No recuerdo mi último gol", señala Baptista, que en esta etapa se siente "con más experiencia" · "Tengo claro que, de los partidos que jugamos en casa, si no todos, mínimo cinco tenemos que ganar", advierte
Los primeros pasos de Julio Baptista permiten conocer que La Bestia se quedó en el pasado. No es una involución, todo lo contrario. No triunfó como le hubiera gustado en el Real Madrid y en la Roma conoció lo peor del fútbol. Aprovechó todo este tiempo para madurar, reflexionar sobre el fútbol, guarecerse de los malos momentos y pulir detalles futbolísticos que ese gran disparo que siempre tuvo había dejado en segundo plano. Así que estamos ante una versión que derrocha menos energía pero es más resabiada. Y que espera volver a conquistar España.
-Parecía que no jugaría el partido completo pero sí lo hizo. ¿Qué sensaciones tuvo?
-Yo no sabía qué planteamiento tenía el mister, pero lo importante era que pudiera empezar a coger minutos para agarrar la forma, por más que fuera un partido difícil para sacar un buen resultado. Pero lo importante, insisto, era coger la forma.
-¿Cree que era más una prueba física, que su debut real será en Valencia?
-Puede ser, sí.
-¿Qué tal se sintió en esa posición adelantada en el Camp Nou?
-Estaba jugando como mediapunta, lo que pasa es que el técnico quería que yo estuviese un poco más en el medio y Quincy se moviera más. Quincy se movía mucho a los lados y parecía que yo era primera punta. En la mediapunta es donde estoy más cómodo.
-¿Cuántos partidos cree que necesitará para coger la forma definitiva?
-No sé, depende de cómo me encuentre en cada partido. No te podría decir algo de manera objetiva. Pero espero que sea lo más pronto posible, eso sí.
-¿Dependerá de los refuerzos positivos que vaya consiguiendo en cada encuentro?
-Claro, por eso. Yo necesito revivir todas esas buenas sensaciones.
-¿Italia está olvidada?
-Sí, por necesidad y porque a veces la vida te lo pone así. Yo quería salir, el club me facilitó la salida y ya está, no hay nada más que decir.
-¿Notó muchos cambios entre una liga y otra?
-Muchos, muchos. Se juega de manera distinta. Aquí se juega mucho al fútbol, a uno o dos toques, a mayor velocidad. Allí es más cerrado, prima mucho lo físico y lo táctico, aquí también, pero se juega. El propio Málaga o el Racing, equipos medios, juegan, no como en Italia.
-¿Si esta plantilla de la actualidad hubiera empezado en verano cree que el equipo estaría más arriba?
-Posiblemente sí. Lo que pasa es que el mister ha cogido el equipo ahora. Y ahora hay que coger los puntos que se necesitan con más presión y puede que alguno no esté acostumbrado a hacerlo con presión. Yo tengo claro que de los ocho o nueve partidos que jugamos en casa, si no ganar todos, mínimo cinco tenemos que ganar. Eso es muy importante para un equipo que quiere permanecer. De todos los puntos que vamos a disputar hay que hacer la mitad. Eso nos dejaría tranquilos.
-Se pide una permanencia tranquila, pero ¿no cree que hay que ir sembrando también el carácter ganador que se pedirá la próxima temporada?
-Claro. Lo importante es tener la base, que es lo que nosotros queríamos. Desde ahí, el año que viene, seguro con la incorporación de varios jugadores, el club tiene que apostar fuerte.
-Cuando le llama algún amigo y le pregunta que por qué se fue a un equipo que lucha por el descenso, ¿qué le dice?
-La gente puede pensar lo que quiera, pero esto es una apuesta que yo estoy jugando, al igual que el Málaga ha apostado trayéndome para acá. Dependerá mucho de nosotros. El club ha dado la disposición para que pudiéramos venir y nosotros tenemos que hacer que el Málaga funcione para que la gente vea que se está haciendo un proyecto bueno. Lo que pasa es que eso no se hace de la noche a la mañana. Se necesita tiempo y para eso hay que sembrar para luego recoger.
-¿Cuándo fue su último gol?
