Los futbolistas admiten que no estuvieron brillantes en la segunda parte, pero creen que no se valora «la impresionante temporada» «Hicimos una lectura mala, pero lo que vale es el triunfo», recalcan
Aunque parezca extraño, el Málaga no vivió un regreso completamente feliz de Sevilla. 28 puntos, a sólo cinco de la 'Champions', la mejor primera vuelta, dos triunfos históricos en la capital hispalense... «El ambiente era espectacular, claro, pero nos quedó el mal sabor de boca de los comentarios sobre el juego que hicimos frente al Betis», explicaba ayer un jugador consultado por este periódico. La plantilla no entiende las críticas y considera que no se valora en su justa medida una temporada que en el vestuario se califica de «impresionante».
Cualquiera podría pensar que en la plantilla del Málaga se vivió el triunfo del domingo con la misma euforia que en la ciudad. Nunca antes el equipo había ganado la misma temporada en los campos del Sevilla y el Betis. Tampoco nunca antes había firmado una primera vuelta con 28 puntos y cuando aún queda un encuentro pendiente. Pero entre los técnicos, los jugadores y el resto de la expedición pesaron en el estado de ánimo los comentarios respecto a los problemas para superar a un rival con nueve jugadores.
«Hicimos una lectura mala en la segunda parte. Cuando te encuentras con un rival con nueve jugadores y lo ves que te espera te empeñas en entrar por la banda y centrar en vez de llegar al área triangulando, de dominar el partido, de mover el balón y de buscar más el juego 'entre líneas'. Sí, nos equivocamos, pero volvimos a ganar y creemos que es más importante valorar lo que estamos haciendo». La reflexión correspondía ayer a un destacado jugador del equipo.
Cambio ofensivo
Los técnicos también coinciden en esta apreciación. No sólo los jugadores se vieron sorprendidos por el hecho de que las críticas relegaran a un segundo plano al triunfo. Lógicamente los técnicos analizaron el encuentro en el viaje de regreso y también tras el entrenamiento voluntario de ayer. El propio Antonio Tapia así se lo confesó a sus más cercanos. «No cerramos bien el partido», recalcó. Curiosamente, esta situación se produjo después de un cambio que pretendía ser ofensivo.
Tapia optó por prescindir de un medio centro (Lolo) para incluir a Eliseu y dotar de más profundidad al equipo por el costado derecho. Duda pasó a su zona preferida, la banda izquierda. La intención del entrenador era que Nacho actuara por delante del único medio centro (Apoño) y tratar así de que la conexión entre los jugadores malagueños facilitara el deseado juego 'entre líneas' para acabar con la resistencia del Betis. Sin embargo, se lanzó al ataque sin mesura, pero al empecinarse en colgar balones facilitó los contragolpes del cuadro verdiblanco.
Autocrítica
Pese a que en la plantilla no se entienden los comentarios relativos al juego del equipo sí se hace autocrítica. Los propios futbolistas hablaron en el vestuario del estadio Ruiz de Lopera sobre los diferentes errores cometidos. «Lo teníamos todo a favor y nos pudo la precipitación», recalca otro futbolista.
Aun así, entre los jugadores reina la satisfacción. El Málaga acumula 28 puntos, cuenta con un margen de trece sobre la zona de descenso y, sobre todo, es un equipo ya respetado en Primera División. «No podemos dormirnos, pero nuestra temporada es impresionante y el ambiente en el vestuario es espectacular. Con eso es con lo creemos que hay que quedarse», insisten en la plantilla. Al final, independientemente del fútbol realizado y de las dificultades para obtener el triunfo, lo que queda es el resultado. Y la clasificación. Incluso los más críticos se quedarian con ello media hora después del partido en el antiguo Benito Villamarín.
www.diariosur.com
Aunque parezca extraño, el Málaga no vivió un regreso completamente feliz de Sevilla. 28 puntos, a sólo cinco de la 'Champions', la mejor primera vuelta, dos triunfos históricos en la capital hispalense... «El ambiente era espectacular, claro, pero nos quedó el mal sabor de boca de los comentarios sobre el juego que hicimos frente al Betis», explicaba ayer un jugador consultado por este periódico. La plantilla no entiende las críticas y considera que no se valora en su justa medida una temporada que en el vestuario se califica de «impresionante».
Cualquiera podría pensar que en la plantilla del Málaga se vivió el triunfo del domingo con la misma euforia que en la ciudad. Nunca antes el equipo había ganado la misma temporada en los campos del Sevilla y el Betis. Tampoco nunca antes había firmado una primera vuelta con 28 puntos y cuando aún queda un encuentro pendiente. Pero entre los técnicos, los jugadores y el resto de la expedición pesaron en el estado de ánimo los comentarios respecto a los problemas para superar a un rival con nueve jugadores.
«Hicimos una lectura mala en la segunda parte. Cuando te encuentras con un rival con nueve jugadores y lo ves que te espera te empeñas en entrar por la banda y centrar en vez de llegar al área triangulando, de dominar el partido, de mover el balón y de buscar más el juego 'entre líneas'. Sí, nos equivocamos, pero volvimos a ganar y creemos que es más importante valorar lo que estamos haciendo». La reflexión correspondía ayer a un destacado jugador del equipo.
Cambio ofensivo
Los técnicos también coinciden en esta apreciación. No sólo los jugadores se vieron sorprendidos por el hecho de que las críticas relegaran a un segundo plano al triunfo. Lógicamente los técnicos analizaron el encuentro en el viaje de regreso y también tras el entrenamiento voluntario de ayer. El propio Antonio Tapia así se lo confesó a sus más cercanos. «No cerramos bien el partido», recalcó. Curiosamente, esta situación se produjo después de un cambio que pretendía ser ofensivo.
Tapia optó por prescindir de un medio centro (Lolo) para incluir a Eliseu y dotar de más profundidad al equipo por el costado derecho. Duda pasó a su zona preferida, la banda izquierda. La intención del entrenador era que Nacho actuara por delante del único medio centro (Apoño) y tratar así de que la conexión entre los jugadores malagueños facilitara el deseado juego 'entre líneas' para acabar con la resistencia del Betis. Sin embargo, se lanzó al ataque sin mesura, pero al empecinarse en colgar balones facilitó los contragolpes del cuadro verdiblanco.
Autocrítica
Pese a que en la plantilla no se entienden los comentarios relativos al juego del equipo sí se hace autocrítica. Los propios futbolistas hablaron en el vestuario del estadio Ruiz de Lopera sobre los diferentes errores cometidos. «Lo teníamos todo a favor y nos pudo la precipitación», recalca otro futbolista.
Aun así, entre los jugadores reina la satisfacción. El Málaga acumula 28 puntos, cuenta con un margen de trece sobre la zona de descenso y, sobre todo, es un equipo ya respetado en Primera División. «No podemos dormirnos, pero nuestra temporada es impresionante y el ambiente en el vestuario es espectacular. Con eso es con lo creemos que hay que quedarse», insisten en la plantilla. Al final, independientemente del fútbol realizado y de las dificultades para obtener el triunfo, lo que queda es el resultado. Y la clasificación. Incluso los más críticos se quedarian con ello media hora después del partido en el antiguo Benito Villamarín.
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