El pasado mes de diciembre las filas del Inem solo se redujeron en 166 personas, pese a las esperanzas puestas en la campaña navideña
2010 será recordado como un ejercicio negro para el empleo. El tercer año consecutivo de crisis económica expulsó del mercado laboral a 13.111 malagueños, la cifra más alta registrada en todo el panorama nacional (en segundo lugar figura Valencia, con 12.392).
La provincia encabezó así la destrucción de puestos de trabajo en España, alcanzando la escalofriante e inédita cota de 183.713 parados en el mes de diciembre, según la estadística difundida ayer por el Ministerio de Trabajo e Inmigración. Da vértigo comprobar el avance del desempleo en solo tres años: desde finales de 2007 el número de personas sin trabajo se ha duplicado en la provincia, pasando de las 94.872 contabilizadas entonces a las 183.713 del mes pasado.
El crecimiento porcentual del paro en la provincia durante el pasado año fue del 7,7%. Una tasa que refleja una ralentización progresiva del ritmo de destrucción de empleo, ya que en 2009 el aumento fue del 23,1% y en 2008 aún más acusado, del 46,1%. El número de afiliados a la Seguridad Social bajó en 7.274 personas, un 1,39%. La evolución de la estadística parece indicar que el mercado laboral ha tocado fondo, pero la gran incógnita es cuándo podrá comenzar a levantar el vuelo.
Después del drástico ajuste protagonizado por el negocio de la construcción a lo largo de 2008 y 2009, en 2010 les tocó a otras ramas de actividad el dudoso honor de liderar la destrucción de empleo en Málaga. Así, el paro en el ladrillo apenas aumentó en 246 personas en el conjunto del año pasado, mientras el sector servicios dejó a 4.394 trabajadores en la calle y el colectivo sin empleo anterior recibió a 7.500 nuevos miembros. Concluyendo el análisis sectorial, la agricultura y la industria también contribuyeron al crecimiento del desempleo, con 473 y 533 personas más sin trabajo. Ningún sector quedó, pues, exento de la subida del paro en 2010.
En cuanto a la diferenciación por sexos, el desempleo se cebó más con las mujeres, tanto en términos absolutos (firman 7.656 nuevas altas en el Servicio Andaluz de Empleo, frente a las 5.455 correspondientes a hombres) como relativos: el crecimiento del paro femenino fue del 9,5%, frente al 6,1% masculino. Por edades, destaca el fuerte aumento del paro juvenil, (un 16%), un fenómeno que está íntimamente relacionado con el ya citado incremento del colectivo de desempleados sin empleo anterior. No obstante, también se están incorporando al mercado laboral numerosas mujeres de mediana edad que se ven obligadas a buscar un sustento al quedarse sin trabajo sus parejas, lo que a su vez está empujando hacia arriba el paro femenino.
Primera caída en cuatro meses
Ni siquiera la campaña navideña ha logrado animar el alicaído mercado laboral malagueño. Entre noviembre y diciembre de 2010 el número de parados apenas se redujo en 166 personas en la provincia, lo que representa una imperceptible bajada del 0,09%. Se trata, eso sí, de la primera caída del paro en cuatro meses y del primer mes de diciembre que registra un saldo positivo desde 2006.
Y es que las contrataciones temporales realizadas por las empresas de servicios (el sector donde más bajó el desempleo en diciembre, con 1.169 parados menos) no fueron capaces de compensar la destrucción de empleo generada por la construcción y la industria. Ambos sectores registraron 1.307 y 134 parados más que en noviembre, respectivamente. En este sentido, el secretario provincial de Comisiones Obreras, Antonio Herrera, achaca el importante aumento del paro en el ramo del ladrillo «al fraude que cometen los empresarios, al despedir a sus trabajadores en lugar de respetarles las vacaciones que por convenio deberían tener».
«El breve descenso en los datos del paro se debe a una situación meramente coyuntural producida por la campaña de Navidad y no augura una mejora, debido a las medidas del Gobierno contrarias a la creación de empleo», afirma el secretario provincial de Comisiones Obreras, Antonio Herrera. Un diagnóstico en el que coincide con la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), que valora los datos conocidos ayer «como negativos, ya que aunque reflejan un ligero descenso en el número de parados respecto al mes anterior, esta cifra no puede considerarse significativa hasta comprobar en los próximos meses si continúa la tendencia decreciente».
Sí son diferentes las recetas que patronal y sindicatos ofrecen para arreglar el problema del desempleo. Mientras la CEM incide en la «necesidad de modernizar el sistema de negociación colectiva español» y de avanzar «en la flexibilidad interna de las empresas y en la formación continua de los trabajadores», los sindicatos cargan contra la reforma laboral. «Ya tenemos datos suficientes para asegurar que no sólo está aumentando el paro sino que tampoco está fomentando la contratación indefinida, que en estos momentos se sitúa en un 6,4%, lejos del 8,8% que se registró en 2006», afirma Herrera. Desde UGT añaden que las reformas planteadas en el sistema de jubilación o de negociación colectiva «no sólo no van a servir para sacarnos de la crisis y crear empleo, sino todo lo contrario, servirán para hundirnos más en ella y hacer la recuperación económica más lenta y dolorosa para muchos malagueños».
