Miles de malagueños se han unido a las redes sociales de internet, donde triunfan 'Facebook' y 'Tuenti' · Mantener el contacto con amigos o subir fotos, los objetivos
Han nacido con un ordenador bajo el brazo. Y se han desarrollado a la misma velocidad que evolucionaban las nuevas tecnologías. Son la generación 2.0, jóvenes que manejan un ordenador y se mueven por los recovecos de internet con la misma facilidad que encienden la televisión. Y, aunque hay otras como Hi5, decenas de miles de malagueños están enganchados a las dos principales redes sociales con más éxito del momento: Facebook y Tuenti. Seguro que usted conoce alguien con un perfil. Pero, ¿qué hacen los jóvenes tantas horas navegando en esas páginas?
"Todo", explica Álvaro Guerrero: "Hablar con amigos, encontrar a gente que hacía años no sabía dónde andaban, comentar fotos, enterarse de los eventos de la ciudad...". Él es uno de los jóvenes con un perfil en Facebook, como otros muchos malagueños. De hecho, esta red social llega a 175 millones de personas en todo el mundo y 12,6 millones en España, lo que significa un cuarto de la población española. Y en Tuenti 5,5 millones de usuarios han entrado en el último mes al portal.
Pero todas esas personas no son tan jóvenes como se piensa: el perfil del usuario de Facebook tiene, de media, más de 30 años. "Aunque hay de todo, ya que el portal es un espejo de la realidad", explican fuentes de esta red social. "Lo bueno, además, es que te puedes comunicar, ver cómo le va la vida a la gente que está lejos y que recuperas el contacto con otros", añade Jorge Peña. Aunque en realidad lo que más funciona son los grupos de amigos cercanos. Es decir, que las mismas pandillas que salen un sábado por la noche, están plenamente conectadas a través de estos portales al día siguiente. Y ahí, cada uno, sube fotografías o vídeos de cada cosa que hacen. En Tuenti, por ejemplo, se cuelgan más de un millón de imágenes al día. "Las redes sociales como éstas no son más que un complemento a la vida social", dice Asunción Portillo, que da en la clave de una de las características de estas herramientas: "La maldad de estas redes está en el uso malicioso que se le pueda dar. Y ahí quizá no sepamos del todo lo expuestos que estamos", añade mediante un mensaje privado de Facebook. Algunas de las entrevistas para este reportaje también se han hecho a través de la red social, otra de sus posibilidades.
La duda de muchos de los usuarios de las redes sociales es si participando en ellas pierden parte de su intimidad. La razón es lógica: igual que ellos pueden subir fotografías o vídeos de la borrachera de un amigo, sus colegas pueden hacer igual. "Hay que tener cuidado con eso. Es un arma de doble filo. Creo que es importante poder elegir a la gente que quieres que vea lo que haces", subraya Rocío Alonso. Aunque otros le quitan importancia. "Te expones a ello, así que creo que hay que quitarle trascendencia. Eso forma parte de su encanto y, además, hay opciones para proteger tu intimidad", añade Daniel Marín, quien insiste: "quien sale a la calle sin paraguas, sabe que a lo mejor se moja".
Una de las ventajas frente a otras páginas como Fotolog -que casi podrían denominarse antiguas- es precisamente la opción de privacidad. En Facebook, por ejemplo, cada usuario elige quién puede ver el contenido de su página o quien no, y a Tuenti sólo se accede si alguien de su comunidad te invita a formar parte de ella. Eso elimina riesgos como que, en un posible proceso de selección para una oferta laboral, los responsables accedan al perfil del demandante para conocer cómo es su vida privada.
Pocos de los malagueños que consultan diariamente sus cuentas en las redes sociales dicen pasar horas frente a sus ordenadores. La mayoría cuenta que es sólo un apoyo a su vida social real, pero hay quien se sincera más. "Reconozco que estamos demasiado tiempo en el ordenador en general: ya sea trabajando, navegando por internet o viendo vídeos en Youtube", dice Álvaro Guerrero, que añade: "pero no creo que estemos dejando nuevas vidas sociales de lado. Serán unos pocos los que lo hagan. Es como todo, los excesos son malos". Pero lo que está claro es que las herramientas han creado una nueva necesidad: la de estar presente en la Red, de comentar fotografías de los amigos, de "decir chorradas", de subir todo lo que se realiza a la Red o de, "simplemente, hablar con los colegas gratis". "Ha nacido la necesidad de mirar por si alguien te ha escrito o ha subido una foto. Eso hace que necesitemos siempre estar on-line", aclara Jorge León.
http://www.malagahoy.es/article/malaga/356...generacion.html
Han nacido con un ordenador bajo el brazo. Y se han desarrollado a la misma velocidad que evolucionaban las nuevas tecnologías. Son la generación 2.0, jóvenes que manejan un ordenador y se mueven por los recovecos de internet con la misma facilidad que encienden la televisión. Y, aunque hay otras como Hi5, decenas de miles de malagueños están enganchados a las dos principales redes sociales con más éxito del momento: Facebook y Tuenti. Seguro que usted conoce alguien con un perfil. Pero, ¿qué hacen los jóvenes tantas horas navegando en esas páginas?
