Desde el club no van a realizar más movimientos por Diarra y José Ángel, pues consideran que han hecho todo lo que debían, y esperan a que ellos den el paso y hagan valer los acuerdos contraídos.
La posición del Málaga en cuanto a lo que queda de mercado invernal con Mahamadou Diarra y José Ángel, los dos jugadores que le interesan y con los que han alcanzado sendos compromisos para que vistan de blanquiazul pero que no han acabado de cristalizar, es clara: se planta, hasta el punto de poder dar por cerrada la plantilla si ellos no dan el paso pertinente, el Sporting especialmente en el caso del lateral, que haga valer los acuerdos contraídos con la entidad de Martiricos
El interés del Málaga, y en concreto de Manuel Pellegrini, por hacerse con los servicios del centrocampista malí viene de atrás. Los esfuerzos y el acuerdo entre el jugador y el Málaga (que no pagará nada en concepto de traspaso) se frenaron en seco cuando el actual entrenador del Real Madrid entró en escena. El director general blanco, Jorge Valdano, había dado luz verde a la operación, toda vez que el jugador termina contrato a final de temporada, no cuenta para su técnico y su ficha es excesivamente alta. Diarra se comprometía para vestir de blanquiazul entre tres y cuatro temporadas, a razón de dos millones y medio cada una de ellas. Pero el efecto bumerán tocó a Pellegrini. Mourinho, en su guerra fría con Valdano, frenó la salida del internacional africano como medida de presión para la llegada de un delantero. Condición indispensable para que se produjese la salida del malí.
El jugador presionó, pero no pudo ser, por lo que el Málaga aparcó el tema y fue perfilando su plantilla. A pocos días para el final del cierre del mercado, el técnico luso ganó la partida y Adebayor (otro de los ilustres en la lista de refuerzos del Málaga) jugará en el conjunto blanco hasta final de temporada. Esto provoca que al Madrid le sobre una ficha y la elegida para dar de alta al togolés sea la de Diarra. Pese a que la dirección deportiva malaguista y el mismo Pellegrini tenían prácticamente olvidado el asunto, no van a rehusar a su acuerdo con el jugador si este quisiese retomar su fichaje por el Málaga. Sobre todo después de los tres partidos de sanción que le han caído a Apoño.
Si hace unas semanas era Mourinho quien tenía la última palabra, ahora, con el paso del tiempo y las circunstancias, será el jugador quien decida su destino. En sus manos, aparte del acuerdo con el Málaga, se encuentran otras ofertas que le han ido llegando durante estos días de indecisión.
En una situación muy similar se encuentra José Ángel. Su fichaje parece que se ha convertido en una partida de ajedrez. Y el Málaga está demostrando saber jugar. Lejos de olvidarse del lateral zurdo del Sporting, la partida continúa, pese a los rumores de lo contrario que se han hecho eco en algunos medios de comunicación.
En el club están muy cansados de las ida y venidas del presidente gijonés, Manuel Vega-Arango, quien ha intentado apretar económicamente en exceso al Málaga. Los acuerdos se solapan tras incansables rectificaciones cuando todo parece estar cerrado, pero en la entidad blanquiazul han cerrado el grifo y han dicho basta.
Oficialmente, el Málaga da por cerrado el asunto, pero a pocos se les escapa que si el máximo dirigente asturiano da marcha atrás y vuelve sobre sus pasos, el jugador llegará a La Rosaleda. Preciado no citó al futbolista en el último partido del Sporting y se ha pronunciado a favor del traspaso, conocedor de que su puesto queda perfectamente cubierto con Canella y de que ese dinero podría ser empleado para reforzar la línea de ataque. Además, ayer, el propio futbolista volvió a insistir a los mandatarios rojiblancos en su intención de cumplir con la palabra que ha dado al Málaga, pese a las ofertas, como la que ahora dicen que tienen de la Fiorentina. Dicho esto, el Málaga no moverá ningún dedo más para la llegada del jugador y confía ciegamente en que todo llegue a buen puerto. De lo contrario, se esperará hasta el verano para reforzar esta demarcación.
