La madre, que fue ingresada con una fuerte hemorragia, aseguró que el pequeño nació muerto
La Policía Nacional seguía investigando ayer las circunstancias en las que se produjo la muerte de un bebé sietemesino que fue encontrado el pasado lunes en una vivienda de la capital malagueña en extrañas circunstancias.
Aunque fuentes policiales aseguran que todo apunta a una «triste historia», el hallazgo se produjo después de que la madre de la criatura se presentara en un hospital de la capital con una fuerte hemorragia. Los médicos que la atendieron constataron que la mujer, de origen francobrasileño, había dado a luz recientemente sin que consiguieran muchos más datos sobre el paradero del bebé. Las mismas fuentes aseguraron que el centro hospitalario puso los hechos en conocimiento de la Policía Nacional, cuyos agentes consiguieron obtener más información de la mujer, quien aseguró que su bebé nació muerto.
La investigación se trasladó a toda prisa al domicilio donde tuvo lugar el parto, una vivienda localizada en el Camino de Suárez de la capital malagueña, donde la joven comparte piso con varios compañeros de diferentes nacionalidades. Una comitiva de agentes de la Policía Científica y del Grupo de Homicidios se presentó en la vivienda y, una vez en su habitación, la primera inspección ocular llevó a los agentes hasta la cama de la mujer, donde había una maleta de viaje cerrada.
Envuelto
Las fuentes consultadas añadieron que el bebé, un varón de aproximadamente treinta semanas de gestación, se encontraba en el interior de la misma, envuelto en papeles y dentro de otras dos bolsas de plástico. Si bien los agentes no apreciaron en el bebé signos de violencia, la investigación quedó pendiente de la autopsia que se le hizo el mismo lunes en el Instituto de Medicina Legal de Málaga. Fuentes judiciales confirmaron ayer a este periódico que toda parecía indicar que la muerte del pequeño se había producido de forma natural, sin llegar a precisar si se trató de un aborto o de una muerte durante el parto.
Con los resultados forenses en la mano, los investigadores se inclinaban claramente por estas dos últimas posibilidades, aunque seguían investigando qué es exactamente lo que ocurrió en esa habitación, por qué no pidió antes ayuda sanitaria o si alguien pudo asistirle durante el parto y las razones que llevaron a esta mujer a ocultar el cadáver del bebé en el interior de la maleta de una manera tan meticulosa. En cualquier caso, fuentes policiales confirmaron ayer que la joven no había sido detenida en ningún momento y que no se le había imputado ningún delito.
La Policía Nacional seguía investigando ayer las circunstancias en las que se produjo la muerte de un bebé sietemesino que fue encontrado el pasado lunes en una vivienda de la capital malagueña en extrañas circunstancias.
Aunque fuentes policiales aseguran que todo apunta a una «triste historia», el hallazgo se produjo después de que la madre de la criatura se presentara en un hospital de la capital con una fuerte hemorragia. Los médicos que la atendieron constataron que la mujer, de origen francobrasileño, había dado a luz recientemente sin que consiguieran muchos más datos sobre el paradero del bebé. Las mismas fuentes aseguraron que el centro hospitalario puso los hechos en conocimiento de la Policía Nacional, cuyos agentes consiguieron obtener más información de la mujer, quien aseguró que su bebé nació muerto.
La investigación se trasladó a toda prisa al domicilio donde tuvo lugar el parto, una vivienda localizada en el Camino de Suárez de la capital malagueña, donde la joven comparte piso con varios compañeros de diferentes nacionalidades. Una comitiva de agentes de la Policía Científica y del Grupo de Homicidios se presentó en la vivienda y, una vez en su habitación, la primera inspección ocular llevó a los agentes hasta la cama de la mujer, donde había una maleta de viaje cerrada.
Envuelto
Las fuentes consultadas añadieron que el bebé, un varón de aproximadamente treinta semanas de gestación, se encontraba en el interior de la misma, envuelto en papeles y dentro de otras dos bolsas de plástico. Si bien los agentes no apreciaron en el bebé signos de violencia, la investigación quedó pendiente de la autopsia que se le hizo el mismo lunes en el Instituto de Medicina Legal de Málaga. Fuentes judiciales confirmaron ayer a este periódico que toda parecía indicar que la muerte del pequeño se había producido de forma natural, sin llegar a precisar si se trató de un aborto o de una muerte durante el parto.
Con los resultados forenses en la mano, los investigadores se inclinaban claramente por estas dos últimas posibilidades, aunque seguían investigando qué es exactamente lo que ocurrió en esa habitación, por qué no pidió antes ayuda sanitaria o si alguien pudo asistirle durante el parto y las razones que llevaron a esta mujer a ocultar el cadáver del bebé en el interior de la maleta de una manera tan meticulosa. En cualquier caso, fuentes policiales confirmaron ayer que la joven no había sido detenida en ningún momento y que no se le había imputado ningún delito.