La madre asegura que dejó tirado en la calle a su hijo con una fractura de tibia y peroné tras ofrecerse a trasladarlo al hospital
Estuvo diez minutos eternos sentado en la acera con una pierna rota hasta que alguien se paró a socorrerlo. El niño, de 11 años, había sido atropellado por un taxi. Según denuncia la familia del menor, el conductor que lo arrolló se ofreció a llevarlo al hospital, pero a unos 200 metros cambió de idea y le pidió que se apeara del vehículo. «Lo dejó tirado en la calle, como un perro», se queja amargamente la madre del pequeño, Estefanía Granado.
Los hechos, que han dado lugar a una exhaustiva investigación policial y que también han sido denunciados judicialmente, ocurrieron a las cuatro de la tarde pasado 16 de diciembre. Tras haber estado jugando con sus amigos, el menor cruzó la calle Zenete a la altura de la intersección con Lozano de Torres, en la zona de Cristo de la Epidemia, para dirigirse a la casa de su abuela Carmen Agudo, que se encarga de cuidarlo. «Le había dicho que se recogiera antes de las cinco», recuerda ella, que acompaña en todo momento a su hija Estefanía en el trance que está suponiendo para ellas lo ocurrido.
Al atravesar la calle, el niño fue atropellado por un taxi que circulaba en dirección a la calle Manrique. Una rueda del vehículo pasó por encima de la pierna derecha del menor. «Quedó tumbado en el suelo, gritando y pidiendo ayuda», asegura Elena Suhan, que trabaja en la Panadería Hermanos Rodríguez, y que fue testigo del suceso. «El taxista dijo que no era necesario pedir una ambulancia, que el niño estaba muy mal y que lo iba a llevar él directamente», declara la dependienta. «Cogió al niño -añade- lo subió en el coche y se marchó con el pretexto de trasladarlo al hospital; lo vi un poco nervioso».
«No quiero problemas»
El taxi se marchó del lugar del accidente con el menor a bordo, siempre según la denuncia de la familia. La abuela relata que el vehículo dobló al final de la calle Zenete para seguir por Manrique, en dirección al centro de la ciudad. «Por el camino, el taxista le dijo que no quería problemas, y el niño le contestó: 'Vale'». Segundos después, el conductor supuestamente volvió a dirigirse al menor. «Le dijo: 'Mira niño -reproduce Carmen Agudo, que tiene la versión de primera mano del pequeño- el coche se ha roto, bájate'». El niño le pidió que lo llevase al hospital o que lo dejase con su abuela. «El conductor se bajó y le abrió la puerta de atrás -continúa ahora Estefanía, la madre. Mi hijo no podía ponerse de pie porque tenía la pierna rota, y se cayó al suelo. El taxista no hizo nada. Se quedó esperando a que se arrastrara por el suelo hasta que él pudo cerrar la puerta y marcharse».
El menor permaneció en la acera más de diez minutos -no dejaba de gritar «mi pierna, mi pierna», según la abuela- hasta que una mujer se paró a socorrerlo. «A esa hora pasaba muy poca gente. Él pidió auxilio a otras personas, pero nadie se paró, seguramente porque pensaron que estaba jugando, aclara la abuela. «El niño le pidió a la mujer que le diera la mano y que no lo dejara solo, porque tenía miedo». Al miedo le siguió el frío. Ese día de diciembre, la temperatura media en Málaga fue de tan solo siete grados.
Operado de urgencia
En esos momentos pasó por allí una ambulancia. La mujer la detuvo. Iba ocupada con otro paciente. Aun así, los sanitarios cubrieron al niño con una manta, pidieron otro vehículo y avisaron inmediatamente a la policía. Finalmente, el menor fue evacuado en una uvi móvil. Por el camino, le tuvieron que poner morfina para calmarle los dolores. Ingresó minutos después en el Hospital Materno, donde le diagnosticaron fractura abierta de tibia y peroné. Fue operado de urgencia y ahora se encuentra en casa, con la pierna escayolada. Aún tendrá que someterse a otra intervención para retirarle las fijaciones de los huesos.
Al escuchar el testimonio del menor, los agentes del Grupo de Atestados de la Policía Local -especializado en esclarecer siniestros con víctimas- abrieron una investigación para tratar de identificar al supuesto autor del atropello. Se han volcado en el caso, que continúa abierto.
La familia pide que se redoblen los esfuerzos para encontrar al taxista. «Solo quiero justicia, y que le caiga toda la pena que haya para algo así. No es por el atropello, que es algo que le puede ocurrir a cualquiera, es por llevárselo de un sitio de donde lo iban a auxiliar; si lo hubiera dejado allí, lo habría socorrido esta mujer», afirma Estefanía, refiriéndose al punto donde se produjo el siniestro, y a la panadera que lo atendió en un primer momento. «Si no hubiera hecho nada de eso -prosigue- mi hijo no habría estado veinte minutos sangrando en la calle, solo. Un niño de 11 años».
La madre, a la que asiste la abogada Flor Carrasco Gómez, presentó el lunes una denuncia en el juzgado de guardia de la capital. La letrada hizo un llamamiento a la colaboración ciudadana para resolver el caso. «Esperamos que alguien pueda aportarnos una pista que ayude a la policía a identificar al conductor», afirmó.
http://www.diariosur.es/20110112/local/malaga/recorrido-cabalgata-reyes-magos-201101112341.html