Tras los dos intentos frustrados por incorporarle, el lateral del Sporting continúa gustando en Martiricos
sello matemático de la permanencia puede ser la piedra filosofal para el gran salto de calidad que espera la afición. Estaba previsto que el segundo año de los nuevos inversores deparara fichajes de alto copete, tal y como aseguró el pasado verano Abdullah Ghubn, vicepresidente blanquiazul. Siempre que se logre la salvación, está previsto un aumento considerable en el presupuesto para incorporaciones y ya hay quien se frota las manos imaginando los destacados nombres de jugadores que se pueden asociar al interés malaguista. Para ese proyecto se piensa también en el lateral del Sporting José Ángel, quien ya estuvo a punto de recalar hace unos meses.
El fuerte interés del director deportivo, Antonio Fernández, quedó en saco roto a pesar de que hasta el último día de mercado se intentó contratar al gijonés. El doble juego del presidente rojiblanco, Manuel Vega-Arango, negociando su venta para luego echarse atrás por miedo al clamor popular, y el hartazgo en la solicitud de avales para finiquitar la operación terminaron aburriendo al jeque Abdullah Al-Thani y su brazo derecho, quienes optaron por cerrar el grifo económico en invierno. Ello dejó muy frustrado al jugador, que incluso había declarado su apetencia por fichar por el Málaga. Sin embargo, el club de Martiricos no quiere dejarle en la estacada y volverá a intentar su contratación el próximo verano.
El lateral izquierdo puede quedarse huérfano de ocupantes a final de temporada. Mtiliga acabará contrato y no será renovado, mientras que la intención del club con el canterano Manu es darle salida, estaría por ver si en forma de cesión (lo más probable) o facilitándole una salida definitiva. Salvo cambio de planes de Manuel Pellegrini, el chileno daría el visto bueno a la llegada de José Ángel, al cual tendría que sumarse un nuevo ocupante para hacerle competencia. Las enquistadas negociaciones entre Málaga y el filial Sergio, el relevo natural del segundo equipo, no atisban un final que permita al futbolista seguir en su tierra, por lo que habría que buscar un nuevo lateral zurdo.
La operación no pondría peros por parte del jugador, quien de hecho ya acordó las condiciones de un contrato por cuatro años con los blanquiazules cuando se estableció la negociación. Otra cuestión sería la injerencia de nuevos equipos por contratarle (también lo intentó la Fiorentina) y la accesibilidad del Sporting a fraguar la operación de venta, que hasta en dos ocasiones llegó a cifrarse en torno a unos tres millones de euros.