Hay futbolistas que, una vez terminada su carrera, no sólo no se dedican a engordar sus rentas, sino que se proponen cumplir sus sueños. Por locos que éstos parezcan. Es el caso de Koke Contreras, que está a punto de embarcarse, y nunca mejor dicho, en una de las aventuras del año 2010.
El que fuera portero de Real Madrid, Rayo, Málaga, Betis y Cádiz quiere cruzar el océano Atlántico a vela con un imaginativo motivo: llegar a Trinidad y Tobago para encontrar al inefable Michael Ragoonath, a la sazón juez asistente del famoso España-Corea del Sur del Mundial 2002. Quiere charlar, de forma amistosa, claro, sobre aquel partido y aquel balón de Joaquín que nunca salió y que acabó con los de Camacho eliminados. Koke, como el resto de internacionales de aquella selección, no ha olvidado aún ese episodio, que le sirve para poner un poco de pimienta a una aventura con la que sueña desde hace años.
Koke contará día a día en MARCA.com cómo transcurre su aventura
Si el tiempo lo permite, Contreras partirá el 18 de enero de Málaga para llegar a Trinidad y Tobago alrededor de cinco semanas más tarde. Una larguísima travesía para la que el ex portero se considera preparado, “aunque nunca del todo, porque el mar es impredecible”.
Koke lleva mucho tiempo navegando. Cuando fichó por el Málaga, hace ya 10 años, recuerda que cayó un catamarán en sus manos, casi por casualidad. Así se decidió a mantener una tradición familiar que le viene de su padre, capitán de la marina mercante. Se sacó el carnet necesario y comenzó a navegar todos sus días libres. Claro que nunca una distancia como la que ha preparado ahora.
“He hecho muchas veces el recorrido entre El Puerto de Santa María y Málaga, pero esto es algo que no tiene nada que ver. Cruzar el Atlántico era un sueño y ahora que mi hijo tiene ya un año creo que ha llegado el momento”. Para lograrlo, Koke ha encontrado un compañero de aventura ideal: Alfonso Manzaneque. Un verdadero aventurero, ex componente de la Legión y marino profesional desde 1995. Ya ha cruzado el Atlántico en nueve ocasiones.
Formada la tripulación, queda terminar de preparar el barco. El monocasco de Contreras está acabando de ponerse a punto para esta aventura. Una de las más costosas mejoras que ha sufrido ha sido la compra de un generador eólico, que aporta seguridad, igual que el Ais, una especie de GPS que permitirá conocer en todo momento dónde está el Peter's Boat. “Es un sistema obligatorio para los mercantes, pero lo será también para los pesqueros. Esto lo llevan los piratas somalíes, y te da todo tipo de información sobre las embarcaciones. No hemos escatimado porque quiero reducir al mínimo el riesgo. Por cierto, aceptamos nuevos patrocinadores”, afirma Koke.
Ahora queda ultimar detalles, armarse de valor e iniciar la aventura. “No tengo nada de miedo”, cuenta, “pero sí un respeto infinito. Estoy entusiasmado”. Koke dejará durante unos meses de entrenar a los porteros de la cantera del Málaga para cumplir un sueño original donde los haya. Comenzando por Málaga, parará en Canarias y Cabo Verde antes de dar el gran salto de 6.000 kilómetros. “Queda, entre otras cosas, comprar la comida. Me llevo hasta jamón envasado al vacío, pero mi idea es la de comer lo que pueda pescar. Llevo los aparejos y a ver si hay suerte. Viva la aventura”.
El que fuera portero de Real Madrid, Rayo, Málaga, Betis y Cádiz quiere cruzar el océano Atlántico a vela con un imaginativo motivo: llegar a Trinidad y Tobago para encontrar al inefable Michael Ragoonath, a la sazón juez asistente del famoso España-Corea del Sur del Mundial 2002. Quiere charlar, de forma amistosa, claro, sobre aquel partido y aquel balón de Joaquín que nunca salió y que acabó con los de Camacho eliminados. Koke, como el resto de internacionales de aquella selección, no ha olvidado aún ese episodio, que le sirve para poner un poco de pimienta a una aventura con la que sueña desde hace años.
Koke contará día a día en MARCA.com cómo transcurre su aventura
Si el tiempo lo permite, Contreras partirá el 18 de enero de Málaga para llegar a Trinidad y Tobago alrededor de cinco semanas más tarde. Una larguísima travesía para la que el ex portero se considera preparado, “aunque nunca del todo, porque el mar es impredecible”.
Koke lleva mucho tiempo navegando. Cuando fichó por el Málaga, hace ya 10 años, recuerda que cayó un catamarán en sus manos, casi por casualidad. Así se decidió a mantener una tradición familiar que le viene de su padre, capitán de la marina mercante. Se sacó el carnet necesario y comenzó a navegar todos sus días libres. Claro que nunca una distancia como la que ha preparado ahora.
“He hecho muchas veces el recorrido entre El Puerto de Santa María y Málaga, pero esto es algo que no tiene nada que ver. Cruzar el Atlántico era un sueño y ahora que mi hijo tiene ya un año creo que ha llegado el momento”. Para lograrlo, Koke ha encontrado un compañero de aventura ideal: Alfonso Manzaneque. Un verdadero aventurero, ex componente de la Legión y marino profesional desde 1995. Ya ha cruzado el Atlántico en nueve ocasiones.
Formada la tripulación, queda terminar de preparar el barco. El monocasco de Contreras está acabando de ponerse a punto para esta aventura. Una de las más costosas mejoras que ha sufrido ha sido la compra de un generador eólico, que aporta seguridad, igual que el Ais, una especie de GPS que permitirá conocer en todo momento dónde está el Peter's Boat. “Es un sistema obligatorio para los mercantes, pero lo será también para los pesqueros. Esto lo llevan los piratas somalíes, y te da todo tipo de información sobre las embarcaciones. No hemos escatimado porque quiero reducir al mínimo el riesgo. Por cierto, aceptamos nuevos patrocinadores”, afirma Koke.
Ahora queda ultimar detalles, armarse de valor e iniciar la aventura. “No tengo nada de miedo”, cuenta, “pero sí un respeto infinito. Estoy entusiasmado”. Koke dejará durante unos meses de entrenar a los porteros de la cantera del Málaga para cumplir un sueño original donde los haya. Comenzando por Málaga, parará en Canarias y Cabo Verde antes de dar el gran salto de 6.000 kilómetros. “Queda, entre otras cosas, comprar la comida. Me llevo hasta jamón envasado al vacío, pero mi idea es la de comer lo que pueda pescar. Llevo los aparejos y a ver si hay suerte. Viva la aventura”.