Para Sandro Silva no está siendo un año fácil. Ha pasado del equipo titular a la grada, de la grada al banquillo... Llegó de la mano de Jesualdo Ferreira y extrañó su fichaje por caro (2,2 millones de euros) y desconocido. Luego, se encontró con Pellegrini y poco a poco va ganándose su confianza. Va arañando minutos, aunque confiesa que lo ha pasado mal: "Me está costando mucho adaptarme a este fútbol. Sabía que iba a ser difícil porque es muy distinto de Brasil. El juego y el campeonato son muy distintos. He vivido un gran desgaste físico y mental".
Uno de los argumentos que señala Sandro Silva para explicar su bajo rendimiento es que no juega en su puesto: "Los compañeros de Brasil me preguntan cómo puedo jugar de una forma totalmente diferente a como lo hacía en Brasil. Allí actuaba de segundo volante, siempre llegando al ataque. Procuro mejorar lo más rápido posible".
Pero no desfallece Silva, que sigue mirando al futuro con optimismo: "Tengo un contrato de cuatro años y espero permanecer aquí. Me siento identificado con el club y estoy muy feliz, con voluntad de sacar al Málaga de abajo. A ningún jugador le gusta permanecer en el banco. Siempre que entro procuro hacer lo que el entrenador me pide".
Apareció por el entrenamiento con unas trenzas
Sandro Silva fue una de las sensaciones del entrenamiento de ayer. Apareció por el Ciudad de Málaga de atletismo con un nuevo look, mucho más transgresor. Unas trenzas que significan un cambio, el que el brasileño desea... "Quién sabe si me trae suerte, pero no soy muy aficionado a estas situaciones. Tengo mucha fe en Dios y con trabajo se puede conseguir todo", dijo.