La posición del Málaga en cuanto a lo que queda de mercado invernal con Mahamadou Diarra y José Ángel, los dos jugadores que le interesan y con los que han alcanzado sendos compromisos para que vistan de blanquiazul pero que no han acabado de cristalizar, es clara: se planta, hasta el punto de poder dar por cerrada la plantilla si ellos no dan el paso pertinente, el Sporting especialmente en el caso del lateral, que haga valer los acuerdos contraídos con la entidad de Martiricos
El interés del Málaga, y en concreto de Manuel Pellegrini, por hacerse con los servicios del centrocampista malí viene de atrás. Los esfuerzos y el acuerdo entre el jugador y el Málaga (que no pagará nada en concepto de traspaso) se frenaron en seco cuando el actual entrenador del Real Madrid entró en escena. El director general blanco, Jorge Valdano, había dado luz verde a la operación, toda vez que el jugador termina contrato a final de temporada, no cuenta para su técnico y su ficha es excesivamente alta. Diarra se comprometía para vestir de blanquiazul entre tres y cuatro temporadas, a razón de dos millones y medio cada una de ellas. Pero el efecto bumerán tocó a Pellegrini. Mourinho, en su guerra fría con Valdano, frenó la salida del internacional africano como medida de presión para la llegada de un delantero. Condición indispensable para que se produjese la salida del malí.
El jugador presionó, pero no pudo ser, por lo que el Málaga aparcó el tema y fue perfilando su plantilla. A pocos días para el final del cierre del mercado, el técnico luso ganó la partida y Adebayor (otro de los ilustres en la lista de refuerzos del Málaga) jugará en el conjunto blanco hasta final de temporada. Esto provoca que al Madrid le sobre una ficha y la elegida para dar de alta al togolés sea la de Diarra. Pese a que la dirección deportiva malaguista y el mismo Pellegrini tenían prácticamente olvidado el asunto, no van a rehusar a su acuerdo con el jugador si este quisiese retomar su fichaje por el Málaga. Sobre todo después de los tres partidos de sanción que le han caído a Apoño.
Si hace unas semanas era Mourinho quien tenía la última palabra, ahora, con el paso del tiempo y las circunstancias, será el jugador quien decida su destino. En sus manos, aparte del acuerdo con el Málaga, se encuentran otras ofertas que le han ido llegando durante estos días de indecisión.
En una situación muy similar se encuentra José Ángel. Su fichaje parece que se ha convertido en una partida de ajedrez. Y el Málaga está demostrando saber jugar. Lejos de olvidarse del lateral zurdo del Sporting, la partida continúa, pese a los rumores de lo contrario que se han hecho eco en algunos medios de comunicación.
En el club están muy cansados de las ida y venidas del presidente gijonés, Manuel Vega-Arango, quien ha intentado apretar económicamente en exceso al Málaga. Los acuerdos se solapan tras incansables rectificaciones cuando todo parece estar cerrado, pero en la entidad blanquiazul han cerrado el grifo y han dicho basta.
Oficialmente, el Málaga da por cerrado el asunto, pero a pocos se les escapa que si el máximo dirigente asturiano da marcha atrás y vuelve sobre sus pasos, el jugador llegará a La Rosaleda. Preciado no citó al futbolista en el último partido del Sporting y se ha pronunciado a favor del traspaso, conocedor de que su puesto queda perfectamente cubierto con Canella y de que ese dinero podría ser empleado para reforzar la línea de ataque. Además, ayer, el propio futbolista volvió a insistir a los mandatarios rojiblancos en su intención de cumplir con la palabra que ha dado al Málaga, pese a las ofertas, como la que ahora dicen que tienen de la Fiorentina. Dicho esto, el Málaga no moverá ningún dedo más para la llegada del jugador y confía ciegamente en que todo llegue a buen puerto. De lo contrario, se esperará hasta el verano para reforzar esta demarcación.