El vicepresidente heliopolitano, José Antonio Bosch Valero recibió ayer la visita de un intermediario; un broker ‘freelance’ afincado en Málaga que aseguraba representar a Ivonne Lafulla, directora general en Europa de un conglomerado empresarial con capital en el Emirato de Dubái y formado por acaudalados inversores, muchos de ellos residentes en la India. Suvarna Group es el nombre de esta red que agrupa a un sinfín de empresas cuyo principal objetivo es la inyección de capital privado a lo largo y ancho del mundo, disponiendo de una diversidad de negocios en diferentes mercados que no tienen nada que ver unos con otros. De esta forma, con su interés en el Betis, dichos inversores pretendían entrar en el mundo del fútbol, un negocio en auge que está llamando mucho la atención en los Emiratos Árabes y que provocó que dicho broker se pusiera en contacto con José Antonio Bosch hace algunos días y que se desplazara el jueves hasta la capital hispalense para hacerle saber sus intenciones en una reunión que se celebró a mediodía en el Benito Villamarín. En ella, el vicepresidente bético y administrador judicial de las acciones de Farusa le hizo ver que sus intenciones eran totalmente imposibles de materializar, ya que el Betis “no está en venta”, amén de que el de Bolonia Abogados no es nadie para llevar a cabo dicha actuación en el supuesto de que fuera posible por que la entidad no se encontrara en manos del Juzgado de lo Mercantil. La intención original de Suvarna Group no era otra que la de realizar una ‘joint venture’ con el conjunto heliopolitano; es decir: una alianza estratégica con la que el conglomerado entraría en el Betis, aportando una cuantiosa cantidad económica y haciéndose responsable de las deudas que pudieran existir. Lógicamente, dicha medida no vendría motivada por el mero hecho de ‘Hacer Betis’, sino por una estrategia empresarial bajo la que el dinero invertido sería devuelto a largo plazo con un interés, tal y como pudo saber ESTADIO. Una versión que posteriormente fue corroborada por el propio Bosch Valero, que recibió con recelo la visita del intermediario, ya que en las horas previas a reunirse con él aún no tenía claro qué es lo que le pretendía ofrecer. “Su objetivo era comprar el club”, reveló más tarde el administrador. Aunque el simple hecho de pujar por el Betis ya es noticioso por sí solo, lo más sorprendente del asunto es que Suvarna Group ya llevaría “unos cuatro o cinco meses” negociando su entrada en el conjunto verdiblanco con otro intermediario que hablaría en nombre del Betis (un abogado llamado Francisco Sánchez) y que, de cara al grupo inversor, estaría demorando en el tiempo la adquisición del club, despertando la desconfianza de la cúpula directiva de dicha empresa, que decidió emprender una vía paralela que le ha llevado hacia la reunión directa con los dirigentes actuales. José Antonio Bosch, por su parte, quiso dejar muy claro que “ningún miembro del consejo de administración bético tiene nada que ver” con el tal Sánchez y que “en ningún momento han emprendido ningún tipo de negociación con nadie ni han autorizado a otros para que negocien”. Aclarado esto, muchas son las dudas en torno a este asunto, aunque todo hace indicar que está directamente relacionado con el pasado reciente de la entidad o con empresarios que en su día estuvieron interesados en hacerse con el paquete accionarial de Farusa.
http://www.estadiodeportivo.com/betis.php
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