2010 será recordado como un ejercicio negro para el empleo. El tercer año consecutivo de crisis económica expulsó del mercado laboral a 13.111 malagueños, la cifra más alta registrada en todo el panorama nacional (en segundo lugar figura Valencia, con 12.392).
La provincia encabezó así la destrucción de puestos de trabajo en España, alcanzando la escalofriante e inédita cota de 183.713 parados en el mes de diciembre, según la estadística difundida ayer por el Ministerio de Trabajo e Inmigración. Da vértigo comprobar el avance del desempleo en solo tres años: desde finales de 2007 el número de personas sin trabajo se ha duplicado en la provincia, pasando de las 94.872 contabilizadas entonces a las 183.713 del mes pasado.
El crecimiento porcentual del paro en la provincia durante el pasado año fue del 7,7%. Una tasa que refleja una ralentización progresiva del ritmo de destrucción de empleo, ya que en 2009 el aumento fue del 23,1% y en 2008 aún más acusado, del 46,1%. El número de afiliados a la Seguridad Social bajó en 7.274 personas, un 1,39%. La evolución de la estadística parece indicar que el mercado laboral ha tocado fondo, pero la gran incógnita es cuándo podrá comenzar a levantar el vuelo.
Después del drástico ajuste protagonizado por el negocio de la construcción a lo largo de 2008 y 2009, en 2010 les tocó a otras ramas de actividad el dudoso honor de liderar la destrucción de empleo en Málaga. Así, el paro en el ladrillo apenas aumentó en 246 personas en el conjunto del año pasado, mientras el sector servicios dejó a 4.394 trabajadores en la calle y el colectivo sin empleo anterior recibió a 7.500 nuevos miembros. Concluyendo el análisis sectorial, la agricultura y la industria también contribuyeron al crecimiento del desempleo, con 473 y 533 personas más sin trabajo. Ningún sector quedó, pues, exento de la subida del paro en 2010.
En cuanto a la diferenciación por sexos, el desempleo se cebó más con las mujeres, tanto en términos absolutos (firman 7.656 nuevas altas en el Servicio Andaluz de Empleo, frente a las 5.455 correspondientes a hombres) como relativos: el crecimiento del paro femenino fue del 9,5%, frente al 6,1% masculino. Por edades, destaca el fuerte aumento del paro juvenil, (un 16%), un fenómeno que está íntimamente relacionado con el ya citado incremento del colectivo de desempleados sin empleo anterior. No obstante, también se están incorporando al mercado laboral numerosas mujeres de mediana edad que se ven obligadas a buscar un sustento al quedarse sin trabajo sus parejas, lo que a su vez está empujando hacia arriba el paro femenino.
Primera caída en cuatro meses
Ni siquiera la campaña navideña ha logrado animar el alicaído mercado laboral malagueño. Entre noviembre y diciembre de 2010 el número de parados apenas se redujo en 166 personas en la provincia, lo que representa una imperceptible bajada del 0,09%. Se trata, eso sí, de la primera caída del paro en cuatro meses y del primer mes de diciembre que registra un saldo positivo desde 2006.
Y es que las contrataciones temporales realizadas por las empresas de servicios (el sector donde más bajó el desempleo en diciembre, con 1.169 parados menos) no fueron capaces de compensar la destrucción de empleo generada por la construcción y la industria. Ambos sectores registraron 1.307 y 134 parados más que en noviembre, respectivamente. En este sentido, el secretario provincial de Comisiones Obreras, Antonio Herrera, achaca el importante aumento del paro en el ramo del ladrillo «al fraude que cometen los empresarios, al despedir a sus trabajadores en lugar de respetarles las vacaciones que por convenio deberían tener».
«El breve descenso en los datos del paro se debe a una situación meramente coyuntural producida por la campaña de Navidad y no augura una mejora, debido a las medidas del Gobierno contrarias a la creación de empleo», afirma el secretario provincial de Comisiones Obreras, Antonio Herrera. Un diagnóstico en el que coincide con la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), que valora los datos conocidos ayer «como negativos, ya que aunque reflejan un ligero descenso en el número de parados respecto al mes anterior, esta cifra no puede considerarse significativa hasta comprobar en los próximos meses si continúa la tendencia decreciente».
Sí son diferentes las recetas que patronal y sindicatos ofrecen para arreglar el problema del desempleo. Mientras la CEM incide en la «necesidad de modernizar el sistema de negociación colectiva español» y de avanzar «en la flexibilidad interna de las empresas y en la formación continua de los trabajadores», los sindicatos cargan contra la reforma laboral. «Ya tenemos datos suficientes para asegurar que no sólo está aumentando el paro sino que tampoco está fomentando la contratación indefinida, que en estos momentos se sitúa en un 6,4%, lejos del 8,8% que se registró en 2006», afirma Herrera. Desde UGT añaden que las reformas planteadas en el sistema de jubilación o de negociación colectiva «no sólo no van a servir para sacarnos de la crisis y crear empleo, sino todo lo contrario, servirán para hundirnos más en ella y hacer la recuperación económica más lenta y dolorosa para muchos malagueños».