"Todo", explica Álvaro Guerrero: "Hablar con amigos, encontrar a gente que hacía años no sabía dónde andaban, comentar fotos, enterarse de los eventos de la ciudad...". Él es uno de los jóvenes con un perfil en Facebook, como otros muchos malagueños. De hecho, esta red social llega a 175 millones de personas en todo el mundo y 12,6 millones en España, lo que significa un cuarto de la población española. Y en Tuenti 5,5 millones de usuarios han entrado en el último mes al portal.
Pero todas esas personas no son tan jóvenes como se piensa: el perfil del usuario de Facebook tiene, de media, más de 30 años. "Aunque hay de todo, ya que el portal es un espejo de la realidad", explican fuentes de esta red social. "Lo bueno, además, es que te puedes comunicar, ver cómo le va la vida a la gente que está lejos y que recuperas el contacto con otros", añade Jorge Peña. Aunque en realidad lo que más funciona son los grupos de amigos cercanos. Es decir, que las mismas pandillas que salen un sábado por la noche, están plenamente conectadas a través de estos portales al día siguiente. Y ahí, cada uno, sube fotografías o vídeos de cada cosa que hacen. En Tuenti, por ejemplo, se cuelgan más de un millón de imágenes al día. "Las redes sociales como éstas no son más que un complemento a la vida social", dice Asunción Portillo, que da en la clave de una de las características de estas herramientas: "La maldad de estas redes está en el uso malicioso que se le pueda dar. Y ahí quizá no sepamos del todo lo expuestos que estamos", añade mediante un mensaje privado de Facebook. Algunas de las entrevistas para este reportaje también se han hecho a través de la red social, otra de sus posibilidades.
La duda de muchos de los usuarios de las redes sociales es si participando en ellas pierden parte de su intimidad. La razón es lógica: igual que ellos pueden subir fotografías o vídeos de la borrachera de un amigo, sus colegas pueden hacer igual. "Hay que tener cuidado con eso. Es un arma de doble filo. Creo que es importante poder elegir a la gente que quieres que vea lo que haces", subraya Rocío Alonso. Aunque otros le quitan importancia. "Te expones a ello, así que creo que hay que quitarle trascendencia. Eso forma parte de su encanto y, además, hay opciones para proteger tu intimidad", añade Daniel Marín, quien insiste: "quien sale a la calle sin paraguas, sabe que a lo mejor se moja".
Una de las ventajas frente a otras páginas como Fotolog -que casi podrían denominarse antiguas- es precisamente la opción de privacidad. En Facebook, por ejemplo, cada usuario elige quién puede ver el contenido de su página o quien no, y a Tuenti sólo se accede si alguien de su comunidad te invita a formar parte de ella. Eso elimina riesgos como que, en un posible proceso de selección para una oferta laboral, los responsables accedan al perfil del demandante para conocer cómo es su vida privada.
Pocos de los malagueños que consultan diariamente sus cuentas en las redes sociales dicen pasar horas frente a sus ordenadores. La mayoría cuenta que es sólo un apoyo a su vida social real, pero hay quien se sincera más. "Reconozco que estamos demasiado tiempo en el ordenador en general: ya sea trabajando, navegando por internet o viendo vídeos en Youtube", dice Álvaro Guerrero, que añade: "pero no creo que estemos dejando nuevas vidas sociales de lado. Serán unos pocos los que lo hagan. Es como todo, los excesos son malos". Pero lo que está claro es que las herramientas han creado una nueva necesidad: la de estar presente en la Red, de comentar fotografías de los amigos, de "decir chorradas", de subir todo lo que se realiza a la Red o de, "simplemente, hablar con los colegas gratis". "Ha nacido la necesidad de mirar por si alguien te ha escrito o ha subido una foto. Eso hace que necesitemos siempre estar on-line", aclara Jorge León.
http://www.malagahoy.es/article/malaga/356...generacion.html