-Hace mucho. No me acuerdo bien, sólo sé que fue en Italia. Cuando marque con el Málaga viviré una alegría total.
-¿Qué aprendió Baptista en el Madrid y la Roma?
-La experiencia que te dan los años, cómo moverte dentro del campo, dónde conseguir una posición cómoda para que los medios centro no te impidan tirar a gol, a dar pases. Ahora consigo ver el juego mejor que cuando era más joven... Esas cosas.
-¿Y echa mucho de menos poder plasmar todo eso sobre los terrenos de juego?
-Claro. En Italia era muy difícil.
-¿Llegó a sentirse encarcelado en Italia?
-La verdad es que sí. Pero como todo en la vida, pasa. Ese momento pasó, me ha dado experiencia y ya está.
-¿Pellegrini que le pidió cuando charló por primera vez con usted?
-Que hay que mentalizar a la gente de que hay que empezar a ganar.
-Y usted viene de clubes con mentalidades ganadoras. ¿Cómo se enseña en el vestuario?
-Se puede enseñar, pero con tranquilidad. La gente se tiene que sentir confiada y fuerte, pero creo que se logrará.
-¿Ve presión en el entorno por que el club se haga grande ya?
-No creo que la gente espere que ganemos desde ya. La gente sabrá esperar el momento adecuado. Saben que este año no tenemos muchas posibilidades de hacer muchas cosas. Ojalá que hagamos una segunda vuelta buena y el año que viene podamos empezar de cero.
-¿Cree que físicamente los nuevos podrán dar algo más al equipo en la segunda vuelta?
-Estaremos bien, sí, pero tampoco se notará mucho con respecto a los rivales porque los partidos son de domingo a domingo y hay tiempo para recuperar entre semana.
-¿Ve similitudes entre el Sevilla en crecimiento al que llegó usted y este Málaga?
-Son etapas distintas de mi carrera. Lo bueno es que el equipo empiece a funcionar conmigo, sabiendo cómo juego, que tenga opciones de marcar...
-¿Qué tal se halla en la ciudad?
-Ya la he conocido un poquito y me gusta. Está muy bien, no me puedo quejar de nada. Me gusta. Es uno de los cambios que también necesitaba.
Los primeros pasos de Julio Baptista permiten conocer que La Bestia se quedó en el pasado. No es una involución, todo lo contrario. No triunfó como le hubiera gustado en el Real Madrid y en la Roma conoció lo peor del fútbol. Aprovechó todo este tiempo para madurar, reflexionar sobre el fútbol, guarecerse de los malos momentos y pulir detalles futbolísticos que ese gran disparo que siempre tuvo había dejado en segundo plano. Así que estamos ante una versión que derrocha menos energía pero es más resabiada. Y que espera volver a conquistar España.
-Parecía que no jugaría el partido completo pero sí lo hizo. ¿Qué sensaciones tuvo?
-Yo no sabía qué planteamiento tenía el mister, pero lo importante era que pudiera empezar a coger minutos para agarrar la forma, por más que fuera un partido difícil para sacar un buen resultado. Pero lo importante, insisto, era coger la forma.
-¿Cree que era más una prueba física, que su debut real será en Valencia?
-Puede ser, sí.
-¿Qué tal se sintió en esa posición adelantada en el Camp Nou?
-Estaba jugando como mediapunta, lo que pasa es que el técnico quería que yo estuviese un poco más en el medio y Quincy se moviera más. Quincy se movía mucho a los lados y parecía que yo era primera punta. En la mediapunta es donde estoy más cómodo.
-¿Cuántos partidos cree que necesitará para coger la forma definitiva?
-No sé, depende de cómo me encuentre en cada partido. No te podría decir algo de manera objetiva. Pero espero que sea lo más pronto posible, eso sí.
-¿Dependerá de los refuerzos positivos que vaya consiguiendo en cada encuentro?
-Claro, por eso. Yo necesito revivir todas esas buenas sensaciones.
-¿Italia está olvidada?
-Sí, por necesidad y porque a veces la vida te lo pone así. Yo quería salir, el club me facilitó la salida y ya está, no hay nada más que decir.
-¿Notó muchos cambios entre una liga y otra?
