El Málaga dormirá esta noche en puesto de Liga de Campeones si vence en uno de los estadios más emblemáticos del fútbol español, como es La Catedral de San Mamés. Suena fuerte.
El equipo dirigido por Antonio Tapia tiene los pies en el suelo, sabe cuáles son sus virtudes y sus limitaciones, espera sumar de tres en tres para acercarse aún más al objetivo de la permanencia.
Pero es evidente que el hecho de pisar una de las cuatro posiciones destinadas a la ´Champions´ es un ´premio´ al que nadie hace ascos. Si gana, el bloque blanquiazul se estrenará en el privilegiado cuarto puesto en la presente Liga, alcanzará su mejor lugar en la tabla clasificatoria después de que fuera sexto -Copa de la UEFA- tras la disputa de la octava jornada, cuando venció al Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán (0-1).
Sólo Barcelona, Real Madrid y Valencia, con presupuestos de clubes de otra ´galaxia´, han conseguido más puntos que los malaguistas en feudo propio.
Pero este Málaga también sabe arañar lejos de La Rosaleda. De hecho, el conjunto de Tapia acumula ya seis jornadas consecutivas sin perder y sólo ha perdido frente al Deportivo de La Coruña en los últimos diez partidos. Dicho de otra manera, sólo ha caído ante Barça, Real Madrid y Dépor en los últimos dieciséis encuentros -en el Bernabéu, por errores arbitrales-.
Un solo cambio. Tapia sólo realizará un cambio -obligado- respecto al once inicial que empató contra el Atlético de Madrid, debido a la ausencia de Eliseu por sanción. El lugar del portugués será ocupado por el malagueño Nacho. En el banquillo estarían Arnau, Cuadrado, Miguel Ángel, Pablo Barros, Fernando, José Juan Luque y Adriano.
Una de las claves del choque de esta tarde-noche en San Mamés será mantener la concentración durante los noventa minutos, sobre todo a balón parado, la especialidad del Athletic para crear peligro arriba.
El hombre referencia es, sin duda, el ´gigante´ Fernando Llorente (1,93), que es, asimismo, el jugador que más faltas comete de toda la Liga, lo que supone que se convierte en el primer obstáculo que se encontrará el Málaga a la hora de sacar el balón desde atrás.
El cuadro malagueño deberá vigilar de cerca los centros del extremo derecho David López y las llegadas del extremo zurdo Gabilondo, que podría volver al once. Joaquín Caparrós optará por la alineación que logró la proeza de meterse en las semifinales de la Copa del Rey, a excepción del lesionado Aitor Ocio, con una sobrecarga en los músculos isquiotibiales de la pierna derecha.
En el ´banco´ estarán el portero Armando, así como Etxeita, Susaeta, Gurpegui, Yeste, Etxeberría y Toquero.
Al margen de la estrategia, un peligro escondido podría ser la confianza de sentirse superior a un equipo que acaba de ´vaciarse´ físicamente hace sólo tres días en el trascendental choque copero frente al Sporting de Gijón.
El Málaga tampoco debe caer en el error de creerse mejor -aunque lo sea-, máxime cuando la afición bilbaína se convierte en el jugador número doce, ya que San Mamés es uno de los escasos campos donde la presión se nota de forma abrumadora por la cercanía de las gradas con el césped.
Son tres puntos para soñar, para dormir en una nube rodeada de conjuntos estrella. Un empate, aunque le mantendría como séptimo, tampoco es mal resultado en la vieja Catedral -en peor estado aún tras la copiosa lluvia caída hace escasos días-. Pero ¿quién no se imagina al Málaga en la Liga de Campeones? Así, al menos, se le daría, a nivel nacional, la importancia que se merece.
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