El gallego no tuvo fortuna en sus temporadas en Celta, Numancia y Recreativo de Huelva · En las islas británicas se convirtió en el ídolo de la afición del Ipswich · En la actualidad milita en el Crystal Palace
Pablo Couñago (Redondela, 1979) es recordado por muchos como aquel delantero que se alzó con el pichichi en el Mundial sub 20 de Nigeria. En dicho torneo, en el que España acabaría convirtiéndose en campeona del mundo, compartió vestuario con jugadores como Iker, Marchena, Xavi Hernández o Aranzubia. "Lo especial es que teníamos un buen grupo y grandes jugadores, el que llevaba la batuta era un tal 'Xavi'", recuerda nostálgico
"Cuando estás empezando en el fútbol, tienes 20 años y estás en la selección, jugar un mundial, ganarlo y ser pichichi fue lo máximo", afirma un Couñago que comenzaría su andadura en la cantera del Celta pero que, tras su gran papel en la cita de Nigeria, firmaría por el Numancia de Segunda División. El conjunto soriano acabaría ascendiendo a Primera pero la aportación del pontevedrés fue más bien escasa (tan sólo 1 gol) provocando una nueva cesión esta vez en el Recreativo de Huelva.
Sus registros con el Decano tampoco fueron esperanzadores (4 goles en 25 partidos). El crédito como promesa se consumía por lo que decidió hacer las maletas y probar suerte lejos de casa. Su destino: Inglaterra. El jugador gallego se convertiría en uno de los pioneros en cambiar nuestro fútbol por el de las islas.
"Tenía contrato en el Celta pero llegaba a su final, me ofrecieron una renovación ridícula pensando que con los derechos de formación no podría irme, pero la Ley solo era válida para la federación española con lo cual me quedaba libre para ir al extranjero. Así surgió la posibilidad de irme fuera, mi preferencia siempre fue el fútbol inglés", confiesa el de Redondela.
Couñago recalaría en las filas del Ipswich Town, uno de los clubes punteros de la segunda categoría donde se erigió como la estrella del conjunto azulado. Sus goles -40 en cuatro temporadas- le convirtieron en el preferido de la afición que, con el paso de los años, le apodó como 'The Legendary Striker'.
Luces y sombras
"Convertirte en ídolo del equipo donde juegas y que la gente cante tu nombre, es una sensación única y por suerte la he podido disfrutar en mis años en Ipswich, donde siempre he estado muy a gusto. Allí cuando la afición te idolatra, son un poco exagerados pero bueno, se agradece", reconoce.
Cuatro años después volvería a nuestro país para probar fortuna en el Málaga. En el conjunto boquerón aterrizó con la vitola de estrella tras sus buenas actuaciones en Inglaterra. Pero el éxito en la Liga tampoco llegaría con los blanquiazules confirmando su mal fario con los equipos españoles.
"Ese año se juntó un descenso con la Ley Concursal y no fue fácil. Y creo que tanto en Numancia como en Recre era joven y al ser cesiones de un año nunca tuve mucha continuidad. Después tuve un buen año en la Selección pero en el Celta apenas disfruté de minutos al no llegar a un acuerdo en la renovación del
Unas cualidades muy británicas
Probablemente sean sus condiciones: un ariete solidario, hábil, rápido, que necesita de espacios y, sobre todo, rematador; las que le han hecho gozar más del juego inglés. "La forma de jugar del equipo y las ideas del entrenador son lo más importante para un futbolista, aunque también creo que el jugador español puede llegar a destacar más en el fútbol inglés", expresa un Couñago que no cree que el fútbol que practican allí sea mejor que el de la Liga "puede ser que en España haya más calidad en general, pero no es ni mejor ni peor. Aunque en lo referente a estadios, instalaciones, la afluencia de fans a los campos y la organización, el fútbol inglés le lleva ventaja al español", matiza.
El gallego, que en la actualidad milita en el Crystal Palace, reconoce su idilio con el fútbol inglés y la ciudad de Londres. "Estoy muy contento, aquí lo tengo todo", aclara a la vez que admite no descartar acabar su carrera en otro país. Quizá en España, donde tendría una nueva oportunidad para golear a su mal fario.
