldaño y ya no se conforman con tiendas de alimentación y bazares. Comercios de moda, peluquerías y asesorías fiscales, entre sus nuevos negocios
Las primeras 'franquicias' de China en Málaga fueron los restaurantes. Guo Guan Zheng, actual propietario de la cadena Wok Directo, presume de que fue él el primero que abrió uno en Málaga: el Hong Kong del paseo de la Farola, hace ya casi tres décadas. Corrían los años 80 y, en seguida, exóticas fachadas con dragones proliferaron por la ciudad. Después vinieron los bazares y las tiendas de alimentación. Siguiendo el mismo patrón -aperturas fulminantes, mínima inversión, gestión familiar y precios bajos-, su expansión ha sido mucho más rápida e intensiva y actualmente forman parte del paisaje comercial de todos los barrios, aunque en zonas como la Carretera de Cádiz su presencia es especialmente numerosa.
Según un estudio reciente, el 40% de los supermercados y ultramarinos y el 45% de los bazares abiertos en la capital malagueña en los últimos años están regentados por comerciantes de origen asiático. Paralelamente a esta expansión comercial, la colonia china ha duplicado su tamaño en la provincia: si en 2005 estaban empadronados 2.277 ciudadanos de dicha procedencia en los municipios malagueños, ahora lo están 4.591. El crecimiento ha sido especialmente acusado en la capital, donde la comunidad china ha pasado de 575 miembros a 1.800.
Ahora, los empresarios chinos están dando un paso más en su escalada comercial. Ya no se conforman con regentar bazares, pequeños supermercados y naves mayoristas en los polígonos. Al igual que ocurre en otras ciudades como Madrid y Barcelona, los inmigrantes asiáticos diversifican su oferta comercial en la capital malagueña. Tiendas de moda al más puro estilo 'Zara', peluquerías, panaderías, fruterías y hasta asesorías forman parte de su nuevo repertorio de negocios.
«Una vez copado el mercado de los bazares y los autoservicios, los comerciantes chinos se están decantando actualmente por tiendas especializadas para seguir creciendo», explica el presidente de la Federación de Comercio de Málaga (Fecoma), Enrique Gil. «Incluso compran negocios locales, como cafeterías, y mantienen la misma apariencia y la misma oferta», añade.
Jugar con ventaja
El representante de los comerciantes malagueños muestra su «respeto» hacia estos empresarios, pero pide que se les exija «lo mismo que a los de aquí, puesto que ellos no aplican ni convenios colectivos, ni horarios, así que juegan con ventaja». «En los barrios los comercios están muy preocupados por ver cómo los chinos están compitiendo cada vez en más terrenos», añade.
Hay otra importante novedad en la estrategia comercial de los empresarios asiáticos en Málaga: ahora se preocupan por el marketing y la imagen de sus establecimientos, buscando asimilarse a las grandes cadenas comerciales occidentales. Crean marcas y cuidan la decoración y la colocación de los productos. Esta nueva política tiene su máximo exponente en las cadenas asiáticas de moda que han surgido en Madrid, como Mulaya. El conocido como 'Zara chino' aún no ha llegado a Málaga, pero ya hay establecimientos en esta ciudad que no tienen nada que envidiarle.
Uno de ellos se llama 'N&B' y ocupa toda una esquina de calle Cuarteles con Salitre. Está justo enfrente de la zapatería Gody y muy cerca de la estación María Zambrano. De no ser porque todas las dependientas son chinas, y porque en el mostrador hay una especie de diploma con el logotipo de la Asociación de Bazares China en España, nada haría sospechar de que se trata de un negocio regentado por un ciudadano asiático.
La decoración interior y exterior esta muy cuidada, los productos no se amontonan en las baldas y en las etiquetas de algunos bolsos se asegura que el material es pura piel y el diseño, italiano. En cuanto a los precios, no es que sean elevados, aunque distan de los que se suelen ver en los bazares.
Más de trescientos metros
'N&B' abrió hace poco más de cuatro meses y Naibu Uw, su propietario, afirma que «la tienda no es muy grande», a pesar de sus 340 metros cuadrados. Claro que él los compara con los 1.200 metros cuadrados del bazar que tiene abierto en Torrox. A estos dos negocios que regenta se suma un tercer bazar en Madrid, ciudad a la que llegó hace diez años procedente de una zona muy próxima a Shanghai, donde ejercía de médico y donde asegura que llegó a atender hasta doscientos pacientes en un solo día. Por eso dice que se vino: «No podía soportar el estrés de ese ritmo de trabajo», confiesa.
Como muchos de sus compatriotas también él comenzó a trabajar para un familiar, en un restaurante chino de la capital. Luego, en cuanto pudo, montó en un local de apenas cuarenta metros cuadrados una pequeña tienda de frutos secos y durante tres años no se dio descanso. También dice que manejó unos márgenes de beneficios muy pequeños: «Para comprar teníamos una tarjeta especial de clientes y en las grandes cadenas nos rebajaban diez o quince céntimos y esos eran los que yo cobraba de más».
Tesón y ahorro
Su historia es muy parecida a la que cuentan otros ciudadanos asiáticos, que a fuerza de trabajo, tesón y ahorro han abierto nuevos locales y son capaces de mantener sus primeros negocios -bazares, la mayoría- a pesar de la crisis, que también les afecta: «Este año las ventas están muy flojas -afirma Naibu Uw-, pero nosotros somos muy trabajadores. No paramos».
También habla de esa fórmula que utiliza la comunidad asiática para poder montar negocios sin necesidad de la ayuda de los bancos: «Pedimos prestado dinero a la familia. A un primo le solicitamos mil euros, a otro cinco mil, a otro dos mil. Así podemos reunir una buena cantidad», revela al tiempo que asegura que ha perdido la cuenta del número de familiares que tiene en España, pero que podría superar el centenar.
'N&B' es uno de los mejores ejemplos de la evolución que están siguiendo los comerciantes asiáticos que empezaron con los bazares y que en muchos casos prueban ahora con el sector textil. Aunque no es el único ámbito en el que han puestos sus miras. Las zapaterías son otra de sus apuestas fuertes y hay quien también ve negocio en el asesoramiento enfocado hacia la propia comunidad china. Es el caso de la asesoría que han abierto justo enfrente de la Comisaría Provincial.
http://www.diariosur.es/v/20110424/malaga/chinos-amplian-oferta-comercial-20110424.html