Las sanciones impuestas por Competición al Málaga obligan a plantearse si la entidad debe presentar recursos ante Apelación
SÍ
El Málaga debe agotar todas las vías legales
Juan Antonio Morgado
Reclamar mientras lo permita la ley. El Málaga debe seguir recurriendo ante una de las mayores injusticias de los últimos tiempos. Aun a riesgo de seguir 'señalado' ante el estamento arbitral, el club de La Rosaleda tiene que agotar todas las vías legales para lograr disminuir el desmesurado castigo lo máximo posible, incluso a sabiendas de que al Comité de Apelación resulta difícil hincarle el diente si no eres el Real Madrid o el Barcelona. De la misma forma que Competición ha amnistiado a Hélder Rosário, puede suceder con algunos de los sancionados, que podrían ver rebajado su castigo.
El perdón al central portugués habla a las claras de la tendenciosa labor de Rubinos Pérez, perjudicial para el club de La Rosaleda como pocas veces ha sucedido. Ahora hay que preguntarse: ¿Si la expulsión de Hélder Rosário no fue correcta, quién resarce al Málaga de los 25 minutos (más la prolongación) que estuvo con nueve jugadores? Los siete partidos de sanción impuestos al club son una locura que hay que frenar como sea. Si me apuran, diré incluso que desde el primer momento me pareció injusta la expulsión de Demichelis, por la que el Málaga no recurrió.
El reglamento habla de 'ocasión manifiesta de gol' para que el infractor vea la tarjeta roja, pero Mata no tenía el balón en su poder ni mucho menos. Es más, el cuero se iba en diagonal hacia la línea de fondo y Asenjo preparaba su salida hacia el medio punta local. Por no hablar de la posición incorrecta del futbolista burgalés en el arranque de la jugada...
NO
Rubino hizo tanto o más daño en el acta
Sergio Cortés
Ya me gustaría que los comités federativos fueran más benévolos con el Málaga y que hasta Manuel Pellegrini, paradigma de tipo sensato que nunca pierde los papeles -basta con ver lo que soportó con la prensa de Madrid-, pudiera sentarse el sábado en el banquillo. Me temo que el club tiene poco margen de maniobra. Incluso diría que el partido que le han quitado a Hélder Rosário es suficiente recompensa a la labor a destajo del pasado lunes para redactar el extenso pliego de alegaciones.
Rubinos, que en las protestas de los malaguistas se comportaba como una de las estatuas de piedra que representa Pachi bajo estas líneas, hizo tanto o más daño en el acta que en el desarrollo del encuentro. Otros árbitros no se exceden en sus acotaciones y a veces, cuando son conscientes de que han hecho mucha 'sangre' y de que los profesionales están muy calientes, se ahorran los detalles. El madrileño, que tiene fama de puntilloso en el colectivo arbitral, también 'mató' al Málaga cuando se encerró en el vestuario con sus ayudantes.
El castigo a Apoño y Weligton es difícilmente recurrible. Están en el término medio de lo reglamentado para la sanción (de uno a tres partidos) y es evidente que al citar Rubinos los insultos e incluso recalcar que en el caso del brasileño se produjo cuatro veces, no hay opción. Otra cosa es que no fuera él el protagonista. Pero para eso es necesario tener mejor vista. Una virtud que, a tenor del partido, no adorna al madrileño...
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2011-01-26/debe-recurrir-club-201101260817.html