«He aprendido a correr»
El malagueño justifica su crecimiento como jugador en la mejoría táctica experimentada en el campo
Como Antonio Galdeano, que es lo que pone su carnet de identidad, es un ciudadano anónimo. Como Apoño, uno de los jugadores de moda de la Liga, pilar en el equipo revelación. Máximo goleador desde el punto de penalti, su fútbol no deja de progresar pese a su condición de debutante en Primera.
Hace dos años era un jugador de Segunda B. ¿Piensa que si no hubiera salido en su etapa de juvenil del Málaga habría llegado antes a la máxima categoría?
Nunca se sabe. La verdad es que tuve la oportunidad de haber sido futbolista de élite antes de lo que lo he sido. De ese juvenil de Division de Honor salieron jugadores como Perico, Silva, Armando...
¿Y qué sucedió?
Estaba disgustado con el entrenador que había en ese momento, para qué le voy a engañar. Era Manuel Fernández. A él no le caía muy bien, y él tampoco a mí. Trajeron a un futbolista y se entrenó un día y ya jugó, y a mí me dejaron sin vestir. Así que me busqué la suerte en otro lado.
Después, el Marbella... Y Muñiz...
Tienes que tener suerte para llegar, pero Muñiz para mí lo ha sido todo. Él me dio la oportunidad en el mundo del fútbol. Le debo mucho a él.
¿En qué cree que se basa su crecimiento como jugador?
En el cambio táctico. Técnicamente desde que tengo 20 años no he cambiado mucho. En lo táctico sí he aprendido a correr y a corregir fallos que sí tenía.
Ahora también pierde menos balones que en Segunda.
Sí, el año pasado era el primer año en Segunda y jugaba mas revolucionado de la cuenta por agradar al público, que no me conocía. Quería hacerlo bien cada minuto. Ahora me ha entrado en la cabeza que no hay que complacer a nadie. Hay que estar bien con uno mismo y tranquilo en el campo.
Y correr con más orden.
Claro, no como pollo sin cabeza. Hacerlo con sentido. Antes me salía del papel que tenía que asumir.
Ahora se divierte jugando.
Es para divertirse con este Málaga. Estamos haciendo una temporada increíble. El equipo disfruta jugando, defiende, ataca y las cosas están saliendo muy bien. Quién se iba a esperar el 4-0 del domingo... Cuatro goles al Espanyol...
¿Cree que le resulta más fácil jugar en la máxima categoría?
Puede ser. Hay más espacios. Más facilidad para mover el balón. En Segunda había más pelotazo en largo, más lucha.
El partido contra el Espanyol estaba atascado hasta que a usted se le ocurrió hacer un desmarque a la derecha para dar el centro del gol a Adrián.
Veía que hacía falta otra cosa. En el momento en que vi que Eliseu cogía el balón pensé: «Esta es la mía, y si me la da aquí puedo sacar un buen centro». Me la pasó en el momento clave y ya sabía que Adrián se iba a meter por dentro a zona de remate desmarcándose.
¿Ha tocado techo el Málaga?
La verdad es que los equipos que están por delante son los 'grandes' de España, pero no pienso que hayamos tocado techo. El domingo, si ganamos al Atlético de Madrid nos pondremos por delante y al equipo le queda mucho más por dar.
Pero si le llegan a hablar este verano de que el Málaga iba a estar donde está ahora probablemente no se lo habría creído.
Yo era de los optimistas. Siempre he pensado en que este equipo podía dar mucho de sí. Tan mal no podíamos hacerlo. Y así ha sido.
Lleva cinco goles, pero de jugada ninguno. ¿Se lo prohíbe Tapia?
Claro que no, pero hay que llegar con sentido. No por llegar muchas veces... Es mejor una o dos en un partido y que sirvan para algo, que sean claras, que diez o doce y que no sean para nada.
¿Le tiene ganas al Atlético?
Si, sobre todo por la afición. Le dimos un mal rato en el primer partido. Si estamos como últimamente y trabajamos los noventa minutos, le daremos un susto.
¿El secreto de los penaltis está en dejar que se venza primero el portero?
