SERGIO CORTÉS scortes@diariosur.es | MÁLAGA..-
Manuel Pellegrini tiene claro cuál es el mal del Málaga: el centro del campo. La falta de contención es flagrante partido tras partido y acaba por llevarse por delante a la defensa, sean cuales sean los componentes de esta última línea. De hecho, el entrenador chileno ya les ha comunicado a los dirigentes del club que prefiere reforzar el equipo con dos medios de contención, y no con dos puntas. Eso sí, siempre que el futbolista para la zona de ataque sea Baptista.
El 5-3 en el partido de la Copa del Rey en el estadio Sánchez Pizjuán volvió a dejar de manifiesto que el Málaga es un castillo de naipes en la faceta defensiva. Más allá de los cinco goles, las enormes facilidades dadas al Sevilla durante todo el partido -que le permitieron al rival gozar de otra media docena de oportunidades claras- elevaron aún más la preocupación entre los responsables del club.
El mal está localizado. Al menos, el diagnóstico parece claro. Los problemas del equipo no son precisamente ofensivos, aunque también es cierto que Pellegrini considera que se requiere mejorar en los movimientos y en las transiciones. En este sentido, por ejemplo, existe satisfacción tras comprobar que Quincy asimiló el mensaje que se le trasladó para que explotara mejor su arrancada como uno de los dos puntas, alejado de la banda.
Sin un bloque
Los problemas defensivos del Málaga traen de cabeza a Pellegrini y su cuerpo técnico, porque la sensación de fragilidad es desesperante y no parece tener solución. Bien es cierto que de antemano el chileno ya sabía que las carencias en el centro del campo suponían un lastre hasta que se abriera el mercado invernal. Pero también confiaba en que con el paso de las semanas el equipo diera otra sensación como bloque. Sin embargo, el primer paso, dado en casa ante el Levante, no tuvo continuidad.
Definitivamente el Málaga se resquebraja por el centro. La falta de intensidad por delante de la defensa sume en un descontrol constante a la línea defensiva, y a su vez la inseguridad provoca que el equipo recule y recule hasta encerrarse en su área. En los últimos tres partidos Pellegrini ha utilizado a los cinco centrales, y todos se vieron en continuos apuros y mostraron múltiples carencias.
Pellegrini no es ajeno a esta situación. Juanito, Edu Ramos y el experimento con Iván no le han convencido, así que en condiciones normales la pareja de la medular está compuesta por Sandro Silva, cuyas lagunas tácticas son más que evidentes, y el canterano Recio, hasta hace poco juvenil y que trata de mantener el tipo entre tanta inseguro de sus compañeros, los profesionales de la plantilla.
Inicialmente el plan incluía traer a dos puntas (Baptista y otro hombre), pero Pellegrini le ha trasladado al director deportivo, Antonio Fernández, que la prioridad no es reforzar la zona de vanguardia. El chileno considera que con el brasileño estaría más que cubierta. Es más importante mejorar el nivel en el centro del campo, donde verdaderamente el equipo sufre por segunda temporada consecutiva.
Para Pellegrini la pareja de centrocampistas siempre es clave para que un equipo tenga su propia identidad. Maresca es un futbolista con más vocación creativa y no es cuestión de encomendarse al todavía atlético Camacho como única pieza de garantías por delante de la cobertura. Y más, cuando su falta de partidos puede conllevar una lesión.
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2010-12-24/pellegrini-pide-reforzar-equipo-20101224.html
Manuel Pellegrini tiene claro cuál es el mal del Málaga: el centro del campo. La falta de contención es flagrante partido tras partido y acaba por llevarse por delante a la defensa, sean cuales sean los componentes de esta última línea. De hecho, el entrenador chileno ya les ha comunicado a los dirigentes del club que prefiere reforzar el equipo con dos medios de contención, y no con dos puntas. Eso sí, siempre que el futbolista para la zona de ataque sea Baptista.
El 5-3 en el partido de la Copa del Rey en el estadio Sánchez Pizjuán volvió a dejar de manifiesto que el Málaga es un castillo de naipes en la faceta defensiva. Más allá de los cinco goles, las enormes facilidades dadas al Sevilla durante todo el partido -que le permitieron al rival gozar de otra media docena de oportunidades claras- elevaron aún más la preocupación entre los responsables del club.
El mal está localizado. Al menos, el diagnóstico parece claro. Los problemas del equipo no son precisamente ofensivos, aunque también es cierto que Pellegrini considera que se requiere mejorar en los movimientos y en las transiciones. En este sentido, por ejemplo, existe satisfacción tras comprobar que Quincy asimiló el mensaje que se le trasladó para que explotara mejor su arrancada como uno de los dos puntas, alejado de la banda.
Sin un bloque
Los problemas defensivos del Málaga traen de cabeza a Pellegrini y su cuerpo técnico, porque la sensación de fragilidad es desesperante y no parece tener solución. Bien es cierto que de antemano el chileno ya sabía que las carencias en el centro del campo suponían un lastre hasta que se abriera el mercado invernal. Pero también confiaba en que con el paso de las semanas el equipo diera otra sensación como bloque. Sin embargo, el primer paso, dado en casa ante el Levante, no tuvo continuidad.
Definitivamente el Málaga se resquebraja por el centro. La falta de intensidad por delante de la defensa sume en un descontrol constante a la línea defensiva, y a su vez la inseguridad provoca que el equipo recule y recule hasta encerrarse en su área. En los últimos tres partidos Pellegrini ha utilizado a los cinco centrales, y todos se vieron en continuos apuros y mostraron múltiples carencias.
Pellegrini no es ajeno a esta situación. Juanito, Edu Ramos y el experimento con Iván no le han convencido, así que en condiciones normales la pareja de la medular está compuesta por Sandro Silva, cuyas lagunas tácticas son más que evidentes, y el canterano Recio, hasta hace poco juvenil y que trata de mantener el tipo entre tanta inseguro de sus compañeros, los profesionales de la plantilla.
Inicialmente el plan incluía traer a dos puntas (Baptista y otro hombre), pero Pellegrini le ha trasladado al director deportivo, Antonio Fernández, que la prioridad no es reforzar la zona de vanguardia. El chileno considera que con el brasileño estaría más que cubierta. Es más importante mejorar el nivel en el centro del campo, donde verdaderamente el equipo sufre por segunda temporada consecutiva.
Para Pellegrini la pareja de centrocampistas siempre es clave para que un equipo tenga su propia identidad. Maresca es un futbolista con más vocación creativa y no es cuestión de encomendarse al todavía atlético Camacho como única pieza de garantías por delante de la cobertura. Y más, cuando su falta de partidos puede conllevar una lesión.
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2010-12-24/pellegrini-pide-reforzar-equipo-20101224.html