Con 33 puntos en juego, el equipo blanquiazul deberá conseguir cerca de veinte para consumar la salvación Hay menos candidatos al descenso y las distancias aumentan, pero el calendario ofrece al Málaga opciones de permanencia
Las circunstancias empeoran para el Málaga con el paso de las jornadas, ya que el grupo de candidatos al descenso se va reduciendo y las distancias aumentan cada semana. Es cierto que el conjunto blanquiazul se mantiene a cuatro puntos de la zona de salvación, pero ya solo hay un equipo a esa distancia, mientras que algunos de los implicados en la lucha por la permanencia se escapan y se sitúan ya a distancias por encima de los siete puntos.
Pero el calendario sigue siendo favorable para el Málaga, y lo será hasta el final. Tendrá que jugar seis encuentros más en casa. Serán cinco relativamente accesibles, si bien también lo podría haber sido el de Osasuna, y un último frente a un Barcelona que quizás llegue a La Rosaleda con la Liga ganada. Pero curiosamente, al menos, tres de ellos serán rivales directos. El análisis del calendario es esperanzador, pero el equipo no podrá fallar a partir de ahora si quiere aprovecharse de una recta final del campeonato que puede facilitarle la salvación.
Está claro que, al margen del Barça, deberá ganarle en casa, sin ninguna excusa, al Espanyol, Deportivo, Mallorca. Hércules y Sporting. No son rivales imposibles, ni mucho menos. Pero también podría pescar algo fuera, ya que tendrá que visitar a la Real Sociedad (este domingo, a partir de las 17.00 horas), Levante, Racing, Athletic y Atlético. Los tres primeros están por encima del Málaga, pero el conjunto de Pellegrini puede sumar sin excesivas complicaciones.
Once jornadas
Quedan once jornadas, 33 puntos en juego, de los que los malaguistas deberán obtener una cifra cercana a la veintena. Serían alrededor de seis triunfos, lo que les permitiría superará los cuarenta. Se desconoce dónde estará esta campaña el corte, pero siempre hay que pensar en los 42 puntos. El buen ritmo de los equipos de la zona baja hace pensar que se llegará a estos guarismos, pero habrá que esperar todavía algunas jornadas para tener una idea algo más clara de hasta dónde deberá llegar el equipo para quedarse en Primera División.
El objetivo del Málaga estaba centrado desde hace algunas jornadas en hacerse fuerte en La Rosaleda para sumar los puntos necesarios para la permanencia. Pero los últimos partidos han supuesto un cambio importante en las perspectivas del equipo. Las dificultades para ganar en casa son máximas. La presión y la ansiedad hacen mella en unos futbolistas que no alcanzan el nivel de intensidad deseado para afrontar, sobre todo, los compromisos ante los rivales más directos. Esta asignatura pendiente deberá superarla antes de la visita del Espanyol la semana que viene. Ya no hay más margen.
Pero también se abren nuevas expectativas fuera de Martiricos. Tras el fiasco del Santiago Bernabéu cobra fuerza la opción de conseguir mejores resultados a domicilio. El primer paso podrían darlo los malaguistas en Anoeta el domingo. Será, como todos, un encuentro muy difícil, pero, si quieren mantenerse en Primera, tendrán que redoblar esfuerzos para compensar las decepciones acumuladas en La Rosaleda con un buen resultado frente a una Real Sociedad que está en la zona media.
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