Según. A veces aguanto y otras veces trato de engañarlo. Hay que tener mucha confianza. Se piensa en un sitio y se lanza lo más ajustado a ese lugar. Intento cambiarlos.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-01-22/aprendido-correr-20090122.html
El malagueño justifica su crecimiento como jugador en la mejoría táctica experimentada en el campo
Como Antonio Galdeano, que es lo que pone su carnet de identidad, es un ciudadano anónimo. Como Apoño, uno de los jugadores de moda de la Liga, pilar en el equipo revelación. Máximo goleador desde el punto de penalti, su fútbol no deja de progresar pese a su condición de debutante en Primera.
Hace dos años era un jugador de Segunda B. ¿Piensa que si no hubiera salido en su etapa de juvenil del Málaga habría llegado antes a la máxima categoría?
Nunca se sabe. La verdad es que tuve la oportunidad de haber sido futbolista de élite antes de lo que lo he sido. De ese juvenil de Division de Honor salieron jugadores como Perico, Silva, Armando...
¿Y qué sucedió?
Estaba disgustado con el entrenador que había en ese momento, para qué le voy a engañar. Era Manuel Fernández. A él no le caía muy bien, y él tampoco a mí. Trajeron a un futbolista y se entrenó un día y ya jugó, y a mí me dejaron sin vestir. Así que me busqué la suerte en otro lado.
Después, el Marbella... Y Muñiz...
Tienes que tener suerte para llegar, pero Muñiz para mí lo ha sido todo. Él me dio la oportunidad en el mundo del fútbol. Le debo mucho a él.
¿En qué cree que se basa su crecimiento como jugador?
En el cambio táctico. Técnicamente desde que tengo 20 años no he cambiado mucho. En lo táctico sí he aprendido a correr y a corregir fallos que sí tenía.
Ahora también pierde menos balones que en Segunda.
Sí, el año pasado era el primer año en Segunda y jugaba mas revolucionado de la cuenta por agradar al público, que no me conocía. Quería hacerlo bien cada minuto. Ahora me ha entrado en la cabeza que no hay que complacer a nadie. Hay que estar bien con uno mismo y tranquilo en el campo.
Y correr con más orden.
Claro, no como pollo sin cabeza. Hacerlo con sentido. Antes me salía del papel que tenía que asumir.
Ahora se divierte jugando.
Es para divertirse con este Málaga. Estamos haciendo una temporada increíble. El equipo disfruta jugando, defiende, ataca y las cosas están saliendo muy bien. Quién se iba a esperar el 4-0 del domingo... Cuatro goles al Espanyol...
¿Cree que le resulta más fácil jugar en la máxima categoría?
Puede ser. Hay más espacios. Más facilidad para mover el balón. En Segunda había más pelotazo en largo, más lucha.
El partido contra el Espanyol estaba atascado hasta que a usted se le ocurrió hacer un desmarque a la derecha para dar el centro del gol a Adrián.
Veía que hacía falta otra cosa. En el momento en que vi que Eliseu cogía el balón pensé: «Esta es la mía, y si me la da aquí puedo sacar un buen centro». Me la pasó en el momento clave y ya sabía que Adrián se iba a meter por dentro a zona de remate desmarcándose.
¿Ha tocado techo el Málaga?
La verdad es que los equipos que están por delante son los 'grandes' de España, pero no pienso que hayamos tocado techo. El domingo, si ganamos al Atlético de Madrid nos pondremos por delante y al equipo le queda mucho más por dar.
Pero si le llegan a hablar este verano de que el Málaga iba a estar donde está ahora probablemente no se lo habría creído.
Yo era de los optimistas. Siempre he pensado en que este equipo podía dar mucho de sí. Tan mal no podíamos hacerlo. Y así ha sido.
Lleva cinco goles, pero de jugada ninguno. ¿Se lo prohíbe Tapia?
Claro que no, pero hay que llegar con sentido. No por llegar muchas veces... Es mejor una o dos en un partido y que sirvan para algo, que sean claras, que diez o doce y que no sean para nada.
¿Le tiene ganas al Atlético?
Si, sobre todo por la afición. Le dimos un mal rato en el primer partido. Si estamos como últimamente y trabajamos los noventa minutos, le daremos un susto.
¿El secreto de los penaltis está en dejar que se venza primero el portero?
Según. A veces aguanto y otras veces trato de engañarlo. Hay que tener mucha confianza. Se piensa en un sitio y se lanza lo más ajustado a ese lugar. Intento cambiarlos.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-01-22/aprendido-correr-20090122.html