-Muchos, muchos. Se juega de manera distinta. Aquí se juega mucho al fútbol, a uno o dos toques, a mayor velocidad. Allí es más cerrado, prima mucho lo físico y lo táctico, aquí también, pero se juega. El propio Málaga o el Racing, equipos medios, juegan, no como en Italia.
-¿Si esta plantilla de la actualidad hubiera empezado en verano cree que el equipo estaría más arriba?
-Posiblemente sí. Lo que pasa es que el mister ha cogido el equipo ahora. Y ahora hay que coger los puntos que se necesitan con más presión y puede que alguno no esté acostumbrado a hacerlo con presión. Yo tengo claro que de los ocho o nueve partidos que jugamos en casa, si no ganar todos, mínimo cinco tenemos que ganar. Eso es muy importante para un equipo que quiere permanecer. De todos los puntos que vamos a disputar hay que hacer la mitad. Eso nos dejaría tranquilos.
-Se pide una permanencia tranquila, pero ¿no cree que hay que ir sembrando también el carácter ganador que se pedirá la próxima temporada?
-Claro. Lo importante es tener la base, que es lo que nosotros queríamos. Desde ahí, el año que viene, seguro con la incorporación de varios jugadores, el club tiene que apostar fuerte.
-Cuando le llama algún amigo y le pregunta que por qué se fue a un equipo que lucha por el descenso, ¿qué le dice?
-La gente puede pensar lo que quiera, pero esto es una apuesta que yo estoy jugando, al igual que el Málaga ha apostado trayéndome para acá. Dependerá mucho de nosotros. El club ha dado la disposición para que pudiéramos venir y nosotros tenemos que hacer que el Málaga funcione para que la gente vea que se está haciendo un proyecto bueno. Lo que pasa es que eso no se hace de la noche a la mañana. Se necesita tiempo y para eso hay que sembrar para luego recoger.
-¿Cuándo fue su último gol?
-Hace mucho. No me acuerdo bien, sólo sé que fue en Italia. Cuando marque con el Málaga viviré una alegría total.
-¿Qué aprendió Baptista en el Madrid y la Roma?
-La experiencia que te dan los años, cómo moverte dentro del campo, dónde conseguir una posición cómoda para que los medios centro no te impidan tirar a gol, a dar pases. Ahora consigo ver el juego mejor que cuando era más joven... Esas cosas.
-¿Y echa mucho de menos poder plasmar todo eso sobre los terrenos de juego?
-Claro. En Italia era muy difícil.
-¿Llegó a sentirse encarcelado en Italia?
-La verdad es que sí. Pero como todo en la vida, pasa. Ese momento pasó, me ha dado experiencia y ya está.
-¿Pellegrini que le pidió cuando charló por primera vez con usted?
-Que hay que mentalizar a la gente de que hay que empezar a ganar.
-Y usted viene de clubes con mentalidades ganadoras. ¿Cómo se enseña en el vestuario?
-Se puede enseñar, pero con tranquilidad. La gente se tiene que sentir confiada y fuerte, pero creo que se logrará.
-¿Ve presión en el entorno por que el club se haga grande ya?
-No creo que la gente espere que ganemos desde ya. La gente sabrá esperar el momento adecuado. Saben que este año no tenemos muchas posibilidades de hacer muchas cosas. Ojalá que hagamos una segunda vuelta buena y el año que viene podamos empezar de cero.
-¿Cree que físicamente los nuevos podrán dar algo más al equipo en la segunda vuelta?
-Estaremos bien, sí, pero tampoco se notará mucho con respecto a los rivales porque los partidos son de domingo a domingo y hay tiempo para recuperar entre semana.
-¿Ve similitudes entre el Sevilla en crecimiento al que llegó usted y este Málaga?
-Son etapas distintas de mi carrera. Lo bueno es que el equipo empiece a funcionar conmigo, sabiendo cómo juego, que tenga opciones de marcar...
-¿Qué tal se halla en la ciudad?
-Ya la he conocido un poquito y me gusta. Está muy bien, no me puedo quejar de nada. Me gusta. Es uno de los cambios que también necesitaba.