Pablo Couñago, celebrando un gol con el Málaga.
http://www.marca.com/2011/02/21/futbol/futbol_internacional/espanoles_mundo/1298301033.html
Pablo Couñago (Redondela, 1979) es recordado por muchos como aquel delantero que se alzó con el pichichi en el Mundial sub 20 de Nigeria. En dicho torneo, en el que España acabaría convirtiéndose en campeona del mundo, compartió vestuario con jugadores como Iker, Marchena, Xavi Hernández o Aranzubia. "Lo especial es que teníamos un buen grupo y grandes jugadores, el que llevaba la batuta era un tal 'Xavi'", recuerda nostálgico
"Cuando estás empezando en el fútbol, tienes 20 años y estás en la selección, jugar un mundial, ganarlo y ser pichichi fue lo máximo", afirma un Couñago que comenzaría su andadura en la cantera del Celta pero que, tras su gran papel en la cita de Nigeria, firmaría por el Numancia de Segunda División. El conjunto soriano acabaría ascendiendo a Primera pero la aportación del pontevedrés fue más bien escasa (tan sólo 1 gol) provocando una nueva cesión esta vez en el Recreativo de Huelva.
Sus registros con el Decano tampoco fueron esperanzadores (4 goles en 25 partidos). El crédito como promesa se consumía por lo que decidió hacer las maletas y probar suerte lejos de casa. Su destino: Inglaterra. El jugador gallego se convertiría en uno de los pioneros en cambiar nuestro fútbol por el de las islas.
"Tenía contrato en el Celta pero llegaba a su final, me ofrecieron una renovación ridícula pensando que con los derechos de formación no podría irme, pero la Ley solo era válida para la federación española con lo cual me quedaba libre para ir al extranjero. Así surgió la posibilidad de irme fuera, mi preferencia siempre fue el fútbol inglés", confiesa el de Redondela.
Couñago recalaría en las filas del Ipswich Town, uno de los clubes punteros de la segunda categoría donde se erigió como la estrella del conjunto azulado. Sus goles -40 en cuatro temporadas- le convirtieron en el preferido de la afición que, con el paso de los años, le apodó como 'The Legendary Striker'.
Luces y sombras
"Convertirte en ídolo del equipo donde juegas y que la gente cante tu nombre, es una sensación única y por suerte la he podido disfrutar en mis años en Ipswich, donde siempre he estado muy a gusto. Allí cuando la afición te idolatra, son un poco exagerados pero bueno, se agradece", reconoce.
Cuatro años después volvería a nuestro país para probar fortuna en el Málaga. En el conjunto boquerón aterrizó con la vitola de estrella tras sus buenas actuaciones en Inglaterra. Pero el éxito en la Liga tampoco llegaría con los blanquiazules confirmando su mal fario con los equipos españoles.
"Ese año se juntó un descenso con la Ley Concursal y no fue fácil. Y creo que tanto en Numancia como en Recre era joven y al ser cesiones de un año nunca tuve mucha continuidad. Después tuve un buen año en la Selección pero en el Celta apenas disfruté de minutos al no llegar a un acuerdo en la renovación del
Unas cualidades muy británicas
Probablemente sean sus condiciones: un ariete solidario, hábil, rápido, que necesita de espacios y, sobre todo, rematador; las que le han hecho gozar más del juego inglés. "La forma de jugar del equipo y las ideas del entrenador son lo más importante para un futbolista, aunque también creo que el jugador español puede llegar a destacar más en el fútbol inglés", expresa un Couñago que no cree que el fútbol que practican allí sea mejor que el de la Liga "puede ser que en España haya más calidad en general, pero no es ni mejor ni peor. Aunque en lo referente a estadios, instalaciones, la afluencia de fans a los campos y la organización, el fútbol inglés le lleva ventaja al español", matiza.
El gallego, que en la actualidad milita en el Crystal Palace, reconoce su idilio con el fútbol inglés y la ciudad de Londres. "Estoy muy contento, aquí lo tengo todo", aclara a la vez que admite no descartar acabar su carrera en otro país. Quizá en España, donde tendría una nueva oportunidad para golear a su mal fario.
Pablo Couñago, celebrando un gol con el Málaga.
http://www.marca.com/2011/02/21/futbol/futbol_internacional/espanoles_mundo/1298301033.html