Baha ha marcado en 33 partidos en España y sólo una vez logró más de un gol. Además, reparte equitativamente sus tantos en casa y fuera
El delantero que marca goles en una categoría los mete en todas». El entrenador del Málaga, Antonio Tapia, utilizó esta frase en alusión a Baha en la conversación que mantuvo con este periódico, publicada en la edición de ayer. La cotización del delantero francomarroquí se ha disparado por sus siete goles en Primera División, aunque su trayectoria ofrece dos detalles que suelen caracterizar a los mejores puntas.
Cada vez con más frecuencia los directores deportivos y los entrenadores analizan los pros y los contras de la incorporación de un delantero y se detienen en la frecuencia con la que marca. Los técnicos siempre prefieren a los goleadores que se prodigan con asiduidad. En cuantos más partidos marquen, mejor. Huyen de aquellos con menos constancia y que agrupan sus dianas en un escaso número de encuentros.
El caso de Baha resulta llamativo porque en sus tres temporadas en España -dos completas, con el Racing de Ferrol y la primera con el Málaga, y dos medias, con la Ponferradina y la actual- casi siempre marcó un solo gol por encuentro. Así sucedió en 33 de las 34 ocasiones. La única excepción se produjo como jugador del cuadro ferrolano, cuando logró los dos tantos el 27 de mayo de 2006 en la derrota en La Malata frente al Tenerife (2-3), en los minutos 57 y 80. En el último año y medio ha mantenido en el conjunto de La Rosaleda la dinámica de sus dos anteriores equipos en Segunda.
Nivel parecido
Baha es el paradigma de la regularidad y la constancia en su aportación al equipo, ya sean en el trabajo o en el capítulo goleador. Aunque los siete goles materializados hasta el momento tienen más valor por haberse producido en Primera, el delantero malaguista mantiene siempre un nivel parecido. En el Racing de Ferrol consiguió ocho goles; en la Ponferradina, nueve en media temporada, y en el Málaga, diez en Segunda y de momento siete en Primera. Conviene incidir en que sus dos primeros clubes en España eran muy modestos y parecían de antemano condenados al descenso, previsión que se cumplió con posterioridad.
Los entrenadores también valoran si un punta está capacitado para marcar indistintamente en casa o fuera. No son pocos los casos de delanteros que brillan en los encuentros como local y que luego apenas se prodigan a domicilio. No es este el caso de Baha. Durante su trayectoria llama poderosamente la atención que sus goles están repartidos casi equitativamente (18 en casa y 16 fuera).
En dos de sus temporadas en España marcó el mismo número en casa y fuera, en el Racing de Ferrol y en su primer año con el Málaga. Con la Ponferradina sí le sacó más partido a las especiales condiciones del campo de El Toralín -muy reducidas-, aunque también es obligado recordar que el potencial del cuadro berciano bajaba muchos enteros cuando debía afrontar un compromiso a domicilio.
Sin ir más lejos, esta temporada Baha ha firmado más goles lejos de La Rosaleda (cuatro) que en el recinto de Martiricos. Este detalle refleja que la frase de Tapia («El delantero que marca en una categoría los mete en todas») debe ampliarse en el caso del francomarroquí. Él marca casi siempre de uno en uno, con más peso en el balance total del equipo, y da igual el escenario. No se arruga.
www.diariosur.com
El delantero que marca goles en una categoría los mete en todas». El entrenador del Málaga, Antonio Tapia, utilizó esta frase en alusión a Baha en la conversación que mantuvo con este periódico, publicada en la edición de ayer. La cotización del delantero francomarroquí se ha disparado por sus siete goles en Primera División, aunque su trayectoria ofrece dos detalles que suelen caracterizar a los mejores puntas.
Cada vez con más frecuencia los directores deportivos y los entrenadores analizan los pros y los contras de la incorporación de un delantero y se detienen en la frecuencia con la que marca. Los técnicos siempre prefieren a los goleadores que se prodigan con asiduidad. En cuantos más partidos marquen, mejor. Huyen de aquellos con menos constancia y que agrupan sus dianas en un escaso número de encuentros.
El caso de Baha resulta llamativo porque en sus tres temporadas en España -dos completas, con el Racing de Ferrol y la primera con el Málaga, y dos medias, con la Ponferradina y la actual- casi siempre marcó un solo gol por encuentro. Así sucedió en 33 de las 34 ocasiones. La única excepción se produjo como jugador del cuadro ferrolano, cuando logró los dos tantos el 27 de mayo de 2006 en la derrota en La Malata frente al Tenerife (2-3), en los minutos 57 y 80. En el último año y medio ha mantenido en el conjunto de La Rosaleda la dinámica de sus dos anteriores equipos en Segunda.
Nivel parecido
Baha es el paradigma de la regularidad y la constancia en su aportación al equipo, ya sean en el trabajo o en el capítulo goleador. Aunque los siete goles materializados hasta el momento tienen más valor por haberse producido en Primera, el delantero malaguista mantiene siempre un nivel parecido. En el Racing de Ferrol consiguió ocho goles; en la Ponferradina, nueve en media temporada, y en el Málaga, diez en Segunda y de momento siete en Primera. Conviene incidir en que sus dos primeros clubes en España eran muy modestos y parecían de antemano condenados al descenso, previsión que se cumplió con posterioridad.
Los entrenadores también valoran si un punta está capacitado para marcar indistintamente en casa o fuera. No son pocos los casos de delanteros que brillan en los encuentros como local y que luego apenas se prodigan a domicilio. No es este el caso de Baha. Durante su trayectoria llama poderosamente la atención que sus goles están repartidos casi equitativamente (18 en casa y 16 fuera).
En dos de sus temporadas en España marcó el mismo número en casa y fuera, en el Racing de Ferrol y en su primer año con el Málaga. Con la Ponferradina sí le sacó más partido a las especiales condiciones del campo de El Toralín -muy reducidas-, aunque también es obligado recordar que el potencial del cuadro berciano bajaba muchos enteros cuando debía afrontar un compromiso a domicilio.
Sin ir más lejos, esta temporada Baha ha firmado más goles lejos de La Rosaleda (cuatro) que en el recinto de Martiricos. Este detalle refleja que la frase de Tapia («El delantero que marca en una categoría los mete en todas») debe ampliarse en el caso del francomarroquí. Él marca casi siempre de uno en uno, con más peso en el balance total del equipo, y da igual el escenario. No se arruga.
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