Al margen de paradas puntuales, transmitió seguridad al equipo y se mostró muy comunicativo desde su ubicación. El portero debutante salva al Málaga de la derrota con sus intervenciones
Francesc Arnau (doce goles encajados en 713 minutos), Rodrigo José Galatto (doce goles en 360), Rubén (catorce en 630) y Asenjo (once en 367) precedieron en la portería del Málaga a Caballero, cuyo promedio (un tanto recibido en 90 minutos) ya es el mejor de los cinco, aunque lógicamente deberá rodarse más para que se pueda recurrir a una comparación más precisa. En cualquier caso, no tiene difícil mejorar esas discretas cifras de sus compañeros.
Por primera vez en toda su historia el Málaga recurre a cinco porteros en el curso de una temporada en Primera, lo que cuenta con parte del resto de equipos con menos de media decena de precedentes en ochenta ediciones de la competición. Las lesiones y las dudas suscitadas en el rendimiento de alguno de ellos han tenido la culpa.
Un dicho torero dice que 'no hay quinto malo'. Podría ser el caso para Wilfredo Caballero, 'Willy', como gusta que lo llamen y aparece serigrafiado en su camiseta. El alopécico guardameta argentino, rapado para ocultar sus entradas, estuvo a un nivel sobresaliente en el partido que ha soñado durante años, porque han tenido que transcurrir la friolera de seis temporadas y media para que, después de desembarcar en España, le llegara la oportunidad de debutar en la máxima categoría en nuestro país. A fe que esa motivación se pudo notar ayer en El Madrigal.
De menos a más
Se vio a un Caballero crecido, confiado en sus posibilidades y con unas intervenciones que transmitieron seguridad a la defensa. Entre el ritmo calmado y anodino del partido, con un silencio cómplice en la grada de El Madrigal, se llegaban a oír sus gritos para ordenar la colocación de sus jugadores.
Caballero fue de menos a más, después de un primer tiempo en el que apenas tuvo trabajo, más allá del gol de Marco Ruben, en el que tuvo que hacer una salida apurada, o un centro cerrado de Capdevila (minuto 26) en el que metió el puño con ciertas dudas en el último momento.
Sin embargo, su segunda parte fue sobresaliente. Comenzó con una intervención felina ante Nilmar, que le ganó la partida a Weligton y le intentó picar el balón ante su salida, pero el argentino se elevó rápidamente y atrapó el esférico sin problemas. En el 'uno contra uno' también estuvo formidable ante Cazorla, que hizo la pared en el área con un rival y se plantó ante el portero. Justo segundos antes el extremo estuvo cerca de sorprender al guardameta en un golpe franco directo que estrelló en el larguero, en la zona cubierta por la barrera.
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