Ali Syed tenía un plan orquestado para hacer negocio a través del Racing desde el mismo momento de su llegada. El empresario indio compró el club cántabro con una inversión inicial de 3 millones de euros para luego intentar venderlo por un valor de más de 15 millones. Ali Syed buscaba traspasar el Racing a la familia real de Bahréin justo después del partido que debían disputar los cántabros ante el Real Madrid.
El actual dueño del club tenía pensado invitar a los magnates de Bahréin al palco de El Sardinero en este encuentro e intentar venderles las acciones de la entidad, además de las deudas contraídas por el conjunto cántabro. Ali Syed sería un intermediario entre la actual directiva racinguista y la familia real de Bahréin.
Pero el plan del magnate indio se vino abajo debido a las revueltas surgidas en aquellas fechas en el país del Golfo Pérsico, evitando que la familia real pudiese desplazarse hasta España en la fecha esperada.
La realidad es que después de tres meses el empresario indio no tiene intención de desembolsar más dinero en el Racing. No va a pagar la deuda de 1,7 millones de euros con 11 futbolistas de la pasada temporada, ni tampoco va a abonar los diferentes plazos que negoció para saldar la deuda con Hacienda.
Es más, este pasado domingo estaba previsto que Ali Syed estuviese presente en el partido ante el Málaga y al final, por diferentes disculpas, no llegó a Santander para tranquilidad de todos los dirigentes cántabros que temían un recibimiento hostil.
El actual propietario del Racing puso como excusa problemas en el tráfico aéreo, pero todo parece indicar que simplemente decidió no pisar Santander debido a los últimos acontecimientos. En realidad ha salido huyendo de la ciudad cántabra.
Soluciones
Ante esta situación, Francisco Pernía tiene previsto viajar en los próximos días a Bahreim para negociar directamente la venta del club con la familia real. Para esta negociación, Pernía utilizará al propio Ali Syed como intermediario y de este modo intentar paliar las penosas condiciones económicas que atraviesa el club cántabro, que necesita soluciones ante este nuevo e inesperado contratiempo.
El actual dueño del club tenía pensado invitar a los magnates de Bahréin al palco de El Sardinero en este encuentro e intentar venderles las acciones de la entidad, además de las deudas contraídas por el conjunto cántabro. Ali Syed sería un intermediario entre la actual directiva racinguista y la familia real de Bahréin.
Pero el plan del magnate indio se vino abajo debido a las revueltas surgidas en aquellas fechas en el país del Golfo Pérsico, evitando que la familia real pudiese desplazarse hasta España en la fecha esperada.
La realidad es que después de tres meses el empresario indio no tiene intención de desembolsar más dinero en el Racing. No va a pagar la deuda de 1,7 millones de euros con 11 futbolistas de la pasada temporada, ni tampoco va a abonar los diferentes plazos que negoció para saldar la deuda con Hacienda.
Es más, este pasado domingo estaba previsto que Ali Syed estuviese presente en el partido ante el Málaga y al final, por diferentes disculpas, no llegó a Santander para tranquilidad de todos los dirigentes cántabros que temían un recibimiento hostil.
El actual propietario del Racing puso como excusa problemas en el tráfico aéreo, pero todo parece indicar que simplemente decidió no pisar Santander debido a los últimos acontecimientos. En realidad ha salido huyendo de la ciudad cántabra.
Soluciones
Ante esta situación, Francisco Pernía tiene previsto viajar en los próximos días a Bahreim para negociar directamente la venta del club con la familia real. Para esta negociación, Pernía utilizará al propio Ali Syed como intermediario y de este modo intentar paliar las penosas condiciones económicas que atraviesa el club cántabro, que necesita soluciones ante este nuevo e inesperado contratiempo.