Posteado Mar 16 Jun 2009 - 7:43
RAFAEL M. GUERRA. MÁLAGA Aíto García Reneses quiere a cinco buenos jugadores españoles en su equipo. Como esta temporada. Cuatro profesionales y un jugador vinculado que tengan protagonismo, que entren en la rotación, que le den minutos de calidad y un buen rendimiento al equipo. Nada nuevo. Ésa es la idea. El problema, a día de hoy, es que en nómina sólo hay dos jugadores seleccionables, el capitán Berni Rodríguez y el recién renovado Carlos Jiménez. Los demás, Carlos Cabezas y Germán Gabriel, concluyen su vinculación.
En el club lo tienen claro y lo han dicho públicamente: "Hay que cumplir el cupo exigido por la ACB y luego pensar en lo demás". Con Cabezas muy dudoso y Germán casi descartado, habrá que pescar, pues, en el siempre complejo mercado nacional, donde hay poco de calidad y carísimo. Y es que lo que sale rentable desde el punto de vista económico carece del nivel necesario para engrosar las filas de un club con las expectativas del cuadro costasoleño.
El Unicaja ya ha comenzado a escarbar en lo poco que hay, aunque antes tratará de convencer a Cabezas para que continúe en Málaga. Una vez finalizadas las gestiones con el alero madrileño, que cristalizaron el jueves pasado, como avanzó este periódico, el siguiente en pasar por los despachos de Los Guindos será el base internacional. Aunque lo de Cabezas es otro cantar. Esa operación va a estar mucho más complicada.
Al costasoleño ya se le ofreció un contrato de tres años (2+1) que rechazó. Ahora él es quien manda. Va a esperar a que le lluevan las ofertas. El Real Madrid podría estar detrás de él. El Khimki de Sergio Scariolo, quizás también. Además está lo de la NBA. Y, por supuesto, siempre está el Unicaja, su casa, el equipo que ha liderado desde hace años.
A falta de que Rafael Freire, base brasileño de la cantera, reciba el ansiado pasaporte español y pase a ocupar plaza de seleccionable, el club no tiene más remedio que contratar, al menos, a un jugador nacional. Eso, siempre que Cabezas renueve. De lo contrario habría que ampliar el radio de acción, ya que Germán Gabriel no cuenta en los planes verdes de futuro.
El Unicaja ya ha iniciado conversaciones con el agente de Pau Ribas, escolta del DKV Joventut, que acaba contrato. Como ya saben, el problema de todos los jugadores que concluyen su vinculación es que sus clubes de origen pueden acudir al derecho de tanteo. Ribas encaja a la perfección en la idea que Aíto ha proyectado: gente joven de calidad, con hambre, que encaje en su ideal de baloncesto y tenga mucho futuro. Ribas, criado por Aíto en el Joventut, ya sabe que el Unicaja anda detrás de él.
En realidad, y aparcada la continuidad de Germán, no hay mucho más de garantías en el mercado. Está por ver qué va a suceder con Raúl López, Sergio Llull y Álex Mumbrú, del Real Madrid, que finalizan sus contratos. Son jugadores caros, apetecibles y que Aíto conoce bien, en especial a López y Mumbrú. El base entró en su lista olímpica de Pekín –en detrimento de Cabezas– y el alero coincidió en el Joventut. La historia es que Ettore Messina deberá decidir su futuro próximamente.
La otra alternativa posible es fichar a jugadores con contrato, a cambio de pagar un traspaso. Algo que sería una opción más ´desesperada´. En esta tesitura se encontrarían jugadores como Saúl Blanco (Fuenlabrada) o Carlos Suárez (Estudiantes), chicos que también se adaptan al perfil deseado. De hecho, también se plantea la idea de llegar a acuerdos con los clubes de origen de esos jugadores para que no acudan al derecho de tanteo. La cesión de Paulao a alguno de ellos podría ser una ´ayuda´ en las negociaciones.