Temor. Es la palabra que mejor puede definir el estado de ánimo ante el partido de la Euroliga de la próxima semana entre el Unicaja y el Maccabi, última cita europea de la primera fase y en la que se decidirá qué equipo es campeón de la liguilla y pasa como cabeza de serie para el sorteo del ´Top 16´.
La guerra en la franja de Gaza ha afectado a diversas disciplinas deportivas y con especial incidencia al baloncesto, el deporte rey en aquel país. El martes, el Olympia de Larisa (Grecia) no fue a Jerusalén para enfrentarse al Hapoel en la Eurochallenge de la FIBA y el Bnei Hasharon israelí abandonó la pista en Ankara y se negó a jugar ante los incidentes protagonizados por la afición del Turk Telekom. Sus gritos e insultos hacia la expedición hebrea asustaron a los jugadores que se retiraron al vestuario y ya no volvieron a aparecer por la cancha ni aunque el partido se jugara a puerta cerrada. "No había modo de jugar. Nuestros jugadores estaban muy preocupados por su seguridad", explicó su presidente.
El caso es que el partido entre el Unicaja y el Maccabi será declarado de ´alto riesgo´ -algo por otro lado habitual cuando viaja el Maccabi a Málaga-, pero en esta ocasión será mucho mayor el celo policial.
Desde el recrudecimiento del conflicto, será la primera vez que el Maccabi salga de Israel. Como todo el mundo sabe, el equipo de baloncesto de Tel Aviv es uno de los máximos exponentes del estado de Israel de cara al exterior. Por eso, la seguridad siempre es máxima en su entorno. Aunque en los próximos días se conocerán más datos, lo cierto es que el Maccabi será custodiado desde que aterrice en el aeropuerto (la noche del martes o al mediodía del miércoles) hasta que regrese a su país la mañana del viernes.
Según ha podido saber La Opinión, el hotel de concentración en el que se alojará la expedición macabea tendrá una vigilancia especial desde los días previos. Nadie podrá entrar o salir sin estar perfectamente identificado. En el Carpena, más de lo mismo. Tanto en sus sesiones de entrenamiento como antes y durante el partido, miembros de los Tedax inspeccionarán cada rincón del palacio de los Deportes. La Unidad de Guías Caninos, los propios Tedax y la Unidad de Subsuelo realizarán su trabajo habitual en este tipo de partidos, aunque en este caso es de esperar que todavía con mayor número de efectivos. La pasada temporada, coincidiendo con el partido europeo ante el Maccabi en Málaga, las fuentes consultadas por este diario de la Policía Nacional no quisieron facilitar el número exacto de efectivos policiales que se dieron cita en el partido, aunque sí aseguraron que se trataba de tres veces más de los habituales en cualquier otra cita.
Pero el temor de lo que pueda pasar no es sólo de parte del Maccabi. En el Unicaja también hay una gran preocupación por lo que pueda ocurrir. Se descarta cualquier medida extrema como que el partido se suspenda o que el equipo de Israel pida que se juegue a puerta cerrada. Son dos supuestos que ni se valoran en Los Guindos. Lo que preocupa es la seguridad en una cita que es la antesala del inicio del ´Top 16´. Y es que cualquier mínimo incidente podría llevar al cierre del Carpena y que los verdes tuvieran que buscarse otra pista para iniciar la segunda fase de la competición.
La moda que se ha sacado ahora de lanzar zapatos como medida de repulsa (máxima muestra de desprecio en la cultura musulmana) es incontrolable y tiene muy preocupados a los ´jefes´ de Los Guindos. Ojalá todo se quede en nada.
La guerra en la franja de Gaza ha afectado a diversas disciplinas deportivas y con especial incidencia al baloncesto, el deporte rey en aquel país. El martes, el Olympia de Larisa (Grecia) no fue a Jerusalén para enfrentarse al Hapoel en la Eurochallenge de la FIBA y el Bnei Hasharon israelí abandonó la pista en Ankara y se negó a jugar ante los incidentes protagonizados por la afición del Turk Telekom. Sus gritos e insultos hacia la expedición hebrea asustaron a los jugadores que se retiraron al vestuario y ya no volvieron a aparecer por la cancha ni aunque el partido se jugara a puerta cerrada. "No había modo de jugar. Nuestros jugadores estaban muy preocupados por su seguridad", explicó su presidente.
El caso es que el partido entre el Unicaja y el Maccabi será declarado de ´alto riesgo´ -algo por otro lado habitual cuando viaja el Maccabi a Málaga-, pero en esta ocasión será mucho mayor el celo policial.
Desde el recrudecimiento del conflicto, será la primera vez que el Maccabi salga de Israel. Como todo el mundo sabe, el equipo de baloncesto de Tel Aviv es uno de los máximos exponentes del estado de Israel de cara al exterior. Por eso, la seguridad siempre es máxima en su entorno. Aunque en los próximos días se conocerán más datos, lo cierto es que el Maccabi será custodiado desde que aterrice en el aeropuerto (la noche del martes o al mediodía del miércoles) hasta que regrese a su país la mañana del viernes.
Según ha podido saber La Opinión, el hotel de concentración en el que se alojará la expedición macabea tendrá una vigilancia especial desde los días previos. Nadie podrá entrar o salir sin estar perfectamente identificado. En el Carpena, más de lo mismo. Tanto en sus sesiones de entrenamiento como antes y durante el partido, miembros de los Tedax inspeccionarán cada rincón del palacio de los Deportes. La Unidad de Guías Caninos, los propios Tedax y la Unidad de Subsuelo realizarán su trabajo habitual en este tipo de partidos, aunque en este caso es de esperar que todavía con mayor número de efectivos. La pasada temporada, coincidiendo con el partido europeo ante el Maccabi en Málaga, las fuentes consultadas por este diario de la Policía Nacional no quisieron facilitar el número exacto de efectivos policiales que se dieron cita en el partido, aunque sí aseguraron que se trataba de tres veces más de los habituales en cualquier otra cita.
Pero el temor de lo que pueda pasar no es sólo de parte del Maccabi. En el Unicaja también hay una gran preocupación por lo que pueda ocurrir. Se descarta cualquier medida extrema como que el partido se suspenda o que el equipo de Israel pida que se juegue a puerta cerrada. Son dos supuestos que ni se valoran en Los Guindos. Lo que preocupa es la seguridad en una cita que es la antesala del inicio del ´Top 16´. Y es que cualquier mínimo incidente podría llevar al cierre del Carpena y que los verdes tuvieran que buscarse otra pista para iniciar la segunda fase de la competición.
La moda que se ha sacado ahora de lanzar zapatos como medida de repulsa (máxima muestra de desprecio en la cultura musulmana) es incontrolable y tiene muy preocupados a los ´jefes´ de Los Guindos. Ojalá todo se quede en nada.