La cuenta atrás para un segundo apagón digital ya ha empezado y, sin embargo, desde la pasada primavera casi 100.000 malagueños tienen dificultades para poder sintonizar los canales nacionales de la Televisión Digital Terrestre, según las estimaciones de la Asociación andaluza de Empresas Instaladoras de Telecomunicaciones (Faitel). El problema se extiende por toda la provincia, aunque Jesús Tomás, un portavoz de Faitel, señala el tramo entre Nerja y Rincón de la Victoria como el más afectado. Ni las peticiones en pleno que han tramitado ayuntamientos como el de Nerja, ni una incansable peregrinación por las administraciones, como el caso de Cómpeta, han puesto fin a estos inconvenientes.
Técnicos oficiales y especialistas consultados por este periódico no disimulan su inquietud acerca de un problema que padecen en primera persona, porque son ellos los que se encargan de informar a los usuarios de que su problema con la señal de la TDT no va a tener un final a corto plazo. «Todavía son insuficientes las mejoras en áreas rurales y aisladas que han impulsado las administraciones que no son locales. El problema es que vienen a nosotros o a los ayuntamientos las personas, sin saber que no es ni nuestra culpa ni la de los políticos del pueblo», indica Jesús Tomás.
La situación es aún más preocupante respecto a las campañas de las televisiones que en abierto anuncian desde hace semanas de la existencia de sus nuevos canales digitales. «Te piden muchas personas que le pongas las dos cadenas nuevas de La Sexta y no se les informa, desde los organismos oficiales, de que tardarán meses en poder tener la señal de esos canales la mitad de las viviendas».
Pero, ¿qué ocurrirá cuando en 2014 haya que resintonizar todos los canales sin distinción, de manera que ocupen nuevas frecuencias para dar paso a otras tecnologías más vanguardistas? Los técnicos no quieren ni pensar en los quebraderos de cabeza que tendrán cuando tengan que empezar a peinar de nuevo comunidades vecinales y casa particulares. «Qué va a decirnos la gente cuando vayas de nuevo, con el consiguiente gasto, y le digas que lo que se hizo antes no vale. Que tenemos que ir otra vez y cambiar los ajustes».
La noticia aún no se ha divulgado en exceso, pero los antenistas ya habían alertado en nuestras páginas de que este primer apagón era provisional, porque se habían ocupado en el litoral malagueño, por ejemplo, espacios reservados por la normativa europea a la telefonía móvil. «Hicieron una chapuza para que la gente pudiera ver el Mundial y ahora vamos a pagar todavía más tiempo la improvisación que hay en la TDT», confirma Antonio Manuel García.
Pero peor pintan este panorama los actuales operadores de la señal de televisión. Han criticado abiertamente «la precipitación» en España que ha habido al dar el salto a la nueva tecnología de la TDT. «El plazo último que marcaba Europa era hasta 2012, por lo que había tiempo para haber realizado una mejor planificación. Y lo peor es que en plena crisis todo el país va a tener que hacer frente a dos pagos, el del apagón de abril y ahora el nuevo, que requiere otra tecnología en todos aquellos casos que no dispongan de un amplificador por canal». El acceso a las azoteas para recolocar las antenas será en muchos casos obligatorio.
Técnicos oficiales y especialistas consultados por este periódico no disimulan su inquietud acerca de un problema que padecen en primera persona, porque son ellos los que se encargan de informar a los usuarios de que su problema con la señal de la TDT no va a tener un final a corto plazo. «Todavía son insuficientes las mejoras en áreas rurales y aisladas que han impulsado las administraciones que no son locales. El problema es que vienen a nosotros o a los ayuntamientos las personas, sin saber que no es ni nuestra culpa ni la de los políticos del pueblo», indica Jesús Tomás.
La situación es aún más preocupante respecto a las campañas de las televisiones que en abierto anuncian desde hace semanas de la existencia de sus nuevos canales digitales. «Te piden muchas personas que le pongas las dos cadenas nuevas de La Sexta y no se les informa, desde los organismos oficiales, de que tardarán meses en poder tener la señal de esos canales la mitad de las viviendas».
Pero, ¿qué ocurrirá cuando en 2014 haya que resintonizar todos los canales sin distinción, de manera que ocupen nuevas frecuencias para dar paso a otras tecnologías más vanguardistas? Los técnicos no quieren ni pensar en los quebraderos de cabeza que tendrán cuando tengan que empezar a peinar de nuevo comunidades vecinales y casa particulares. «Qué va a decirnos la gente cuando vayas de nuevo, con el consiguiente gasto, y le digas que lo que se hizo antes no vale. Que tenemos que ir otra vez y cambiar los ajustes».
La noticia aún no se ha divulgado en exceso, pero los antenistas ya habían alertado en nuestras páginas de que este primer apagón era provisional, porque se habían ocupado en el litoral malagueño, por ejemplo, espacios reservados por la normativa europea a la telefonía móvil. «Hicieron una chapuza para que la gente pudiera ver el Mundial y ahora vamos a pagar todavía más tiempo la improvisación que hay en la TDT», confirma Antonio Manuel García.
Pero peor pintan este panorama los actuales operadores de la señal de televisión. Han criticado abiertamente «la precipitación» en España que ha habido al dar el salto a la nueva tecnología de la TDT. «El plazo último que marcaba Europa era hasta 2012, por lo que había tiempo para haber realizado una mejor planificación. Y lo peor es que en plena crisis todo el país va a tener que hacer frente a dos pagos, el del apagón de abril y ahora el nuevo, que requiere otra tecnología en todos aquellos casos que no dispongan de un amplificador por canal». El acceso a las azoteas para recolocar las antenas será en muchos casos obligatorio.